viernes, 13 de enero de 2017

La historia negra de Marcos Peña y su familia


La familia del Jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun, una vieja y conflictiva familia oligárquica que comenzó su actividad cospirativa contra los intereses del pueblo argentino con Saturnino Rodriguez Peña , uno de los responsables a cambio de una importante suma de dineros facilitarle la fuga en 1807 a el General ingles Wiliam Carr Beresford, quien fugo con el tesoro del fuerte de Buenos Aires consistente en tre carretones cargados de monedas de oro y plata, es hoy es uno de sus desendientes cabeza y sustento del gobierno oligarca y masón de “Cambiemos”, esta familia ocupa nada menos que dieciocho cargos de importancia en el gobierno, a los que se suman varios más por vínculos societarios. Pero los Braun no sólo forman parte del Poder Ejecutivo en la era Cambiemos, sino que también son los beneficiarios directos de sus medidas. Y así se le permitió que ante la falta de opciones, legara una nueva ofensiva oligárquica, la que ni siquiera soñaba con este regalo de los Kirchner hace unos años, se da hoy como ayer, una situación muy parecida a lo acontecido entre 1935 y 1943, son los mismos apellidos que en la primera mitad del siglo pasado supieron adueñarse de la Patagonia con métodos cruentos e inhumanos y en la segunda mitad, acompañó las campañas de Braden contra Perón y su derrocamiento, como la persecución de trabajadores y los fusilamientos. Con Cambiemos han regresado y ocupan puestos de relevancia en prácticamente todos los ministerios. En un diagrama perfecto, el jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun coloco a su padre, hermanos, tíos, primos, primos segundos, los cónyuges de estos y sus cuñados –amén de sus socios–, construyeron una telaraña de poder que, desde la mesa chica familiar, dirige en propio beneficio el destino de más de 40 millones de argentinos. Negocios y cargos Cientos de páginas se han escrito sobre cómo el “primer Braun” en la Argentina, Mauricio, amasó su fortuna en la Patagonia a costa del exterminio de los “Selknam”, un pueblo originario que pobló el sur de nuestro país. Mucho menos se escribió acerca de la participación de los Braun durante la última dictadura cívico-militar. Y casi nada se ha dicho sobre cómo los miembros de esta familia coparon el gobierno con la llegada de Mauricio Macri, dispuestos a continuar (ahora como grupo dirigente) las prácticas que los llevaron a convertirse en uno de los clanes más poderosos de la Argentina, con fuerte participación en los negocios más diversos, desde el comercio minorista, como dueños de La Anónima, hasta la actividad financiera, como socios del Banco Galicia, pasando por la ganadería, la hotelería, la educación y todo aquello que sirva para acrecentar su fortuna. Cuidadosos de sus intereses, ahora son funcionarios en la Jefatura del Gabinete, la Secretaría de la presidencia de la Nación y en los ministerios de Producción, Educación, Cultura, Modernización, Agroindustria, Energía y Relaciones Exteriores. También forman parte de la Anses y del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Auto convencidos de su “sangre azul”, se hacen llamar “los patricios” cuando no lo son, solo son miembros de “LA OLIGARQUIA” QUE NO ES LO MISMO”, , para ser Patricios deben pertenecer a las familias fundadoras de la nacionalidad y estos han sido Cipayos desde sus orígenes, es decir serviles a los intereses externos, nunca se sintieron parte de nuestra cultura Gaucha y Criolla, entre sus vecinos de Los Pingüinos, el club de campo y golf donde habitan varios de los integrantes de la familia, en la zona oeste del conurbano. El jefe La cabeza visible de la familia es Marcos Peña Braun, quien fue legislador porteño (2003-2007), secretario General del gobierno de la Ciudad con Macri como alcalde (2007-2015) y, desde la llegada del PRO a la Nación, jefe de Gabinete de Ministros. “Marquitos”, mano derecha de Mauricio Macri y uno de los hombres más influyentes de su gobierno, es hijo de Clara Braun y del abogado y economista Félix Peña, quien se sumó como asesor ad honorem del Consejo de la Producción que depende de la cartera del mismo nombre. Marcos es el menor de cuatro hermanos, de los cuales dos tienen cargos públicos: Ignacio Peña es asesor del Ministerio de Innovación de la Ciudad, y el arquitecto Andrés Peña es subsecretario de Desarrollo Institucional Productivo de la Nación. De los otros dos hermanos, Tomás vive en EE.UU. y Julián es abogado, socio del estudio jurídico Allende & Brea, y aunque no tiene un puesto formal, sí tuvo vínculos con un área sensible del gobierno: es socio de Marcos Patrón Costas, hijo de Virginia Blaquier, la prima de Luis María Blaquier, sobrino del dueño de Ledesma y hasta hace poco a cargo de gestionar el apetecible Fondo de Garantía de Sustentabilidad del Anses. En Allende & Brea, Julián Peña también trabaja con Guillermo Valeriano Guevara Lynch, primo segundo del abogado Mariano Ramos Vértiz, quien hasta octubre pasado fue director de Mesa de Entradas, Notificaciones y Despacho en el Ministerio de Transporte, y que en la actualidad es vicepresidente de la Administradora de Recursos Humanos Ferroviarios, empresa con participación estatal mayoritaria. El tío Eduardo Eduardo Braun Cantilo es tío del jefe de Gabinete y su nombre figura entre los papeles que estudiaron los investigadores del equipo de Derechos Humanos de la Comisión Nacional de Valores, que trabajó sobre archivos encontrados en el Edificio Cóndor (sede de la Fuerza Aérea Argentina), donde tuvieron acceso a documentación del “Caso Austral”. Cerca de 1979, en plena dictadura, la firma de aeronavegación se encontraba en quiebra: el 70 por ciento del paquete accionario estaba en manos de William Juan Reynal, uno de los fundadores de la aerolínea en 1971 y primo del por entonces vicepresidente del Banco Central, Alejandro Fabián Reynal. El 30 por ciento restante pertenecía a Federico y Pablo Braun Seeber, y a Braun Cantilo. El principal acreedor de Austral era el Estado, mientras que el único privado era Eduardo Saiegh, dueño del Banco Latinoamericano de Inversión, a quien los militares secuestraron y torturaron durante una semana obligándole a vender su banco. La dictadura, luego de intentar vender la aerolínea a dos privados (Carlos Blaquier y el mismísimo Franco Macri) estatizó la empresa quebrada e indemnizó a los accionistas. El investigador Bruno Nápoli concluyó: “El Estado compró las acciones de Austral y todos recibieron un pago por esta estatización. No fue un simple traspaso de las acciones, sino que se pagó por esa empresa, beneficiando a los mismos que la habían quebrado. Fue un negocio redondo”. El ingeniero industrial Eduardo Braun Cantilo, además, fue un destacado dirigente de la UIA en los setenta y secretario de Industria, Comercio y Minería durante la presidencia interina de Eduardo Duhalde. Los primos de Marquitos Gonzalo Robredo, uno de los primos de Marcos Peña, fue designado director Ejecutivo del Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires. Se trata de un reconocido empresario, dueño del coqueto hotel sobre la calle Rodríguez Peña, “Hub Porteño”, y socio en innumerables emprendimientos del recientemente fallecido Julián Alejandro Bengolea, nieto de Amalia Lacroze de Fortabat. Otra prima es Magdalena Braun, hija de los fundadores del Colegio San Tarsicio, de Barrio Norte y que, según se afirma en su web, busca “generar un proyecto educativo católico capaz de formar personas libres, responsables y solidarias, en un ambiente familiar”. Magdalena es suegra de Alejandro Massot, sobrino del dueño y accionista del diario “La Nueva Provincia” de Bahía Blanca, Vicente Massot, quien está acusado de ser “coautor de los asesinatos de los obreros gráficos Enrique Heinrich y Miguel Ángel Loyola en 1976”. El hermano menor de Alejandro Massot es Nicolás Massot, jefe del bloque macrista en la Cámara de Diputados. Eduardo Pablo Braun, hijo del ex Austral, siguió en el negocio de las aerolíneas y es socio, junto a Luis Ramón Freixas Pinto, de Aeropuertos Argentina 2000 SA. Freixas, a su vez, está vinculado a Dycasa –supo integrar su directorio–, la constructora que con Techint realizan la ampliación de la Línea H de subterráneos para la Ciudad. Es la misma obra que estuvo parada por dos años, fruto de un retraso que, de acuerdo a un estudio de la Auditoría porteña, le permitió a Techint y Dycasa cobrar 1700 millones de pesos en adicionales y redeterminaciones de precios. Esto supone un extra del 85 % por sobre el costo original. De Dycasa también proviene Pablo Rafael Aragone, quien por 14 años fue gerente de esa constructora y a quien Macri nombró vicepresidente del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna), por decreto N° 889/2016. Otro miembro del clan es el economista Miguel Braun Cortés, quien viene de ser director de la Fundación Pensar y del Banco Ciudad, y cuya familia es accionista del Banco Galicia. El 10 de diciembre de 2015 fue nombrado en un puesto estratégico: la Secretaría de Comercio, bajo la órbita del Ministerio de Producción. La designación fue muy cuestionada dado que, precisamente, quien debe “velar por relaciones comerciales equitativas, proteger los derechos del consumidor, transparentar el comercio, mejorar el acceso a bienes y servicios, y garantizar mercados internos competitivos”, es sobrino de Federico Braun Seeber, presidente de la Sociedad Anónima Importadora y Exportadora de la Patagonia, o sea, la cadena de supermercados La Anónima, con más de 160 sucursales en todo el país. Primos del secretario de Comercio son Tomás Braun, quien fue responsable de Estrategias Comerciales del Banco Galicia; Nicolás Braun, director de Mercaderías de La Anónima; y Federico Mauricio Braun, director de La Anónima y del Grupo Financiero Galicia, quien además figura en la nómina de quienes han presentado su DDJJ en 2014 como miembros del Gobierno de la Ciudad, por desempeñar funciones dentro del Instituto de la Vivienda, en momentos en que dependía del Ministerio de Desarrollo Económico. En la actualidad y desde enero de 2016, integra la nómina de la Anses, donde es subdirector ejecutivo de Administración. La red del vicepresidente del INTA Mariano Miguel Bosch es también primo del padre del secretario de Comercio, designando vicepresidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) –organismo que está bajo la órbita del Ministerio de Agroindustria– y uno de los flamantes dueños de Cresta Roja. A su vez, son sobrinos de Bosch, Gabriel Sánchez Sorondo, escritor, poeta y periodista nombrado por Macri como jefe de la Unidad de Procesos y Estudios Normativos de la Dirección General de Acción de Gobierno –decreto N° 962/2016–, puesto en el que asesora en la instrumentación de los planes relacionados con el desarrollo de las políticas públicas; Juan Manuel Bosch, flamante director Nacional de Coordinación Pesquera –decisión administrativa 340/2016 de la cartera de Agroindustria– y suplente ad-honorem del presidente del Consejo Federal Pesquero –resolución 17/2016 de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca–; y Pablo Bosch, cuñado de Santiago Francisco Albarracín, presidente del directorio de Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio, que opera en la órbita de la Secretaría de Minería del Ministerio de Energía –decreto N° 423/2016–. Analizando otras relaciones familiares, aparece que Mariano Miguel Bosch es primo segundo de Marta Sáenz Valiente, la madre de Carlos de Elía, gerente de Noticias de Canal 13 y el “creador” de la señal de cable TN, además de haber sido pareja de la periodista María Laura Santillán, que tanto ha luchado desde la omisión por el triunfo de Cambiemos y con quien el presidente Macri, una vez electo, se emocionó hasta las lágrimas en una entrevista. Bosch, a su vez, es cuñado de Santiago Manuel de Estrada, ubicado por el PRO como secretario de Culto del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Entre los hijos de De Estrada está Isabel Estrada Bosch, casada con el ex piloto de autos de TC y director general de la categoría Top Race Alejandro Urtubey, salpicado por el escándalo de los Panamá Papers y hermano del gobernador de Salta. En resumen, el vicepresidente del INTA, además de ser primo del padre del secretario de Comercio (que a su vez es primo de la madre del jefe de Gabinete), es cuñado del secretario de Culto (quien es suegro del hermano del Gobernador de Salta), tío del director de Coordinación Pesquera, cuyo primo es cuñado del titular del Directorio de Yacimientos Mineros de Agua Dionisio, primo segundo de la madre del gerente de Noticias de Canal 13. Y ese es sólo el principio del entramado familiar. Los primos segundos El secretario de Comercio Miguel Braun es solo otra cara visible de la familia y al desempolvar la genealogía surgen más “primos” del jefe de Gabinete. Mónica Braun es esposa de Eduardo Nicolás Martelli, nombrado secretario de Modernización Administrativa, en la cartera que dirige Andrés Ibarra. La pareja, junto con Valeria Martelli, hermana de Nicolás, figuran como directores de Goldenberg Financial Corporation, una de las empresas implicadas en los Panamá Papers. Mónica Braun es también la tía de Armando Carlos Braun, primo político de Emilio Basavilbaso, director Ejecutivo del ANSES. Paula Hume Braun está casada con Maximiliano Gulmanelli Barbiero, secretario de Gestión Educativa del Ministerio de Educación y Deportes. “Max”, como le gusta que lo llamen, ya había acompañado la gestión de Macri en la Ciudad, en el cargo de director General de Educación de Gestión Estatal. En un artículo publicado en 2012 por Página 12, se lo describió como “un hombre de larga trayectoria en la escuela privada y de fuertes vinculaciones con la Iglesia Católica, al punto de que es fundador de una organización político-social cristiana que tiene como inspirador a Alcide De Gasperi, un dirigente italiano que se destacó por ser un fervoroso anticomunista. Gulmanelli es hoy quien impulsa el cierre de grados en las escuelas públicas de la Ciudad”. A fines de 2015, “Max” provocó un escándalo cuando, desempeñándose como subsecretario de Gestión Educativa, realizó una fiesta privada, con menores y alcohol incluidos, en las instalaciones de una Escuela Pública. Gulmanelli fue, además, coordinador General de Hogares de la Fundación “Felices los Niños”, conducida por el condenado cura Julio César Grassi. Silvina Braun es tía de Francisco Hugo María Miguens Campos, director Nacional de Cooperación Internacional del Ministerio de Educación y Deportes. El padre de Francisco fue Hugo Miguens, el ex capitán de Los Pumas y subsecretario de Lealtad Comercial bajo el Ministerio de José Alfredo Martínez de Hoz, que también fungió como secretario de Defensa de la Competencia y Lealtad Comercial durante la presidencia de Duhalde. La madre de Hugo Miguens era prima del ex presidente de Facto Agustín Lanusse. Y el padre, llamado Hugo Ernesto Miguens, fue abogado de Techint y primo del padre del empresario Carlos Miguens Bemberg, ex dueño de Quilmes. En el caso de Agustina Braun, se casó con Máximo Enrique de Prat Gay, quien no solo es primo hermano del ex ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay, sino también hermano de Juan Antonio de Prat Gay, designado coordinador General de la Unidad de Coordinación de Fideicomisos de Infraestructura, y de Francisco Julio de Prat Gay, a quien por una bien oculta maniobra la Justicia le entregó parte de la firma Cresta Roja. Carlos María Braun Saint y su hermano Sebastián tuvieron su “minuto de fama” cuando el 23 de mayo de 2016 se desató un pequeño revuelo debido a una investigación periodística que sacó a la luz una no muy pulcra compulsa de precios llevada a cabo por Aerolíneas Argentinas. El ganador, a pesar de no haber hecho la oferta más económica, fue el Hotel Esplendor, de El Calafate. Casualmente, Carlos María y Sebastián son sus dueños, a través de la firma Turismo Doss SA. Carlos se casó con Marina Laurence –ex de Constancio Carlos Vigil Baudrix, de los Vigil del grupo Atlántida–, que además de dirigir Turismo Doss iba a ser testigo de la boda del Macri y la primera dama Juliana Awada. Si no nos unimos los que trabajamos, que somos las grandes mayorías, seremos esclavos de estos amos crueles, la LIBERTAD es un bien que si no se cuida celosamente se pierde. -- -

No hay comentarios:

Publicar un comentario