miércoles, 20 de noviembre de 2019

Diferencias de clase


Para entendidos


Gobierno neocolonial


El proyecto militar de Estados Unidos para el mundo Por Thierry Meyssan


El pensamiento estratégico estadounidense Hace 70 años que los estrategas estadounidenses sufren una obsesión que no tiene nada Este artículo es la segunda parte de “Interpretaciones divergentes en el campo antiimperialista”, por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 15 de agosto de 2017: https://www.voltairenet.org/article197560.html Breve Introducción al Tema En este segunda parte del artículo Thierry Meyssan ofrece su interpretación del pensamiento estratégico norteamericano, atribuyendo gran parte de su diseño al Vicealmirante Arthur K. Cebrowski y a su asistente Thomas P. M. Barnett, quien además contribuyó decididamente en la función de difundir el contenido de dicho pensamiento estratégico en los medios militares de USA y en el ámbito civil. Separadamente intentaremos realizar una referencia a la actividad específica de Barnett, conforme a la disponibilidad de espacio en el periódico, ya sea en este ejemplar o en el próximo. Aunque el pensamiento estratégico referido, pareciera hoy ser muy antiguo, porque tiene su origen alrededor del año 2004, sin embargo no se conoce ninguna otra concepción que la pueda haber reemplazado aunque, por otro lado, ni siquiera es considerada en los medios intelectuales de Argentina y mucho menos entre el personal militar. Santiago Roque Alonso – Director En la primera parte de este artículo subrayé que el presidente sirio Bachar al-Assad es en este momento la única personalidad que ha sabido adaptarse a la nueva “gran estrategia estadounidense”, mientras que las demás siguen pensando como si los conflictos que hoy se desarrollan fuesen similares a los que ya vimos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Siguen interpretando los acontecimientos como intentos de Estados Unidos para derrocar gobiernos como medio de acaparar los recursos naturales para sí mismo. Pienso, y voy a explicarlo aquí, que esa interpretación es errónea y que ese error puede sumir la humanidad en un verdadero infierno. El pensamiento estratégico estadounidense Hace 70 años que los estrategas estadounidenses sufren una obsesión que no tiene nada que ver con la defensa de su pueblo. Lo que les obsesiona es mantener la superioridad militar de Estados Unidos sobre el resto del mundo. Durante el decenio transcurrido entre la disolución de la URSS y los atentados del 11 de septiembre de 2001, estuvieron buscando diferentes maneras de intimidar a todo el que se resistía a la dominación estadounidense. Harlan K. Ullman desarrollaba la idea de aterrorizar a los pueblos asestándoles golpes brutales (Shock and awe o “shock y pavor”) [1]. Se trataba, idealmente, de algo como el uso de la bomba atómica contra los japoneses. Eso se concretó, en la práctica, bombardeando Bagdad con una lluvia de misiles crucero. Los discípulos del filósofo Leo Strauss soñaban con librar y ganar varias guerras a la vez (Full-spectrum dominance o “dominio en todos los sentidos”). Vimos entonces las guerras contra Afganistán e Irak, que se desarrollaron bajo un mando común [2]. El almirante Arthur K. Cebrowski predicaba que había que reorganizar los ejércitos de Estados Unidos de manera tal que fuese posible procesar y compartir una multitud de datos de forma simultánea. Eso haría posible algún día el uso de robots capaces de indicar instantáneamente las mejores tácticas [3]. Como veremos más adelante, las profundas reformas que el almirante Cebrowski inició no tardaron en producir frutos… venenosos. El pensamiento neoimperialista estadounidense Esas ideas y obsesiones primeramente llevaron al presidente George W. Bush y a la US Navy a organizar el más extenso sistema internacional de secuestro y tortura, que contó 80.000 víctimas. Posteriormente, llevaron al presidente Obama a poner en marcha todo un aparato para perpetrar asesinatos, principalmente mediante el uso de drones pero también recurriendo a comandos armados. Ese sistema opera en 80 países y dispone de un presupuesto anual de 14.000 millones de dólares [4]. A partir de los hechos del 11 de septiembre de 2001, el asistente del almirante Cebrowski, Thomas P. M. Barnett, impartió en el Pentágono y en las academias militares estadounidenses numerosas conferencias anunciando lo que sería “el nuevo mapa del mundo según el Pentágono” [5]. Ese proyecto se ha hecho posible debido a las reformas estructurales realizadas en los ejércitos estadounidenses, reformas en las que se percibe una nueva visión del mundo. El proyecto en sí parecía tan descabellado que los observadores extranjeros lo consideraron, apresuradamente, sólo una forma de retórica más entre tantas otras tendientes a sembrar el miedo en los pueblos que Estados Unidos pretende dominar. Barnett afirmaba que, para mantener su hegemonía mundial, Estados Unidos tendría que dividir el mundo en dos partes. Quedarían de un lado los Estados estables (los miembros del G8 y sus aliados) y del otro lado estaría el resto del mundo, considerado simplemente como un “tanque” de recursos naturales. Barnett se diferenciaba de sus predecesores en un punto fundamental: ya no consideraba que el acceso a esos recursos fuese crucial para Washington sino que afirmaba que los Estados estables sólo tendrían acceso a esos recursos recurriendo a los ejércitos estadounidenses. Para eso habría que destruir sistemáticamente toda la estructura estatal en los países que serían parte de ese “tanque” de recursos, de manera que nadie pudiese oponerse en ellos a la voluntad de Washington, ni tampoco tratar directamente con los Estados estables. En su discurso de enero de 1980 sobre el Estado de la Unión, el presidente Carter enunció su doctrina: Washington consideraba el acceso al petróleo del Golfo para garantizar el abastecimiento de su propia economía como una cuestión de seguridad nacional [6]. El Pentágono creó entonces el CentCom para controlar esa región. Sin embargo, Washington está sacando actualmente menos petróleo de Irak y de Libia que antes de las guerras contra esos países… ¡pero no le importa! La destrucción de las estructuras estatales equivale a regresar a los tiempos del caos, concepto ya enunciado por Leo Strauss pero al que Barnett confiere un sentido nuevo. Para el filósofo judío Leo Strauss, después del fracaso de la República de Weimar y la Shoa (el Holocausto), el pueblo judío no puede seguir confiando en las democracias, así que la única vía que le queda para protegerse de un nuevo nazismo es instaurar su propia dictadura mundial –claro, ¡en aras del Bien! Para eso tendrá que destruir algunos Estados que oponen resistencia, hacerlos retroceder a la era del Caos y reconstruirlos según nuevas leyes [7]. Eso corresponde con lo que decía Condoleezza Rice durante los primeros días de la agresión de 2006 contra el Líbano, cuando aún parecía que Israel saldría victorioso: “No veo el interés de la diplomacia si es para volver al statu quo ante entre Israel y el Líbano. Creo que sería un error. Lo que aquí vemos es, en cierta forma, el comienzo, las contracciones del nacimiento de un nuevo Medio Oriente y, hagamos lo que hagamos, tenemos que estar seguros de que avanzamos hacia el nuevo Medio Oriente y de que no volvemos al antiguo.” Para Barnett, sin embargo, habría que hacer retroceder a la era del Caos no sólo a los pueblos que oponen resistencia sino a todos los países que no han alcanzado cierto nivel de vida. Y cuando estén sumidos en el Caos… habrá que mantenerlos en él. La influencia de los seguidores de Leo Strauss ha disminuido en el Pentágono después del fallecimiento de Andrew Marshall, creador del “giro hacia Asia” [8]. Una de las grandes rupturas entre el pensamiento de Barnett y lo que pensaban sus predecesores, reside en que Barnett piensa que no hay que desatar guerras contra tal o más cual país por razones políticas sino contra regiones enteras del mundo porque no están integradas al sistema económico global. Por supuesto, siempre habrá que empezar por un país en particular, pero se hará favoreciendo la extensión del conflicto, hasta destruirlo todo… como en el Medio Oriente ampliado (o Gran Medio Oriente). En este momento sigue la guerra, incluso con despliegue de blindados, tanto en Túnez, Libia, Egipto (en el Sinaí), Palestina, Líbano (en Ain el-Helue y Ras Baalbeck), como en Siria, Irak, Arabia Saudita (en la ciudad de Qatif), Bahréin, Yemen, Turquía (en Diyarbakir) y Afganistán. Es por eso que la estrategia neoimperialista de Barnett tendrá que apoyarse obligatoriamente en ciertos elementos de la retórica de Bernard Lewis y de Samuel Huntington, la “guerra de civilizaciones” [9]. Pero como será imposible justificar que permanezcamos indiferentes ante las desgracias de los pueblos de los países condenados a ser parte del “tanque” de recursos naturales, habrá que convencernos de que nuestras civilizaciones son incompatibles. Según este mapa, extraído de un Powerpoint que Thomas P. M. Barnett presentó en 2003 durante una conferencia impartida en el Pentágono, los Estados de todos los países incluidos en la zona rosada deben ser destruidos. Ese proyecto no tiene nada que ver con la lucha de clases en el plano nacional, ni con la explotación de los recursos naturales. Después de destruir el Medio Oriente ampliado, los estrategas estadounidenses se preparan para acabar con los Estados en los países del noroeste de Latinoamérica. La aplicación del neoimperialismo estadounidense Esa exactamente es la política que ha venido aplicándose desde el 11 de septiembre de 2001. No se ha terminado ninguna de las guerras desatadas desde entonces. Desde hace 16 años, las condiciones de vida de los afganos son cada día más terribles y peligrosas. La reconstrucción del Estado que alguna vez tuvieron, reconstrucción que supuestamente seguiría el modelo aplicado en Alemania o Japón al término de la Segunda Guerra Mundial, nunca llegó a concretarse. La presencia de las tropas de la OTAN no mejoró la vida de los afganos que, por el contrario, se deterioró aún más. Todo indica que esa presencia militar de la OTAN es actualmente la causa del problema. A pesar de todos los discursos que alaban la ayuda internacional, las tropas de la OTAN sólo están en Afganistán para mantener y agravar el caos. No hay un solo caso de intervención de la OTAN en que los motivos oficiales de la guerra hayan resultado ciertos. No fue cierta la justificación oficial de la guerra contra Afganistán (motivo invocado: una supuesta responsabilidad de los talibanes en los atentados del 11 de septiembre de 2001), como tampoco lo fue en la guerra contra Irak (motivo invocado: un supuesto respaldo del presidente Saddam Hussein a los terroristas del 11 de septiembre y la preparación de armas de destrucción masiva que planeaba utilizar contra Estados Unidos), ni en Libia (supuesto bombardeo del ejército libio contra su propio pueblo), ni en Siria (dictadura del presidente Assad y de la secta de los alauitas). Y en ningún caso el derrocamiento de un gobierno ha puesto fin a la guerra. Todas esas guerras se mantienen hoy en día, sin importar la tendencia o el grado de sumisión de los dirigentes en el poder. Las “primaveras árabes”, si bien son fruto de una idea del MI6 (Inglaterra) que sigue el modelo de la “revuelta árabe” de 1916 y de las hazañas de Lawrence de Arabia, fueron incorporadas a la misma estrategia de Estados Unidos. Túnez se ha convertido en un país ingobernable. En Egipto, donde el ejército nacional logró recuperar el control de la situación, el país está tratando poco a poco de levantar cabeza. Libia se ha convertido en un campo de batalla, no desde que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó su resolución llamando a proteger la población libia sino después del asesinato de Muammar el-Kadhafi y la victoria de la OTAN. Siria es un caso excepcional ya que el Estado nunca pasó a manos de la Hermandad Musulmana y que esta no ha logrado imponer el caos en todo el país. Pero numerosos grupos yihadistas, vinculados precisamente a esa cofradía, lograron controlar –y todavía controlan– partes del territorio nacional, instaurando en ellas el caos. Ni el califato del Emirato Islámico (Daesh), ni Idlib bajo al-Qaeda, constituyen Estados donde el islam pueda florecer. Son sólo zonas de terror sin escuelas ni hospitales. Es probable que gracias a su pueblo, a su ejército y a sus aliados rusos, libaneses e iraníes, Siria logre escapar al destino que Washington había diseñado para ella. Pero el Medio Oriente ampliado seguirá siendo pasto del fuego hasta que los pueblos entiendan los planes de sus enemigos. Ahora vemos como el mismo proceso de destrucción se inicia en el noroeste de Latinoamérica. Los medios de difusión occidentales hablan con desdén de los desórdenes en Venezuela, pero la guerra que así comienza no habrá de limitarse a ese país. Se extenderá a toda esa región, a esar de que son muy diferentes las condiciones económicas y políticas de sus países. Los límites del neoimperialismo estadounidense A los estrategas estadounidenses les gusta comparar el poder de Estados Unidos al del Imperio Romano. Pero los romanos aportaban seguridad y opulencia a los pueblos que conquistaban y los incorporaban a su imperio. El Imperio Romano construía monumentos y racionalizaba las sociedades de esos pueblos. El neoimperialismo estadounidense no tiene intenciones de aportar nada, ni a los pueblos de los Estados estables, ni a los de los países incluidos en el “tanque” de recursos naturales. Lo que tiene previsto es extorsionar a los primeros y destruir los vínculos sociales en los que se sustenta la unión nacional de los segundos. Ni siquiera le interesa exterminar a estos últimos sino hacerlos sufrir para que el caos en el que viven convenza a los Estados estables de que para ir a buscar los recursos que necesitan tienen que contar con la protección de los ejércitos estadounidenses. El proyecto imperialista consideraba hasta ahora que “no se puede hacer la tortilla sin romper huevos”, o sea admitía que tiene que cometer masacres colaterales para extender su dominación. En adelante, lo que planifica son masacres generalizadas para imponer definitivamente su autoridad. El neoimperialismo estadounidense implica que los demás Estados del G8 y sus aliados acepten que la “protección” de sus intereses en el extranjero quede en manos de los ejércitos de Estados Unidos. Ese condicionamiento no constituye un problema para la Unión Europea, ya sometida desde hace mucho a la voluntad del amo estadounidense, pero plantea una dura discusión con el Reino Unido y será imposible que Rusia y China la acepten. Recordando su «relación especial» con Washington, Londres ya exigió participar como socio en el proyecto estadounidense para gobernar el mundo. Fue ese el sentido del viaje de Theresa May a Estados Unidos, en enero de 2017, pero quedó sin respuesta [10]. Es además inconcebible que los ejércitos de Estados Unidos garanticen la seguridad de las “rutas de la seda”, como hoy lo hacen –junto a las fuerzas británicas– con las vías marítimas y aéreas que utiliza Occidente. Es también inimaginable que Rusia acepte ahora ponerse de rodillas, después de su exclusión del G8, debido a su implicación en Siria y en Crimea. Notas: [1] Shock and awe: achieving rapid dominance, Harlan K. Ullman y otros autores, ACT Center for Advanced Concepts and Technology, 1996. [2] Full Spectrum Dominance. U.S. Power in Iraq and Beyond, Rahul Mahajan, Seven Stories Press, 2003. [3] Network Centric Warfare: Developing and Leveraging Information Superiority, David S. Alberts, John J. Garstka y Frederick P. Stein, CCRP, 1999. [4] Predator empire: drone warfare and full spectrum dominance, Ian G. R. Shaw, University of Minnesota Press, 2016. [5] The Pentagon’s New Map, Thomas P. M. Barnett, Putnam Publishing Group, 2004. [6] “State of the Union Address 1980”, por Jimmy Carter, Voltaire Network, 23 de enero de 1980. [7] Algunos especialistas en el estudio del pensamiento de Leo Strauss lo interpretan de manera completamente diferente. Pero lo importante aquí no es lo que realmente pensaba ese filósofo sino lo que profesan quienes, con razón o sin ella, se dicen seguidores de su pensamiento en el Pentágono. Political Ideas of Leo Strauss, Shadia B. Drury, Palgrave Macmillan, 1988. Leo Strauss and the Politics of American Empire, Anne Norton, Yale University Press, 2005. Leo Strauss and the conservative movement in America: a critical appraisal, Paul Edward Gottfried, Cambridge University Press, 2011. Straussophobia: Defending Leo Strauss and Straussians Against Shadia Drury and Other Accusers, Peter Minowitz, Lexington Books, 2016. [8] The Last Warrior: Andrew Marshall and the Shaping of Modern American Defense Strategy, Chapter 9, Andrew F. Krepinevich y Barry D. Watts, Basic Books, 2015. [9] «The Clash of Civilizations?» y «The West Unique, Not Universal», Foreign Affairs, 1993 y 1996; The Clash of Civilizations and the Remaking of World Order, Samuel Huntington, Simon & Schuster, 1996. [10] “Theresa May addresses US Republican leaders”, por Theresa May, Voltaire Network, 27 de enero de 2017

“En mi opinión eso se llama golpe de Estado”


Así habla Bernie Sanders, uno de los principales candidatos para hacerse con la candidatura demócrata en las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos. Una claridad con la que no muchos medios de comunicación están hablando, a la hora de definir los últimos acontecimientos en Bolivia . Sanders hizo estas declaraciones ante el periodista Jorge Ramos de Univisión. Estas fueron sus palabras: “Pienso que Morales hizo un muy buen trabajo aliviando la pobreza y dando al los indígenas de Bolivia una voz que no habían tenido antes. Podemos discutir sobre de si iba a por su cuatro periodo y sobre si eso era algo acertado. […] Pero al final fueron los militares los que intervinieron en el proceso y le pidieron que se marchase. Cuando los militares intervienen, en mi opinión, eso se llama golpe de Estado”.

lunes, 18 de noviembre de 2019

Editorial de Aliverti del 16 de noviembre { Bolivia cacería de opositores }


Verdad sin vueltas


Regalo de fin de año


Malvada


Golpe nomás


Conciencia política


Lectura heterodoxa de la tragedia boliviana


Por Mempo Giardinelli En estos días Nuestra América, como la llamó José Martí, está conmovida y nada indica que la emergencia termine bien ni pronto. El violento golpe de estado en Bolivia que el macrismo y la derecha niegan no deja de producir testimonios, fotos y videos que exhiben la bestialidad de que es capaz el neoliberalismo, como muestran también resistencias poco esperanzadoras, ya que en la violencia siempre pierden los pueblos. El poder mundial parece decidido a avanzar con provocaciones inéditas para doblegar a las fuerzas populares. Montada sobre el racismo secular de las clases oligárquicas, altas y medias, entrenadas en consumismo, ignorancia, exclusión y odio, acabamos de ver la irrupción política descarada de una fuerza novedosa: las supuestas religiones cuyas "iglesias", "asambleas" o "templos" funcionan como usinas de odio disfrazado de amor y de resentimiento en forma de plegarias que más parecen expresiones de pensamiento mágico.Por eso este golpe es descorazonador: porque redescubrimos que la violencia es parte de la estrategia de dominación. Son violentos para dinamitar la democracia, para sembrar odio, y para hacerse irregularmente con el poder. Y hasta es violencia la amenaza implícita sobre nuestro futuro. Pero no tiene sentido quedarnos en la mera descripción y lamentación cuando es dable pensar que quizá estamos entrando en una etapa histórica nueva, original y gravísima, que mejor haríamos en reconocer, analizar y prever antes de que vengan tiempos peores. Mientras las armas siguen apuntando contra los pueblos, como vimos hace poco en Ecuador y ahora en Bolivia y Chile, el poder proselitista del neoliberalismo está hoy no sólo en el absolutismo comunicacional, sino también en esos credos que se autodesignan, genéricamente, "evangélicos" o "cristianos". Su poder generador de odio es tanto o más grande que el de los sistemas periodísticos, porque lo disimulan y visten de "amor" aprovechándose de la ignorancia de gente que se cree testigo de supuestas "liberaciones" de Satanases encarnados por reformadores sociales como Evo Morales. Quizá estemos asistiendo a un cambio estratégico extraordinario y fundamental del neoliberalismo como ideología contemporánea, que se consolida hoy en todo el mundo desde que se insinuó en guerras religiosas y étnicas provocadas en otros continentes, en los últimos años, para conquistar el petróleo. Ahora le ha tocado a Bolivia, pletórica de litio, petróleo y gas, donde el sunami neoliberal se gestó en el control religioso-ideológico de las burguesías urbanas, cuyo fanatismo estamos viendo. ¿O no fue impactante ver en estos días tantos videos viralizados de supuestos "pastores" generando odio y violencia desde la palabra "amor"? Por eso el golpe en Bolivia no fue solamente un golpe de la derecha económica de Santa Cruz de la Sierra. La tragedia boliviana es mucho más que eso, acaso el debut de una nueva estrategia imperial de utilización de iglesias truchas que se dicen "evangélicas", y que en los Estados Unidos tienen un inmenso poder y control económico sobre vastos sectores que se consideran deificados, testigos, misioneros y otras designaciones que, partiendo de promesas de amor, acaban irracionales y fanatizados. Al frente de ellas hemos visto estos días videos viralizados de arengas de impostores autoproclamados "pastores". De los que también hay centenares en la Argentina, muchos ya están en la política e incluso algunos son auspiciados y/o protegidos por prominentes políticos argentinos. Lo que no es extraño: así llegaron a gobernar a ese gigante que es Brasil. Y no faltan quienes sugieren que algunos pueden ser incluso testaferros de narcopoderes. Quizás lo que derrocó a Evo también fue esto, que nadie esperaba. Creo que ni Evo ni García Lineras lo esperaban. Porque electoralmente y para la lucha de clases, económica, de poder, Evo estaba fuerte. Pero ante el fanatismo y la violencia que vimos desatarse ahora, Evo cayó en tres días. Todo esto autorizaría a considerar que acaso el sistema de dominación planetaria ya no es multinacional. En todo caso es "a-nacional", como lo define el ex juez federal y constitucionalista cordobés Miguel Rodríguez Villafañe. Es "a-nacional" porque su objetivo es destrozar al Estado, puesto que el Estado es un concepto ordenador, que pone límites. Todas las naciones, bien o mal, regulan; todas cobran impuestos, establecen leyes de producción industrial y de competencia comercial, buenas o malas pero reglas al fin. E incluso son forzadas, aunque no las cumplen, a cada vez más estrictas normas de cuidado ambiental. Por eso hace ya tiempo que esta columna al Sr. Trump lo llama "presidente del planeta" y no de los Estados Unidos. Y también por eso reiteramos el dato, no menor, de que en 1945 al terminar la 2ª guerra mundial la Tierra era habitada por 1.500 millones de habitantes. Que 75 años después han aumentado cinco veces: hoy son 7.500 millones de personas en decenas de naciones, que, de hecho, son 7.500 millones de clientes, consumidores, usuarios. O sea sujetos que todavía tienen derechos en algunos países, pero que en un mundo a-nacional podrían obstruir o molestar la concentración capitalista. La pregunta que surge entonces, desde el punto de vista del capitalismo, es: ¿cuál sería la manera de no estar sometidos a esas limitaciones y reglas molestas? Respuesta: Un estado mundial, un mundo "a-nacional". La historia de la humanidad es también la historia de la lucha por los derechos ciudadanos, que es lo que hoy están aplastando en Bolivia con el auspicio de los dueños del mundo y sus perros falderos locales. Y todo con la excusa inicial de acusar a Evo de querer "eternizarse" en el gobierno de Bolivia después de 12 años, soslayando que Angela Merkel gobierna Alemania desde hace 14, Vladimir Putin está en el poder en Rusia desde el 2000, y el súper aliado Arabia Saudita es el único país musulmán donde jamás hubo elecciones. Mientras los grandes diarios y la tele se llenan la boca de Cuba y Venezuela pero no dicen ni mú del horror que viven millones de vecinos, el drama boliviano funge como ensayo de negación del concepto mismo de golpe de estado. Lo que replantea la idea basal de El Manifiesto Argentino desde hace muchos años: la necesidad de una nueva Constitución Nacional. Que sabemos que no es urgencia del momento, pero es una bandera que no arriamos. Y que en algún futuro flameará, para, entre otras cosas, separar al Estado de todas las iglesias y hacer el gran cambio en la Justicia que este país exige. -----------------------------

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Vida de Jauretche


El 13 de Noviembre de 1901, en Lincoln, nacía el escritor, pensador y político argentino Arturo Jauretche. Luego de completar sus estudios formales se trasladó a Buenos Aires, donde se vio atraído por las ideas de integración social de los trabajadores que promovía la entonces progresista Unión Cívica Radical, afiliándose en la rama personalista que lideraba Hipólito Yrigoyen. Siendo colaborador del segundo mandato del líder radical, sobrevino el golpe militar que iniciaba la década infame, Arturo se levantó en armas contra los insurrectos. Se unió al contragolpe de los coroneles leales Roberto Bosch y Gregorio Pomar, pero la operación fracasó, fue capturado y encarcelado. En el encierro escribe el poema gauchesco "El Paso de los Libres", publicado en 1934 con prólogo de Jorge Luis Borges, única vez que coincidieron en algo. En conflicto con Alvear, junto con Homero Manzi, Luis Dellepiane, Gabriel del Mazo y Raúl Scalabrini Ortiz fundó el "FORJA" (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina) de orientación democrática nacionalista. Desde ese espacio se fustigaron los pactos de carnes Roca-Runsiman, el monetarismo, el conservadurismo y se bregó por la neutralidad en la segunda guerra mundial. El 17 de Octubre de 1945 vio en el día de la lealtad una puerta para unirse a Perón, que enarbolaba los principios que lo hicieron abrazar la política. Fue un eficiente Presidente del Banco provincia, desde el que entregó miles de créditos productivos, pero fue despedido por orden de Perón cuando le dio un préstamo al diario "La Prensa". La revolución libertadora lo encontró alejado del peronismo, por ello no fue perseguido, desde notas periodísticas criticó el papel de la CEPAL y de las políticas de Aramburu, por ello debió exiliarse. Editó "Los profetas del odio", desde el que fustigó la pretendida dicotomía de Sarmiento de "Civilización o barbarie", ya que consideraba que se quería ubicar al trabajador en el bando de la barbarie, acababa de nacer "El revisionismo histórico". Las ediciones de "Política Nacional y Revisionismo Histórico", "Forja y la Década Infame", "Manual de zonceras argentinas", "Filo, contrafilo y punta" y "El medio pelo en la sociedad argentina" desnudaron su pensamiento mas crítico de una sociedad argentina que lo avergonzaba. A él se le debe el resignificado y puesta en valor de las palabras "cipayo, oligarca y vende patria", una de sus frases mas representativas era "Si es malo el gringo que nos compra, es peor el criollo que nos vende". Su vida se apagó el 25 de Mayo de 1974.

Conferencia de Evo Morales


Conferencia de Prensa de Evo Morales desde México. Algunas definiciones: - Se debe realizar una convocatoria amplia a un diálogo nacional. - Con la autoproclamación de la senadora de la oposición Jeanine Añez como presidenta se confirma el golpe de estado. - La renuncia del presidente debe ser aceptada por el parlamento y eso no se respeto. - Renuncié para evitar la muerte de mis hermanos Bolivianos. - Pido a los compañeros y compañeras que no entren en el juego de la derecha que es violencia y más violencia. - La OEA es un organismo al servicio de EE.UU. - Camacho y su familia fueron participes de todos los golpes de estado que existieron en Bolivia. - Me duele que con el sacrificio que hicimos se esté destruyendo ahora Bolivia. - Si mi pueblo me pide estamos dispuestos a regresar al díalogo nacional. Tarde o Temprano regresaremos. - Renunciamos para la pacificación pero no paran y hay muertos. Eso duele.

martes, 12 de noviembre de 2019

Las autopistas de él


No se olviden de ella


La tragedia boliviana del Golpe de Estado contra Morales


La tragedia boliviana enseña con elocuencia varias lecciones que nuestros pueblos y las fuerzas sociales y políticas populares deben aprender y grabar en sus conciencias para siempre. Aquí, una breve enumeración, sobre la marcha, y como preludio a un tratamiento más detallado en el futuro. Primero, que por más que se administre de modo ejemplar la economía como lo hizo el gobierno de Evo, se garantice crecimiento, redistribución, flujo de inversiones y se mejoren todos los indicadores macro y microeconómicos la derecha y el imperialismo jamás van a aceptar a un gobierno que no se ponga al servicio de sus intereses. Segundo, hay que estudiar los manuales publicados por diversas agencias de EEUU y sus voceros disfrazados de académicos o periodistas para poder percibir a tiempo las señales de la ofensiva. Esos escritos invariablemente resaltan la necesidad de destrozar la reputación del líder popular, lo que en la jerga especializada se llama asesinato del personaje (“character assasination”) calificándolo de ladrón, corrupto, dictador o ignorante. Esta es la tarea confiada a comunicadores sociales, autoproclamados como “periodistas independientes”, que a favor de su control cuasi monopólico de los medios taladran el cerebro de la población con tales difamaciones, acompañadas, en el caso que nos ocupa, por mensajes de odio dirigidos en contra de los pueblos originarios y los pobres en general. Tercero, cumplido lo anterior llega el turno de la dirigencia política y las elites económicas reclamando “un cambio”, poner fin a “la dictadura” de Evo que, como escribiera hace pocos días el impresentable Vargas Llosa, aquél es un “demagogo que quiere eternizarse en el poder”. Supongo que estará brindando con champagne en Madrid al ver las imágenes de las hordas fascistas saqueando, incendiando, encadenando periodistas a un poste, rapando a una mujer alcalde y pintándola de rojo y destruyendo las actas de la pasada elección para cumplir con el mandato de don Mario y liberar a Bolivia de un maligno demagogo. Menciono su caso porque ha sido y es el inmoral portaestandarte de este ataque vil, de esta felonía sin límites que crucifica liderazgos populares, destruye una democracia e instala el reinado del terror a cargo de bandas de sicarios contratados para escarmentar a un pueblo digno que tuvo la osadía de querer ser libre. Cuarto: entran en escena las “fuerzas de seguridad”. En este caso estamos hablando de instituciones controladas por numerosas agencias, militares y civiles, del gobierno de Estados Unidos. Estas las entrenan, las arman, hacen ejercicios conjuntos y las educan políticamente. Tuve ocasión de comprobarlo cuando, por invitación de Evo, inauguré un curso sobre “Antiimperialismo” para oficiales superiores de las tres armas. En esa oportunidad quedé azorado por el grado de penetración de las más reaccionarias consignas norteamericanas heredadas de la época de la Guerra Fría y por la indisimulada irritación causada por el hecho de que un indígena fuese presidente de su país . Lo que hicieron esas “fuerzas de seguridad” fue retirarse de escena y dejar el campo libre para la descontrolada actuación de las hordas fascistas --como las que actuaron en Ucrania, en Libia, en Irak, en Siria para derrocar, o tratar de hacerlo en este último caso, a líderes molestos para el imperio-- y de ese modo intimidar a la población, a la militancia y a las propias figuras del gobierno. O sea, una nueva figura sociopolítica: golpismo militar “por omisión”, dejando que las bandas reaccionarias, reclutadas y financiadas por la derecha, impongan su ley. Una vez que reina el terror y ante la indefensión del gobierno el desenlace era inevitable. Quinto, la seguridad y el orden público no debieron haber sido jamás confiadas en Bolivia a instituciones como la policía y el ejército, colonizadas por el imperialismo y sus lacayos de la derecha autóctona. Cuando se lanzó la ofensiva en contra de Evo se optó por una política de apaciguamiento y de no responder a las provocaciones de los fascistas. Esto sirvió para envalentonarlos y acrecentar la apuesta: primero, exigir balotaje; después, fraude y nuevas elecciones; enseguida, elecciones pero sin Evo (como en Brasil, sin Lula); más tarde, renuncia de Evo; finalmente, ante su reluctancia a aceptar el chantaje, sembrar el terror con la complicidad de policías y militares y forzar a Evo a renunciar. De manual, todo de manual. ¿Aprenderemos estas lecciones? ************************************************************************************************************************************************************************ En Bolivia se acaba de asestar un mazazo al futuro de la institucionalidad y de la democracia como valores aceptados por las mayorías en América Latina. Ya no es un golpe blando lo que se concretó. No se resolvió en el Congreso como pasó en Paraguay y Brasil, cuando se destituyó al obispo Fernando Lugo y a Dilma Rousseff. Se acaba de decidir en los cuarteles, desde donde se emplazó al presidente Evo Morales a abandonar el gobierno. La derecha regional que en el pasado avaló dictaduras militares en todo el continente y se valió de las fuerzas armadas para tomar el poder, además se movilizó en las calles para lograr sus propósitos desestabilizadores. Utilizó una herramienta de lucha de los populismos que cuestiona, porque sabe que ahí se puede definir el destino de un país. El argumento que siempre agitó o pregonó es variopinto: la corrupción, el fraude, el chavismo o la defensa de una sociedad occidental y cristiana en una cruzada de la fe, con reminiscencias de la conquista española, por la cruz y la espada. Se apoyó en el fantasma del comunismo como en la peor época de la Guerra Fría. Esa batería oculta su verdadero propósito. No renunciar jamás a sus beneficios, que son muchos. Sostenerse en la condición de clase que representa, por la que se siente legitimada a estar siempre en el gobierno, muy cerca de él o condicionándolo. Su objetivo es conocido: asediar a los procesos populares, tutelar las democracias y que el control remoto de esas democracias se ejerza desde Estados Unidos y organismos supranacionales que jamás se someterían a ningún mecanismo pluralista de supervisión. “El golpe de Estado se ha consumado”, declaró el vicepresidente Álvaro García Linera. La vigilia en La Paz y El Alto, el conglomerado urbano más importante del estado plurinacional, había sido violenta, tensa y un campo fértil para que el conflicto se desmadre. En buena medida, los militantes del MAS, el partido del gobierno que respaldan al presidente Evo Morales, jugaron casi todas sus fichas ahí, entre 3.600 y 4.000 metros de altura. Ahora no la tendrán fácil con el presidente fuera del gobierno, con una policía nacional amotinada y los militares que vieron cumplido su propósito de pedirle la renuncia al presidente. Se la exigió hoy Williams Kaliman, el comandante de las Fuerzas Armadas. La pretensión del líder cruceño Luis Fernando Camacho de entregarle una carta a Evo para pedirle que renuncie, sin más representatividad que la de un núcleo duro de golpistas de su departamento en Oriente, había tensado la situación al máximo. Se presentó en la Casa de Gobierno, y ante la ausencia de Evo colocó su escrito sobre una biblia y la bandera boliviana arrodillándose en el piso. Como un cruzado que entró a Jerusalén. Lanzado a La Paz como Juan Guaidó en Venezuela cuando ganó la calle y tuvo que recular, el abogado boliviano es el mascarón de proa de una oposición que no disimula lo que hará cuando gobierne. Camacho citó en público a Pablo Escobar como sinónimo de lo que debería hacerse en Bolivia – sugirió anotar en una libreta a los traidores al estilo del narcotraficante – y corrió a Carlos Mesa, el principal candidato presidencial opositor, del escenario combustible que se está armando en el país. Ahora es él un primer actor. El cruceño es hijo de José Luis Camacho Parada, quién también dirigió al Frente Cívico en la década de los ochenta. En 1981 organizó el primer paro de carácter departamental en la historia de esa institución, exigiendo que no se concretara el Proyecto azucarero de San Buena Ventura, en el norte de La Paz. Supuestamente afectaba a Santa Cruz. Como su padre, que intentaba imponerle condiciones a un departamento que no es el suyo -Bolivia tiene nueve, Luis Fernando le dio el primer ultimátum de 48 horas al presidente legítimo para que abandonara la Casa del Pueblo, la nueva sede del gobierno en la capital. Además forma parte de Los Caballeros del Oriente, una de las dos grandes logias de Santa Cruz, el bastión de la derecha más radicalizada. Es curioso, pero el clan Camacho que completa José Luis Camacho Miserendino, el hermanastro mayor de Luis Fernando, se queja de las condiciones que presuntamente le impone La Paz a su departamento. Pero desde 2010, la tasa de crecimiento del PIB de Santa Cruz ha sido superior a la de Bolivia. En 2018, su economía creció a una tasa del 5,80%, un 37,44% más que la de todo el país (4,22%). Se quejan de que su región no recibe lo que produce, pero el 26% de las exportaciones globales, el 60% de las exportaciones no tradicionales y el 70% de las agroexportaciones, más el 70% de los alimentos de Bolivia, salen de ahí. Lo dice el diario opositor Página 7, no un medio oficialista y afín a Evo. Los Camacho tienen lazos políticos con el fugitivo Branko Marinkovic, quien se refugió en Brasil en 2010, tras recibir acusaciones de sedición y separatismo en Santa Cruz por haber organizado y financiado una banda armada que pretendía la independencia de los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. La comandaba otro croata-boliviano: Eduardo Rózsa Flores. Como el clan, tiene varias cuentas offshore denunciadas en los Panamá Papers. Después de los comicios del 20 de octubre había escrito en su cuenta de Twitter: “La elección fue fraudulenta, eso lo sabe el mundo, no basta solo la segunda vuelta, se tiene que repetir sin el candidato ilegítimo e ilegal para también sacar a sus parlamentarios fraudulentos”.

Los responsables del GOLPE DE ESTADO en Bolivia


Gerardo Morales, gobernador de Jujuy e Ivanka Trump artífices materiales para perpetrar el golpe de Estado en Bolivia La historia contará que el golpe de estado de hoy en Bolivia se realizó con dinero de EEUU que la hija de Trupm trajo a Jujuy y Gerardo Morales llevó a Camacho en su viaje a Santa Cruz. El papel de Jujuy en este golpe (espero que en la historia quede como intento) es el de llevar el financiamiento de EEUU a Santa Cruz de la Sierra. Los primeros días de septiembre llegó con excusa de la visita de Ivanka Trump un gigante equipo militar y económico de la CIA. El mismo fue camuflado como equipos de la Brigada de Incendios Forestales del Ministerio de Ambiente de Jujuy y se envió como recambio a la "hermana nación" de Bolivia. En ese entonces Jujuy envío "ayuda" para combatir los incendios de la Amazonía Boliviana. También los ejercicios militares de paracaidistas realizados en los últimos meses en la puna jujeña son parte de los preparativos para la eventual invasión territorial de Departamento de Estado de EEUU al país andino con apoyo argentino.

lunes, 11 de noviembre de 2019

Doña Florinda


La derecha argentina


Medios de Comunicación


Son republicanos


El país de Macri


Lula Libre


Personaje


Datos y manifiesto sobre Evo


Exageración y cambio: cayó Evo Morales el presidente boliviano mas exitoso

Némesis es la diosa griega que castiga la desmesura. Para dejar claro a los mortales que debido a su condición humana, no pueden ser excesivamente afortunados, ni deben trastocar con sus actos, ya sean buenos o malos, el equilibrio universal. Un claro ejemplo lo encontramos hoy con Evo Morales, a quién su éxito como presidente de Bolivia lo llevó a su perdición. Por Redacción 11/11/2019 La llegada al poder de Evo Morales en 2005 fue un hecho histórico. Por primera vez, Bolivia tenía un presidente indígena como lo es el 60 % de su población. El hasta entonces humilde líder cocalero, le dio un tinte refundacional a su gobierno, y según todos los indicadores económicos y sociales, la gestión de Morales hasta ahora fue exitosa. Basada especialmente en una alianza con la petrolera española Repsol, que en su momento contó con la bendición del entonces presidente Néstor Kirchner, y su jefe de Gabinete, el hoy presidente electo Alberto Fernández. Y en exportaciones de otros minerales y derivados de la soja. Pero cuya economía se encuentra un tanto alicaída actualmente, por efecto de la caída de los precios de las materias primas, que también afecta otros países de la región. junto con el presidente de Repsol, Antonio Brufau. Con la aparición ahora del del litio, insumo estratégico para el almacenamiento de la energía eléctrica, que dio lugar a la creación de YLB (Yacimientos de Litio Bolivianos). Y a vastos acuerdos con la República Popular China para la extracción e industrialización. de los enormes yacimientos con cuenta. Habiendo quedado de por medio relegada en sus aspiraciones respecto este insumo estratégico la República Federal de Alemania. Tras llegar a la presidencia, Evo Morales promovió el dictado de una nueva Constitución con sustanciales innovaciones, en sustitución de la que solo le otorgaba un único mandato. Y así se reeligió en el 2009. Y luego logró que un Tribunal Constitucional amigo lo habilitara a un tercer mandato, diciendo que ellos debían computarse a partir de la nueva Constitución. Así se rereeligió en el 2014. A continuación mediante un referéndum, promovió un cambio constitucional, que le permitiera una rerereelección indefinida. Al que perdió porque el 51,3 % de los bolivianos dijo no. Ante ello, logró que el Tribunal Constitucional amigo dijera que el impedimento a rerereelegirse, violaba sus derechos humanos, y lo habilitó a presentarse en la actual elección. En la cual sabiendo que un balotaje le iba a resultar adverso, debía triunfar con una diferencia del 10 % de los votos, para no tener que ir al mismo, según demanda la Constitución. Con el escrutinio provisorio avanzado en más de un 80 %, esa diferencia no la conseguía. Y allí anómalamente el mismo se interrumpió sospechosamente durante 23 horas. Para anunciar finalmente que Evo Morales había ganado con unas milesimas por sobre el 10 %. No obstante que conteos y bocas de urna independientes aseguraban que no había conseguido esa diferencia. Lo mismo hizo luego el Tribunal Electoral tras el escrutinio definitivo, no obstante haber convenido Evo con la OEA, la realización de una auditoría, cuyas conclusiones serían vinculantes. De esa manera Evo y su karma, con esa desmesura de rerereeleción que podía tornarse indefinida, construyeron una tormenta perfecta. Que la Comisión de la OEA remató con un informe fundado, concluyendo que no había habido transparencia en el escrutinio, y había anomalías en sus actas. Resultando imposible su saneamiento con el recuento de los votos, al no preservar el sistema electoral boliviano las ánforas o urnas que los contienen, y basarse exclusivamente el escrutinio en las actas del mismo. Recomendando por ende una nueva elección, con nuevas autoridades electorales. El informe presenta un gráfico lapidario, que se puede ver seguidamente, que muestra con la densidad de los puntos negros, como creció el voto a favor de Evo Morales en los últimos momentos del escrutinio, tras haberse este suspendido, llegando hasta el 100 % en muchas mesas. Lo cual en términos de probabilidad estadística, señalaría la existencia de un fraude, Hipótesis que se ve afianzada al constatarse la falsificación de numerosas actas de escrutinios, incluidas las de sus autoridades, y la quema de otras. Así el caos se extendió en Bolivia, con lamentables hechos de violencia en contra de los simpatizantes de Evo. Y ante ello la policía y las fuerzas armadas, se negaron a reprimir, «sugiriéndole» a Evo que renunciara. Cosa que hizo ante la indefensión en la que se encontraba él, sus funcionarios, y sus adherentes. Técnicamente esta actitud asumida por las denominadas fuerzas del orden, es un golpe de Estado. Dado que ese «sugerimiento» tenía como elemento coercitivo, la pérdida del gobierno del monopolio de la fuerza, que es el rasgo esencial de un estado moderno. Se trata de una muy torpe decisión política, que seguramente tendrá secuelas agravando el conflicto, en lugar de solucionarlo. Y puede llevar a Bolivia a una guerra civil, dado que las duras bases del MAS (Movimiento al Socialismo), el partido de EVO Morales, difícilmente aceptarán pacíficamente ese resultado. Tal como se está viendo actualmente en Bolivia, en donde en lugar de cesar el caos, el mismo se ha acentuado. Pero también se puede decir que ese absurdo golpe de estado fue incubado por el mismo Evo Morales, que incurrió en la desmesura de querer perpetuarse en el poder, cuando claramente el pueblo boliviano en un plebiscito le había dicho no. Dando pábulo así al descalificante mote en un marco democrático de «dictador», no obstante haber ganado elecciones con grandes mayorías, por los atajos que usó e intentó para perpetuarse en el poder, por lo menos casi 20 años. Que en términos humanos según el tango no es nada, pero en términos políticos pueden parecer una eternidad. Agravado por las sospechas de fraude, que es un crimen de lesa democracia. Abriendo un flanco impensado a favor de sus opositores y detractores, que son muchos, afincados principalmente en los departamentos de Santa Cruz y Tarija. Y del presidente Donald Trump de EEUU, que tenía a Bolivia en la mira, por ser el estado «bolivariano» subsistente, además de Venezuela. E integrar en defensa de este país el grupo Montevideo, junto con Uruguay, México, y la Comunidad del Caribe. A lo que cabe agregar los intereses geopolíticos que se mueven detrás del litio. Cuando los emperadores y generales romanos aparecían ante su pueblo enfebrecido y eran aclamados triunfalmente, un esclavo que sostenía sobre sus cabezas una corona de laurel les susurraba al oído “memento mori”. Que en latín quiere decir “recuerda que eres mortal”, para que no se creyeran dioses, desmesura que castiga Némesis. Por perder la alineación con el cosmos, que tiene como eje la insignificancia de la condición humana, frágil, perecedera, e inpermanente. Muchos líderes latinoamericanos y del mundo, en vez de tener quién le susurre al oído su “memento mori”, están rodeados de adulones que le dicen que son dioses, y así los llevan a su perdición.-

Bolivia por Atilio Borón


La tragedia boliviana enseña con elocuencia varias lecciones que nuestros pueblos y las fuerzas sociales y políticas populares deben aprender y grabar en sus conciencias para siempre. Aquí, una breve enumeración, sobre la marcha, y como preludio a un tratamiento más detallado en el futuro. Primero, que por más que se administre de modo ejemplar la economía como lo hizo el gobierno de Evo, se garantice crecimiento, redistribución, flujo de inversiones y se mejoren todos los indicadores macro y microeconómicos la derecha y el imperialismo jamás van a aceptar a un gobierno que no se ponga al servicio de sus intereses. Segundo, hay que estudiar los manuales publicados por diversas agencias de EEUU y sus voceros disfrazados de académicos o periodistas para poder percibir a tiempo las señales de la ofensiva. Esos escritos invariablemente resaltan la necesidad de destrozar la reputación del líder popular, lo que en la jerga especializada se llama asesinato del personaje (“character assasination”) calificándolo de ladrón, corrupto, dictador o ignorante. Esta es la tarea confiada a comunicadores sociales, autoproclamados como “periodistas independientes”, que a favor de su control cuasimonopólico de los medios taladran el cerebro de la población con tales difamaciones, acompañadas, en el caso que nos ocupa, por mensajes de odio dirigidos en contra de los pueblos originarios y los pobres en general. Tercero, cumplido lo anterior llega el turno de la dirigencia política y las elites económicas reclamando “un cambio”, poner fin a “la dictadura” de Evo que, como escribiera hace pocos días el impresentable Vargas Llosa, aquél es un “demagogo que quiere eternizarse en el poder”. Supongo que estará brindando con champagne en Madrid al ver las imágenes de las hordas fascistas saqueando, incendiando, encadenando periodistas a un poste, rapando a una mujer alcalde y pintándola de rojo y destruyendo las actas de la pasada elección para cumplir con el mandato de don Mario y liberar a Bolivia de un maligno demagogo. Menciono su caso porque ha sido y es el inmoral portaestandarte de este ataque vil, de esta felonía sin límites que crucifica liderazgos populares, destruye una democracia e instala el reinado del terror a cargo de bandas de sicarios contratados para escarmentar a un pueblo digno que tuvo la osadía de querer ser libre. Cuarto: entran en escena las “fuerzas de seguridad”. En este caso estamos hablando de instituciones controladas por numerosas agencias, militares y civiles, del gobierno de Estados Unidos. Estas las entrenan, las arman, hacen ejercicios conjuntos y las educan políticamente. Tuve ocasión de comprobarlo cuando, por invitación de Evo, inauguré un curso sobre “Antiimperialismo” para oficiales superiores de las tres armas. En esa oportunidad quedé azorado por el grado de penetración de las más reaccionarias consignas norteamericanas heredadas de la época de la Guerra Fría y por la indisimulada irritación causada por el hecho de que un indígena fuese presidente de su país. Lo que hicieron esas “fuerzas de seguridad” fue retirarse de escena y dejar el campo libre para la descontrolada actuación de las hordas fascistas --como las que actuaron en Ucrania, en Libia, en Irak, en Siria para derrocar, o tratar de hacerlo en este último caso, a líderes molestos para el imperio-- y de ese modo intimidar a la población, a la militancia y a las propias figuras del gobierno. O sea, una nueva figura sociopolítica: golpismo militar “por omisión”, dejando que las bandas reaccionarias, reclutadas y financiadas por la derecha, impongan su ley. Una vez que reina el terror y ante la indefensión del gobierno el desenlace era inevitable. Quinto, la seguridad y el orden público no debieron haber sido jamás confiadas en Bolivia a instituciones como la policía y el ejército, colonizadas por el imperialismo y sus lacayos de la derecha autóctona. Cuando se lanzó la ofensiva en contra de Evo se optó por una política de apaciguamiento y de no responder a las provocaciones de los fascistas. Esto sirvió para envalentonarlos y acrecentar la apuesta: primero, exigir balotaje; después, fraude y nuevas elecciones; enseguida, elecciones pero sin Evo (como en Brasil, sin Lula); más tarde, renuncia de Evo; finalmente, ante su reluctancia a aceptar el chantaje, sembrar el terror con la complicidad de policías y militares y forzar a Evo a renunciar. De manual, todo de manual. ¿Aprenderemos estas lecciones? ***************************************************************************************************************************************************************************** En Bolivia se acaba de asestar un mazazo al futuro de la institucionalidad y de la democracia como valores aceptados por las mayorías en América Latina. Ya no es un golpe blando lo que se concretó. No se resolvió en el Congreso como pasó en Paraguay y Brasil, cuando se destituyó al obispo Fernando Lugo y a Dilma Rousseff. Se acaba de decidir en los cuarteles, desde donde se emplazó al presidente Evo Morales a abandonar el gobierno. La derecha regional que en el pasado avaló dictaduras militares en todo el continente y se valió de las fuerzas armadas para tomar el poder, además se movilizó en las calles para lograr sus propósitos desestabilizadores. Utilizó una herramienta de lucha de los populismos que cuestiona, porque sabe que ahí se puede definir el destino de un país. El argumento que siempre agitó o pregonó es variopinto: la corrupción, el fraude, el chavismo o la defensa de una sociedad occidental y cristiana en una cruzada de la fe, con reminiscencias de la conquista española, por la cruz y la espada. Se apoyó en el fantasma del comunismo como en la peor época de la Guerra Fría. Esa batería oculta su verdadero propósito. No renunciar jamás a sus beneficios, que son muchos. Sostenerse en la condición de clase que representa, por la que se siente legitimada a estar siempre en el gobierno, muy cerca de él o condicionándolo. Su objetivo es conocido: asediar a los procesos populares, tutelar las democracias y que el control remoto de esas democracias se ejerza desde Estados Unidos y organismos supranacionales que jamás se someterían a ningún mecanismo pluralista de supervisión. “El golpe de Estado se ha consumado”, declaró el vicepresidente Álvaro García Linera. La vigilia en La Paz y El Alto, el conglomerado urbano más importante del estado plurinacional, había sido violenta, tensa y un campo fértil para que el conflicto se desmadre. En buena medida, los militantes del MAS, el partido del gobierno que respaldan al presidente Evo Morales, jugaron casi todas sus fichas ahí, entre 3.600 y 4.000 metros de altura. Ahora no la tendrán fácil con el presidente fuera del gobierno, con una policía nacional amotinada y los militares que vieron cumplido su propósito de pedirle la renuncia al presidente. Se la exigió hoy Williams Kaliman, el comandante de las Fuerzas Armadas. La pretensión del líder cruceño Luis Fernando Camacho de entregarle una carta a Evo para pedirle que renuncie, sin más representatividad que la de un núcleo duro de golpistas de su departamento en Oriente, había tensado la situación al máximo. Se presentó en la Casa de Gobierno, y ante la ausencia de Evo colocó su escrito sobre una biblia y la bandera boliviana arrodillándose en el piso. Como un cruzado que entró a Jerusalén. Lanzado a La Paz como Juan Guaidó en Venezuela cuando ganó la calle y tuvo que recular, el abogado boliviano es el mascarón de proa de una oposición que no disimula lo que hará cuando gobierne. Camacho citó en público a Pablo Escobar como sinónimo de lo que debería hacerse en Bolivia – sugirió anotar en una libreta a los traidores al estilo del narcotraficante – y corrió a Carlos Mesa, el principal candidato presidencial opositor, del escenario combustible que se está armando en el país. Ahora es él un primer actor. El cruceño es hijo de José Luis Camacho Parada, quién también dirigió al Frente Cívico en la década de los ochenta. En 1981 organizó el primer paro de carácter departamental en la historia de esa institución, exigiendo que no se concretara el Proyecto azucarero de San Buena Ventura, en el norte de La Paz. Supuestamente afectaba a Santa Cruz. Como su padre, que intentaba imponerle condiciones a un departamento que no es el suyo -Bolivia tiene nueve, Luis Fernando le dio el primer ultimátum de 48 horas al presidente legítimo para que abandonara la Casa del Pueblo, la nueva sede del gobierno en la capital. Además forma parte de Los Caballeros del Oriente, una de las dos grandes logias de Santa Cruz, el bastión de la derecha más radicalizada. Es curioso, pero el clan Camacho que completa José Luis Camacho Miserendino, el hermanastro mayor de Luis Fernando, se queja de las condiciones que presuntamente le impone La Paz a su departamento. Pero desde 2010, la tasa de crecimiento del PIB de Santa Cruz ha sido superior a la de Bolivia. En 2018, su economía creció a una tasa del 5,80%, un 37,44% más que la de todo el país (4,22%). Se quejan de que su región no recibe lo que produce, pero el 26% de las exportaciones globales, el 60% de las exportaciones no tradicionales y el 70% de las agroexportaciones, más el 70% de los alimentos de Bolivia, salen de ahí. Lo dice el diario opositor Página 7, no un medio oficialista y afín a Evo. Los Camacho tienen lazos políticos con el fugitivo Branko Marinkovic, quien se refugió en Brasil en 2010, tras recibir acusaciones de sedición y separatismo en Santa Cruz por haber organizado y financiado una banda armada que pretendía la independencia de los departamentos de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija. La comandaba otro croata-boliviano: Eduardo Rózsa Flores. Como el clan, tiene varias cuentas offshore denunciadas en los Panamá Papers. Después de los comicios del 20 de octubre había escrito en su cuenta de Twitter: “La elección fue fraudulenta, eso lo sabe el mundo, no basta solo la segunda vuelta, se tiene que repetir sin el candidato ilegítimo e ilegal para también sacar a sus parlamentarios fraudulentos”. Estos sectores quieren aumentar sus privilegios en Bolivia y fueron demasiado lejos. El golpe de Estado a Evo Morales es un viaje de ida hacia el peor de los pasados, en aquellos tiempos de la doctrina de seguridad nacional hemisférica. Los sectores destituyentes no tienen siquiera la representación total ni mayoritaria de la oposición, aunque sí un poder de daño que les permitió hasta ahora consumar su objetivo con el respaldo del poder uniformado de militares y policías.

El negociado de Vidal en Nordelta


Alberto sobre Milagro Sala


LEGAL “Milagro Sala durante años me trató muy mal, francamente tuvimos muchas diferencias políticas, pero no merece estar detenida, ¿Qué voy a hacer yo? ¿Porque tenía diferencias conmigo voy a validar una detención ilegal? Eso no se puede hacer. Eso no es vivir en un estado de derecho. Así se vulnera del peor modo el estado de derecho”, destacó el presidente electo Alberto Fernández durante la entrevista con el expresidente ecuatoriano Rafael Correa. La dirigente de la Tupac lleva casi cuatro años presa en medio de un proceso viciado de irregularidades por presiones del gobernador radical de Jujuy, Gerardo Morales [https://bit.ly/2qwU7Bo]

Soy Axel Kicillof


Soy el segundo hijo de los tres que tuvieron el psicoanalista Daniel Kicillof y la psicóloga Nora Barenstein. Estoy casado con Soledad Quereilhac, profesora de literatura, con quien tuve dos hijos. Estudié en el Colegio Nacional de Buenos Aires (dependiente de la UBA) de donde egresé con el título de bachiller especializado en ciencias sociales. Mi carrera de grado la cursé en la Universidad de Buenos Aires donde me gradué como licenciado en Economía con orientación al sector público, con diploma de honor. Tengo un doctorado de la Universidad de Buenos Aires, área Economía, calificación: 10 (diez) sobresaliente. Jurado: D. Heymann, P. Levín, A. Monza. Tesis Doctoral: Génesis y estructura de la Teoría General de Lord Keynes. Fui docente universitario en las Facultades de Ciencias Económicas y Sociales de la UBA; y además en diversos cursos de grado y posgrado. Hablo inglés y francés. En la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA fui profesor de diversas asignaturas, cargos obtenidos por concurso público. Fui profesor de Microeconomía I y II; Macroeconomía y Política Económica, Economía marxista; Macroeconomía II e Historia del Pensamiento Económico eran las dos asignaturas que dictaba hasta 2010, año que ingresé a la gestión pública y por lo que se me otorgó licencia sin goce de sueldo. Desde el año 2005 soy profesor adjunto con dedicación exclusiva del Instituto de Investigaciones Económicas de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, cargo en el que también tengo licencia sin goce de sueldo. Dicté clases en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA en materias como Formación económica de la sociedad argentina, principales escuelas del pensamiento económica y desde 2003 fui primero jefe de trabajos prácticos y luego Profesor adjunto regular de Economía II en la carrera de Sociología. Además di clases en la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini; la Universidad Nacional de Quilmes y la Universidad Nacional de General Sarmiento. A nivel de posgrado fui Profesor de la asignatura Economía en la Maestría y Doctorado en Ciencias Sociales UNGS-IDES, del Instituto de Desarrollo Económico y Social. En la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) ―sede Argentina― fui profesor de Historia del Pensamiento Económico en la Maestría en Políticas Públicas para el Desarrollo con Inclusión social. Anteriormente había sido profesor de la Maestría en Economía Política con mención en Economía Argentina, en dos asignaturas Historia del Pensamiento Económico y Microeconomía y Macroeconomía, Conceptos Fundamentales de Economía Política. También estuve a cargo del curso «La diferenciación del capital en el campo de la salud», en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Desde fines de los años 1990 fui investigador de los proyectos UBACyT (Dirección de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Buenos Aires), un programa que consiste en proyectos de investigación acreditados y financiados por la UBA: Proyecto UBACYT «El capital tecnológico. Transformaciones en el campo de la salud y la educación». Director: Dr. Pablo Levín.(1998); Proyecto UBACYT «Rotación del capital». Director: Dr. Pablo Levín (1999-2000); Proyecto UBACYT TE 27: «Sistema agroalimentario y regímenes de acumulación en la Argentina». Director: Dr. Miguel Teubal.(1998-2000); Proyecto UBACYT «Rotación del capital». Director: Dr. Pablo Levín (1999-2000). En los años 2001-2003 me desempeñé como codirector del Proyecto UBACYT C002 (RS 5009/00) «Globalización y el sistema agroalimentario en la Argentina: ¿hacia la desarticulación social?». El director del mismo fue el Dr. Miguel Teubal. En ese lapso participé como investigador del proyecto UBACYT E021 (RS 5009/00) «La cronoestructura del capital», dirigido por Dr. Pablo Levín. En el período 2004-2008 fui director del Proyecto UBACYT E016 (Res. CS 2706/04) «En busca de una explicación económica general. El desarrollo del capitalismo en Argentina, 1880-1975». Fui designado Subdirector del Centro de Estudios para la Planificación del Desarrollo (CEPLAD) dependiente del Instituto de Investigaciones Económicas de la UBA, cargo que desempeñé desde 2006 hasta 2010, en que me fue otorgada una licencia. Entre mayo de 2008 y abril de 2011 fui Director del Proyecto UBACYT E017 (Res. (CS) n.º 4477/08) «Argentina después del colapso de la convertibilidad. Continuidades y rupturas: ¿un nuevo patrón de crecimiento?». Desde noviembre de 2010 soy investigador adjunto del CONICET en la carrera de investigador científico y tecnológico (resolución n.º 9 del 11 de enero de 2010). En el año 2011 fui designado subgerente general de Aerolíneas Argentinas, y ese mismo año fui nombrado director de Siderar en representación de las acciones que el Estado argentino ―a través de la Ansés (Administración Nacional de la Seguridad Social)― posee en dicha empresa. Con el inicio del segundo mandato de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta de la Nación, fui designado secretario de Política Económica y Planificación del Desarrollo, integrando el organigrama de funcionarios del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de la Nación, que encabezaba Hernán Lorenzino. La presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, me designó ministro de Economía y Finanzas Públicas el 18 de noviembre de 2013. Mi gestión se orientó a continuar el cambio del modelo de crecimiento con inclusión social a partir de políticas destinadas a reindustrializar la economía, impulsar la producción y el mercado interno, crear nuevos puestos de trabajo, devolverle protagonismo al Estado y promover la redistribución de la riqueza en el país. De este modo, el Gobierno argentino impulsó una serie de programas destinados a generar un círculo virtuoso con efectos multiplicadores sobre la economía, y fortalecer la etapa de mayor crecimiento económico que se inicia con la presidencia de Néstor Kirchner, en 2003 y continúa Cristina Fernández de Kirchner hasta el fin de su mandato. Las políticas económicas del gobierno argentino hasta diciembre de 2015 tuvieron como ejes para el desarrollo económico la inversión y la propulsión de la demanda, basado en el fomento a la industria nacional y el empleo. Es por ello que se impulsaron una serie de programas destinados precisamente a promover la producción de la industria nacional y proteger a los pequeños y medianos productores y Pymes de las desiguales relaciones de mercado e impulsar así su desarrollo y la generación de nuevos puestos de trabajo.

Los 11 descubrimientos médicos Medicamentos de Cuba para el mundo


A pesar del bloqueo que Estados Unidos le ha impuesto desde hace casi 60 años, e impide, entre muchas cosas, tener acceso a nuevas tecnologías e insumos médicos, Cuba es líder en el mundo por sus grandes avances científicos enfocados en el área de la salud. El gran paso lo ha logrado gracias a la gran inversión que el gobierno cubano destina a la ciencia. Sin importar las carencias causadas por las restricciones del gobierno norteamericano, hoy es la envidia de muchos países del primer mundo. Cuba puede presumir de extender la esperanza de vida de los enfermos de cáncer de pulmón en estado avanzado, impedir la amputación de extremidades en los diabéticos y de salvar a miles de recién nacidos, por mencionar solo algunos de sus logros. Aunque los cubanos tienen acceso a estos descubrimientos de manera gratuita por derecho de nacimiento, difícilmente un norteamericano, que cuenta con las estadísticas más altas de cáncer de pulmón o diabetes, puede acceder a ellos. Existen laboratorios estadounidenses que desde hace años buscan trabajar con los cubanos en el desarrollo de algunos tratamientos, principalmente de la vacuna CIMAvax, no obstante, las leyes del bloqueo, frenan su propósito de salvar vidas en su país. ¿Cuáles son esos medicamentos? CIMAvax-EGF: Una vacuna contra cáncer de pulmón que impide el crecimiento de las células cancerígenas en los pacientes en etapas avanzadas. Amplía la esperanza de vida. Heberprot –P: Medicamento que cura las úlceras del pie diabético y frena a expansión de las lesiones. Impide que se ampute la extremidad. VA-MENGOC-BC: Vacuna contra la Meningococos B y C, bacteria que provoca graves infecciones mortales como la meningococcemia y la meningitis. Melagenina Plus: Cura el vitiligo, una enfermedad de la piel que afecta al uno por ciento de la población mundial. Policosanol (PPG): Un producto natural para disminuir el colesterol, elaborado a partir de la cera de la caña de azúcar. Surfacen: Se emplea en el área de Neonatología de Cuba. Dirigido al tratamiento del Síndrome de Dificultad Respiratoria del Recién Nacido o Enfermedad de Membrana Hialina, causa frecuente de morbilidad y mortalidad en el periodo neonatal. Ambroxol: Medicamento que se aplica en procesos bronquiales. Ayuda al paciente a expulsar las flemas y evitar el estancamiento en los pulmones. NeuroEpo: Un medicamento que retrasa la expansión del Alzheimer, un padecimiento que afecta a 35 millones de personas en el mundo. Palmex: Trata la hiperplasia prostática benigna, comúnmente llamada: agrandamiento de próstata. TERAVAC – VIH: Es una vacuna terapéutica que ayuda a reducir la carga viral en los pacientes infectados. Técnica de implantes de células nerviosas vivas en lo profundo del cerebro: No es un medicamento, sino una cirugía que permiten la cura del parkinson. Los medicamentos están dentro del cuadro básico que brinda el sector salud a los cubanos por derecho de nacimiento, incluso para aquellos que han abandonado el país. Grupo Empresarial BioCubaFarma posee las patentes de estos medicamentos, además ha vendido al extranjero otras 1700. Actualmente exporta a 50 países, la mayoría en el continente americano, a excepción de Estados Unidos donde las medidas implementadas por su gobierno desde hace 60 años en Cuba, les impide tener acceso a estos medicamentos

Israel mató a 222 manifestantes de Gaza e hirió a 8000 desde el año pasado. Solo un soldado ha sido acusado


Cuando Othman Hiles comenzó a escalar la cerca de Gaza, un soldado israelí abrió fuego y mató al desarmado muchacho de 14 años. ¿La sentencia del soldado? Servicio comunitario. Dos mujeres y un adolescente se encuentran cerca de la valla que separa Gaza de Israel ondeando banderas palestinas. Se acercan otros cuatro adolescentes. Uno de ellos, Othman Hiles, de 14 años, lleva una camisa blanca y pantalones oscuros. Se acerca a la cerca, la toca, camina unos metros y la toca de nuevo. Pone el pie sobre la cerca y comienza a trepar. Cuando su segundo pie llega a la cerca, recibe un tiro que llega al pecho de Hiles y cae. Un mes después de la muerte de Hiles, el abogado militar israelí general Sharon Afek ordenó una investigación del incidente. Más de un año más tarde, después de que Afek había ordenado otras 10 investigaciones sobre el asesinato de manifestantes de Gazan a manos de soldados israelíes, el ejército anunció que el soldado responsable de la muerte de Hiles había sido condenado en un acuerdo de culpabilidad por «abuso de autoridad en una manera que pone en peligro la vida y la salud humanas”. El ejército lo condenó a un mes de trabajo militar, una sentencia suspendida por cuatro meses y lo degradó al rango de reserva. Nunca sabremos qué sucedió durante las reuniones del Abogado General Militar el año en que Afek y su gente decidieron investigar la muerte de solo 11 manifestantes palestinos, acusar a un solo soldado, aceptar un acuerdo absurdo y, lo más importante, dejar las regulaciones de fuego abierto del ejército sin cambios esenciales. No es que realmente importe. Lo que importa son los hechos: Hiles, de solo 14 años, fue asesinado el 13 de julio de 2018, hace más de un año. Lo que importa es que fue grabado en video mientras escalaba la valla perimetral frente a la ciudad de Gaza durante una de las protestas semanales de los habitantes de Gaza que ocurren casi todos los fines de semana desde finales de marzo de 2018. Lo que importa es que desde que comenzaron las protestas el ejército israelí ha matado a 222 manifestantes e hirió a unos 8.000 con fuego vivo. Lo que importa es que 45 de los asesinados eran menores de edad, 28 de ellos menores de 16 años, y que la mayoría de los asesinados o heridos estaban desarmados y no estaban poniendo en peligro a los soldados, armados y bien protegidos detrás de una cerca electrónica a decenas de yardas de distancia. Había vigías, jeeps, medidas de control de multitudes y, ocasionalmente, tanques. Doscientas veintidós personas fueron asesinadas. El ejército se ha negado a realizar cambios esenciales en sus regulaciones de fuego abierto, prometiendo solo investigar «incidentes excepcionales». Hasta la fecha, la oficina del Abogado General Militar ha identificado 11 de estos casos, según un comunicado propio. ¿Por qué once? ¿Por qué estos once? Es una incógnita. Algunos de los incidentes fueron grabados en video; otros, como el asesinato de la auxiliar médica Razan al-Najjar o el adolescente Muhammad Ayoub, atrajeron la atención y las críticas internacionales. ¿Es por eso que los militares decidieron investigar estos casos? Improbable. ¿Por qué no otros incidentes bien documentados y no menos impactantes, como el asesinato de Ahmad Abu Tyour de 16 años, ocurrido por disparos de los soldados después de que les arrojó una piedra mientras los saludaba? El objetivo principal de investigar estos «casos excepcionales» no es descubrir la verdad o garantizar que no se mate a más civiles desarmados y no peligrosos. Todo lo contrario: es mantener la falsa demostración de un sistema de justicia en funcionamiento y el razonamiento distorsionado de que matar a cientos de palestinos y herir a miles, salvo algunas “excepciones», es legítimo. Es por eso que estas investigaciones carecen de significado. Siempre se centran en los soldados en el terreno, nunca en los comandantes que los entrenaron ni en los funcionarios del Cuerpo de Abogados Militares que sancionaron los procedimientos y las regulaciones de fuego abierto que los guían. Los que tienen una responsabilidad real nunca son llevados a juicio o ni siquiera investigados. Mientras tanto el ejército trata de no investigar demasiado. Baste examinar cómo la Unidad de Investigaciones de la Policía Militar, supervisada de cerca por el Cuerpo de Abogados del Ejército, maneja las investigaciones demorándolas durante meses sin recopilar evidencia en el terreno, mientras se basa casi exclusivamente en los relatos de los soldados involucrados en el incidente (y en algunos casos sobre los de las víctimas palestinas). El Cuerpo de Abogados del Ejército se apresura a cerrar el caso por falta de evidencias (sin hacer ningún esfuerzo para recopilarlas) o por «falta de culpabilidad», después de aceptar incondicionalmente los dichos de los soldados, incluso cuando se contradicen entre ellos. Así y todo, incluso un sistema de blanqueo exitoso necesita una hoja de parra para silenciar las críticas. Por eso, de vez en cuando, una investigación da resultado en el enjuiciamiento y la condena. ¿Por qué este soldado en particular que mató a Hiles de 14 años? Es una incógnita, precisamente porque la condena en este caso es parte de la sistemática farsa. Es por eso que el soldado no fue acusado de «homicidio involuntario» o incluso «homicidio culposo», sino de «exceso de autoridad de una manera que pone en peligro la vida y la salud humanas». Es por eso que a pesar de las imágenes de un adolescente parado casi solo en el perímetro cerca en una zona tranquila, sin fundamento para afirmar que los disparos de francotiradores no fueron dirigidos a él, el ejército declaró con toda seriedad que «la investigación no descubrió evidencia que cumpla con los criterios penales y corrobore un vínculo causal entre el tiroteo del soldado y la lesión al manifestante». Uno solo puede imaginar cómo se toman las decisiones en las oficinas de Tel Aviv del cuerpo de abogados que autoriza las regulaciones de fuego abierto, abre y cierra las investigaciones sobre las personas asesinadas por esas mismas regulaciones y que decide llegar a acuerdos de culpabilidad demasiado absurdos para tomarlos en serio. Mientras tanto en la bloqueada Gaza Asmahan Hiles, la madre de Othman, imagina una realidad diferente: “Desde que mataron a Othman, he visto las imágenes una y otra vez, preguntándome: “¿Qué hizo que fue tan terrible?” Miro el video y lloro. Me pregunto, ¿cómo se sintió cuando la bala atravesó su cuerpo? ¿Le causó mucho dolor a mi niño? ¿Cómo podría soportar el dolor de la bala cuando lo golpeó? Eyal Sagiv es coordinador de datos en B’Tselem. Este artículo fue publicado por primera vez en hebreo en Local Call. Léelo aquí. Traducción al castellano desde el inglés para Rebelión por J. M.

Triste fin


¿Recordáis cuando salieron los Papeles de Panamá y revelaron que la gente rica en el mundo son parte de una enorme conspiración criminal para evadir impuestos y amasar en paraísos fiscales fortunas robadas? Mucha gente se indigna porque piensa que todo aquello salió a la luz y no pasó nada. Pues bien, sí que pasó: Daphne Caruana, la periodista que destapó el escándalo, fue asesinada. Colocaron una bomba en su Peugeot 108, que voló por los aires cuando Daphne lo conducía cerca de su casa. Su hijo Matthew, que salió a la calle tras oír la detonación, encontró el cuerpo despedazado de su madre a 80 metros del lugar donde ocurrió la explosión. Estaréis de acuerdo conmigo en que de esto no se ha hablado lo suficiente. No es difícil imaginar el poderoso interés que hay por enterrar la memoria de Daphne Caruana junto a su cuerpo destrozado. Ah, la memoria. De eso aquí sabemos un rato. O no.