domingo, 1 de mayo de 2016

La historia oculta de la familia Macri


istoria oculta de la familia política de Mauricio Macri Domingo 09 de Marzo de 2014 | 04:07 Graciela Pérez Los Awada, dueños de un emporio textil que incluye las marcas Awada y Cheeky, gambetean las acusaciones de explotación laboral debido a sus aceitados contactos con el poder, que vienen desde tiempos del menemismo. 3.1k compartidos 50 La historia oculta de la familia política de Mauricio Macri La historia oculta de la familia política de Mauricio Macri Nota de Miradas al Sur Elsa Esther Baker, alias Pomy, nació en el seno de una familia humilde de origen sirio, que apenas tenía dinero para vivir. De adolescente, supo tomar clases de corte y confección que le dieron una especialidad ante la imposibilidad de poder hacer el secundario. Pero su vida cambiaría a partir de la década del ’50 cuando conoció a Abraham Awada, un soltero libanés y musulmán de 30 años. En septiembre de 1953 se casaron. Pomy tenía diecisiete años. La reciente pareja compró un local en la calle Almirante Brown, en Villa Ballester, que tenía en el fondo un lugar para vivir. Así comenzaron tanto su vida matrimonial como comercial. Al local lo llamaron “La Reinita” y pusieron allí un comercio de prendas para chicos. Al poco tiempo lanzaron una marca de ropa femenina, la cual recibió el nombre de Awada. Las cosas fueron bastante bien y Abraham llegó hasta venderle una casa y una calesita de 180 mil dólares al sindicalista gastronómico Luis Barrionuevo. Hoy en día, en la familia Awada, tres de sus cinco hijos y dos de sus nietas trabajan en el redituable rubro de la vestimenta. Junto a sus hijas Zoraida y Juliana, esposa del jefe porteño Mauricio Macri, Pomy comparte la glamorosa marca que lleva el apellido familiar. En tanto Daniel, su hijo mayor, está a cargo de la marca Cheeky, gigante del rubro, que se queda nada más y nada menos que con el 45% del mercado de ropa infantil. Daniel Awada, cuñado de Mauricio Macri, quedó imputado en una causa por “reducción a la servidumbre de costureros bolivianos con documentación irregular”. Ya en los ’90, Pomy pasaría a ser “Madame Awada” y a tener una cadena de locales en los principales puntos comerciales del país. Sus buenos vínculos con el entonces presidente Carlos Menem, harían que su hijo Alejandro –reconocido actor de cine y televisión– se distanciase ideológicamente. El sobrino de Abraham y Pomy, Alejandro Tfeli, fue el histórico médico de cabecera de Menem. Además, Alberto Artemio Rossi, esposo de Zoraida, fue el arquitecto que ideó la mansión del ex presidente en Anillaco, denominada “La Rosadita”. Las sospechas de que Rossi fuera testaferro de Menem crecieron en la misma proporción que su fortuna personal. La casa riojana estaba a nombre del arquitecto, mientras que los Awada poblaban de tiendas a los shoppings más exclusivos del país. Otro de los emprendimientos de Rossi era TeleTV, plataforma de juegos telefónicos para televisión. Tal fue su vinculación con el otrora mandatario, que Rossi quedó involucrado en un expediente por la causa del tráfico ilegal de armas a Ecuador y Croacia, aunque logró salir ileso. En tanto, en el entorno menemista, circulaba la versión de que Abraham Awada sería pariente de Monzer Al Kassar, por línea materna. El 20 de agosto de 2002, el empresario textil y jefe del clan fue secuestrado al salir del Golf Club San Andrés donde había ido a jugar a las cartas. Cinco días después, tras el pago de 300 mil pesos, Abraham fue liberado. Uno de los partícipes del secuestro fue Carlos Gabriel Caccia, caddie del golf club. Caccia también trabajó con Menem. La era de Juliana. “Yo me siento muy orgullosa de la familia que tengo. Ellos nos transmitieron algo muy importante que es el amor por el trabajo, el valor del esfuerzo”, declaró la señora de Macri en una entrevista al diario La Nación. Juliana tuvo una infancia y una adolescencia formadas con las costumbres de una clase media muy acomodada. Fue a un colegio inglés de Belgrano que ya no existe, el Chester College. Allí jugó al hockey, pero mucho más al golf en el Club San Andrés. Siendo adolescente, viajó mucho acompañando a su madre a los desfiles prêt-à-porter que se celebraban en Nueva York, París y Londres.

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