Proletarios Unidos, vieja consigna del padre del Socialismo Ciéntifico Carlos Marx, es un espacio que intentará reflejar, acercar y unir a todos aquéllos que se sientan parte de la clase trabajadora sin distinciones de partidos o ideologías. Así y con respeto, la idea es volcar temas, consignas, debates , opiniones, etc, para fomentar, acrecentar, valorar y concientizar el papel, el rol y los derechos de la clase trabajadora. Como manda la historia nacemos un 1 de mayo.
lunes, 27 de septiembre de 2021
La Unesco reconoce el liderazgo de Cuba en la producción de vacunas
Un reciente informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) destacó “el liderazgo de Cuba en la producción de vacunas contra la enfermedad en nuestra región”.
“En agosto de 2020, Cuba se convirtió en el primer país de América Latina y el Caribe en recibir la autorización para ensayos clínicos de una vacuna candidata –Soberana 01– contra el SARS-COV-2, logrando posteriormente el desarrollo de otras cuatro: Soberana 02, Abdala, Mambisa y Soberana Plus”, afirma el texto “COVID-19 y vacunación en América Latina y el Caribe”.
El documento señala, además, que “la industria biotecnológica de la Isla, compuesta por más de 30 institutos de investigación y empresas manufactureras del conglomerado estatal BioCubaFarma, tiene 2 438 patentes registradas fuera de Cuba, y sus productos, que incluyen vacunas, medicamentos y equipos médicos, que se encuentran registrados y se venden en más de 50 países”.
Cuba, junto a México y Brasil, se encuentra entre los 20 primeros países fabricantes de vacunas del mundo, según subraya este organismo internacional.
La claridad conceptual de Leopoldo Moreau
La elección del presidente de la Corte Suprema debería ser el último acto de una tragedia. Se bajo el telón.
Tenemos de presidente y vice a dos jueces que aceptaron ingresar por decreto a la Corte. A otra magistrada que sigue en el cargo a pesar de no contar con la edad que exige la constitucion. Otro cortesano que se hacia fotografiar con Moro y Bonadio y fabricó un grupete de jueces federales para maniobrar politicamente. Esa es la "cabeza" del Poder Judicial.
Para abajo le siguen los visitantes de Olivos : Hornos, Borinsky, Llorens. El juez de los fallos a medida como es el caso de Ercolini y, no podian faltar, los fiscales de Boca : Taiano, Stornelli y Plee.
Todos ellos solo estan para hacer justicia en favor de los poderes fácticos. Entre otros el grupo Clarín que ademas tiene bastante colonizado el fuero comercial.
¿Quien puede seguir creyendo que con éste Poder Judicial hay república?.
Ni república, ni estado de derecho, ni garantias para nadie. Es hora que los miembros de la Corte presenten su renunca para iniciar una etapa de transparencia o se los someta a juicio político. Y sino se aumente el número de miembros para al menos oxigenar uno de los poderes del estado que se ha transformado en una oscura máquina de impunidad y de impedir.
Los milmillonarios del mundo poseen más riqueza que 4600 millones de personas
Los 2153 milmillonarios que hay en el mundo poseen más riqueza que 4600 millones de personas (un 60% de la población mundial), según revela Oxfam en un informe publicado hoy, la víspera del Foro Económico Mundial de Davos (Suiza).
La desigualdad en el mundo está profundamente arraigada y ha alcanzado un nivel escandaloso. El número de milmillonarios en el mundo se ha duplicado en la última década. Amitabh Behar, director ejecutivo de Oxfam India, que está en Davos representando a la confederación Oxfam, ha señalado: “La brecha entre ricos y pobres no puede eliminarse sin la adopción de políticas contra la desigualdad. Pero muy pocos Gobiernos se han comprometido a adoptarlas”.
En América Latina y el Caribe el 20% de la población concentra el 83% de la riqueza. El número de milmillonarios en la región ha pasado de 27 a 104 desde el año 2000. En grave contraste, la pobreza extrema está aumentando. En 2019, 66 millones de personas, es decir, un 10,7% de la población vivía en extrema pobreza, de acuerdo a datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En su informe Tiempo para el cuidado, Oxfam muestra además cómo el modelo económico sexista profundiza la crisis de desigualdad, permitiendo a una élite millonaria acumular vastas fortunas a expensas del resto de la ciudadanía, especialmente de las mujeres y niñas en mayor situación de pobreza:
Las mujeres y niñas dedican al trabajo de cuidados no remunerado 12 500 millones de horas diariamente, lo que supone una contribución a la economía global de al menos 10,8 billones de dólares anuales, una cifra que triplica el tamaño de la industria mundial de la tecnología.
Un incremento de tan solo el 0,5% adicional al impuesto a la riqueza del 1% más rico de la población durante los próximos 10 años, permitiría recaudar los fondos necesarios para invertir en la creación de 117 millones de puestos de trabajo de cuidados en sectores como la educación, la salud, el cuidado infantil y la asistencia a las personas mayores.
"Las mujeres y niñas son uno de los grupos que menos se benefician del sistema económico actual. Dedican miles de millones de horas a cocinar, limpiar y cuidar de los niños y niñas y las personas mayores. El trabajo de cuidados es el "motor oculto" que mantiene en funcionamiento nuestras economías, empresas y sociedades. Este trabajo recae principalmente sobre las mujeres, por lo que, a menudo, apenas tienen tiempo para recibir una educación, ganar un salario digno o participar en la toma de decisiones en la sociedad. Esto las atrapa en la parte más baja de la pirámide económica", añade Behar.
Todos requerimos de cuidados, pero no todos cuidamos. Las mujeres son quienes realizan más de las tres cuartas partes del trabajo de cuidados no remunerado. A menudo se ven forzadas a reducir su jornada laboral o renunciar a su empleo para poder hacerse cargo del trabajo de cuidados. En todo el mundo, el 42% de las mujeres no puede acceder a un empleo porque son las responsables del trabajo de cuidados, en comparación con tan solo el 6% de los hombres. Dadas estas cifras, es urgente asegurar una redistribución justa de las tareas de cuidado entre hombres y mujeres. Los estados y las empresas también están obligados a aportar a estas tareas de cuidado, bien sea a través de la provisión de servicios como guarderías e incentivos, u otorgando tiempo y facilidades para que toda la ciudadanía asuma su responsabilidad de cuidado.
De acuerdo un informe desarrollado por Oxfam en Bolivia, el cuidado de los niños y niñas, en especial si son menores de 12 años, repercute en la inserción laboral de las mujeres de manera significativa. Se estima que cada niño o niña adicional menor de 13 años reduce en 6% la probabilidad de que una mujer acceda a un trabajo remunerado.
En América Latina y el Caribe, aun cuando las mujeres logran conseguir y mantener un empleo, es en condiciones precarias: el 49% de las mujeres empleadas en la región, ganan menos del salario mínimo mensual correspondiente a su país.
Las mujeres también constituyen dos terceras partes de la mano de obra que se ocupa del trabajo de cuidados remunerado. Empleos como el de enfermera, trabajadora del hogar o cuidadora a menudo están mal remunerados, proporcionan escasos beneficios, conllevan un horario irregular y pueden suponer un importante desgaste físico y emocional.
El informe de Oxfam pone de manifiesto que los Gobiernos aplican unos impuestos extremadamente bajos a las personas y empresas más ricas, y por lo tanto no obtienen ingresos suficientes para ayudar a aliviar la responsabilidad del trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres y a combatir la pobreza y la desigualdad.
"Los Gobiernos han generado esta crisis desigualdad y ahora deben tomar medidas para resolverla. Deben asegurarse de que las empresas y personas ricas paguen su justa parte de impuestos e incrementar las inversiones en infraestructuras y servicios públicos. Deben también aprobar leyes para abordar el enorme trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres y niñas y garantizar que las personas que desempeñan algunos de los trabajos más importantes para nuestra sociedad (cuidar de nuestros mayores, nuestras hijas e hijos, y las personas más vulnerables) reciban un salario digno. Los Gobiernos deben dar la misma importancia al trabajo de cuidados que al resto de sectores para construir una economía más humana que funcione para todas las personas y no únicamente para unos pocos afortunados" subraya Behar.
Dejará de ser obligatorio el uso de barbijo al aire libre
Lo anunció la ministra de Salud, Carla Vizzotti, en conferencia de prensa junto al jefe de Gabinete. Destacó la situación epidemiológica de todos los distritos. "Si seguimos así, estamos transitando la última etapa de esta pandemia", evaluó Manzur.
El jefe de Gabinete, Juan Manzur, y la ministra de Salud Carla Vizzotti dieron una conferencia de prensa en Casa Rosada sobre la situación del coronavirus en Argentina y anunciaron la flexibilización de restricciones por la pandemia.
La ministra de Salud, primera en hacer uso de la palabra, destacó que hace 16 semanas consecutivas se viene registrando un descenso sostenido en el número de los contagios del coronavirus. "Estamos en el momento más bajo de la pandemia, menos de 1700 casos por día", subrayo Vizzotti. También señaló que el índice de mortalidad y de internaciones viene disminuyendo hace 14 semanas consecutivas y remarcó que "Argentina ha sido exitosa en contener el ingreso de la variante Delta".
Por su parte, Manzur dijo que "si los números de los contagios continúan así, podemos decir que estamos transitando el fin de la pandemia".
Luego la ministra anunció que, desde hoy, se "levanta la obligatoriedad de usar tapabocas al aire libre. En los lugares cerrados seguirá siendo obligatorio.
Además Vizzotti anunció que se habilitan reuniones al aire libre sin tope máximo de personas y dijo que a partir del primero de octubre se autoriza el ingreso de extranjeros de países limítrofes sin aislamiento. Reapertura de fronteras terrestres a pedido de gobernadores (habrá corredores seguros).
domingo, 26 de septiembre de 2021
Cinco datos escandalosos sobre la desigualdad extrema global y cómo combatirla
La desigualdad extrema está fuera de control. Cientos de millones de personas viven en la pobreza extrema mientras las élites más ricas reciben enormes ganancias. Nunca ha habido tantos milmillonarios, y su riqueza ha alcanzado un récord histórico. Mientras tanto, las personas en mayor situación de pobreza del mundo se han empobrecido aún más.
Numerosos Gobiernos están alimentando esta crisis de desigualdad al conceder enormes beneficios fiscales a las grandes empresas y las personas ricas mientras siguen sin financiar adecuadamente servicios públicos básicos, como la salud y la educación.
Las personas en situación de pobreza son quienes se ven más afectadas por estas políticas. Los costes humanos son enormes, y son las mujeres y las niñas las que más sufren las consecuencias. A pesar de la enorme contribución que las mujeres y las niñas realizan a través del trabajo de cuidados no remunerado, son uno de los grupos que menos se benefician del sistema económico actual.
Esto tiene que cambiar. Y el cambio es posible.
Únete a nuestro movimiento para pedir a los Gobiernos que apliquen impuestos justos a las grandes empresas y las personas ricas y que inviertan en servicios públicos básicos que permitan a las mujeres y las niñas salir de la pobreza.
Únete y actúa ahora
Pobreza extrema vs. riqueza extrema: ¿cúal es la magnitud de la desigualdad?
EL 1% MÁS RICO DE LA POBLACIÓN POSEE MÁS DEL DOBLE DE RIQUEZA QUE 6900 MILLONES DE PERSONAS.
CASI LA MITAD DE LA HUMANIDAD VIVE CON MENOS DE 5,50 DÓLARES AL DÍA.
1. Llenando los bolsillos de los milmillonarios. En la cúspide de la pirámide económica, un reducidísimo grupo de personas, fundamentalmente hombres, acumulan billones de dólares. Sus fortunas y su poder crecen de forma exponencial. Actualmente, los milmillonarios poseen más riqueza que 4600 millones de personas (el 60% de la población mundial). Mientras, aproximadamente 735 millones de personas siguen viviendo en la pobreza extrema. Una factura médica o una mala cosecha bastarían para que muchas otras se vieran sumidas en la miseria.
TAN SOLO 4 CENTAVOS DE CADA DÓLAR RECAUDADO SE OBTIENEN A TRAVÉS DE IMPUESTOS SOBRE LA RIQUEZA.
LOS SÚPER RICOS ELUDEN HASTA EL 30 % DE SUS OBLIGACIONES FISCALES.
2. Exiguos impuestos sobre la riqueza. Además de ver cómo sus fortunas siguen creciendo, los más ricos (al igual que las empresas que poseen) disfrutan también de los niveles impositivos más bajos de las últimas décadas. A su vez, el peso fiscal recae de manera desproporcionada sobre las trabajadoras y trabajadores. Cuando los Gobiernos conceden beneficios fiscales a las grandes empresas y las personas ricas, hay menos dinero para servicios básicos como la educación y la salud, lo que incrementa aún más el volumen de trabajo de cuidados que recae sobre las mujeres y las niñas.
EN LA ACTUALIDAD, HAY 258 MILLONES DE NIÑAS Y NIÑOS SIN ESCOLARIZAR: UNO DE CADA CINCO.
POR CADA 100 NIÑOS QUE ESTÁN SIN ESCOLARIZAR, HAY 121 NIÑAS A LAS QUE SE PRIVA DE SU DERECHO A LA EDUCACIÓN.
3. Servicios públicos infradotados. Al mismo tiempo, los servicios públicos sufren un déficit crónico de financiación o se subcontratan a empresas privadas que excluyen a las personas más pobres. En muchos países, los servicios de educación o salud de calidad se han convertido en un lujo que solo se pueden permitir las personas ricas. Esto repercute gravemente en el futuro de las niñas y niños y en las oportunidades que tendrán para disfrutar de una vida más larga y próspera.
CADA DÍA, 10 000 PERSONAS PIERDEN LA VIDA POR NO PODER COSTEARSE LA ATENCIÓN MÉDICA.
CADA AÑO, 100 MILLONES DE PERSONAS SE VEN ARRASTRADAS A LA POBREZA EXTREMA POR LOS GASTOS MÉDICOS QUE DEBEN AFRONTAR.
4. Una esperanza de vida cercenada. En la mayoría de los países, tener dinero es el mejor pasaporte para disfrutar de una buena salud y tener una mayor esperanza de vida. En cambio, la pobreza suele acarrear el padecimiento de más enfermedades y una muerte más prematura. La esperanza de vida en las comunidades pobres es entre 10 y 20 años inferior que en las zonas prósperas. En los países en desarrollo, una niña o niño de una familia pobre tiene el doble de probabilidades de morir antes de los 5 años que una niña o niño de una familia rica.
LOS 22 HOMBRES MÁS RICOS DEL MUNDO TIENEN MÁS RIQUEZA QUE TODAS LAS MUJERES DE ÁFRICA.
EL TRABAJO DE CUIDADOS EJERCIDO POR MUJERES EQUIVALE A 10,8 BILLONES DE DÓLARES ANUALES EN LA ECONOMÍA MUNDIAL.
5. La desigualdad es sexista. Con menos ingresos y activos que los hombres, las mujeres constituyen la mayor parte de los hogares más pobres del mundo; un porcentaje que va en aumento. Tienen más probabilidades de ocupar empleos precarios y mal remunerados, contribuyendo a la economía de mercado como mano de obra barata e incluso gratuita También apoyan a los Estados dedicando miles de millones de horas al trabajo de cuidados, remunerado o no: una contribución enorme y no reconocida a nuestras sociedades y a la prosperidad económica.
lunes, 20 de septiembre de 2021
LA SOCIEDAD ALIENADA | POR PAULO FREIRE
"El ser alienado no busca un mundo auténtico. Esto provoca una nostalgia; añora otro país y lamenta haber nacido en el suyo. Tiene vergüenza de su realidad. Vive en el otro país y trata de imitarlo y se cree culto mientras menos nativo es". - Paulo Freire
Por: Paulo Freire
Cuando el ser humano pretende imitar a otro ya no es él mismo. Así también la imitación servil de otras culturas produce una sociedad alienada o sociedad objeto. Mientras más una persona quiere ser otro, menos ella misma es.
La sociedad alienada no tiene conciencia de su propio existir. Un profesional alienado es un ser inauténtico. Su pensar no está comprometido consigo mismo, no es responsable. El ser alienado no mira la realidad con criterio personal sino con óptica ajena. Por eso vive una realidad imaginaria y no su propia realidad objetiva. Vive a través de la visión de otro país. Se vive Rusia o Estados Unidos, pero no se vive Chile, Perú, Guatemala o Argentina.
El ser alienado no busca un mundo auténtico. Esto provoca una nostalgia; añora otro país y lamenta haber nacido en el suyo. Tiene vergüenza de su realidad. Vive en el otro país y trata de imitarlo y se cree culto mientras menos nativo es. Ante un extranjero tratará de ocultar las poblaciones marginales y mostrará barrios residenciales, porque piensa que las ciudades más cultas son las que tienen edificios más altos. Como el pensar alienado no es auténtico tampoco se traduce en una acción concreta.
Hay que partir de nuestras posibilidades para ser más uno mismo. El error no está en la imitación sino en la pasividad con que se recibe esta imitación o en la falta de análisis o autocrítica. Se piensa que los bolivianos o panameños son flojos, porque son tales. Por eso se trata de ser menos boliviano o panameño. Se cree que ser grande es imitar los valores de otras naciones. Sin embargo, la grandeza se expresa a través de la propia vocación nativa.
Otro ejemplo de alienación es la preferencia de los técnicos extranjeros con menosprecio de los nacionales.
La sociedad alienada no se conoce; es inmadura, tiene comportamiento ejemplarista: trata de conocer la realidad por diagnósticos extranjeros.
Los dirigentes solucionan los problemas con fórmulas que han dado resultado en el extranjero. Hacen importación de problemas y de soluciones. No conocen la realidad nativa. Antes de admitir soluciones extranjeras, habría que preguntarse cuáles eran las condiciones y características que motivaron esos problemas. Porque los 80'ó 90' de Rusia o de Estados Unidos no son los 80' ó 90' de Chile o Argentina. Somos contemporáneos en el tiempo, pero no en la técnica. Por lo demás, los técnicos extranjeros llegan con soluciones fabulosas, fuera de los prejuicios, que no corresponden a nuestra idiosincrasia.
Las soluciones importadas deben ser reducidas sociológicamente, es decir, estudiadas e integradas en un contexto nativo. Deben ser criticadas y adaptadas; en este caso, la importación es reinventada o re-creada. Esto es ya desalienación que no significa sino autovaloración.
Generalmente las élites culpan al pueblo de que es flojo o incapaz y por eso sus soluciones no resultaron. Así, las actitudes de los dirigentes oscilan entre un optimismo ingenuo o un pesimismo o desesperación. Es ingenuidad pensar en que la simple importación de soluciones salvará al pueblo. Le pasa esto a los candidatos que por no conocer a fondo los problemas del poder, hacen miles de promesas y al llegar al poder encuentran miles de obstáculos que, a veces, los hacen caer en pesimismo. No es deshonestidad, sino ingenuidad.
Encanto y desencanto – Por E. Raúl Zaffaroni
La derrota electoral del Frente de Todos en las primarias es el desencanto como consecuencia de no afrontar los múltiples conflictos que el poder económico, judicial y mediático le planteó desde el comienzo de su gestión. Zaffaroni afirma que el movimiento nacional y popular – que es el gran dinamizador del cambio en la sociedad argentina – siempre se vigorizó en la lucha en defensa de los sectores populares. Y esa defensa es resolución de problemas enfrentando los conflictos que producen.
Por E. Raúl Zaffaroni*
(para La Tecl@ Eñe)
Siempre es fácil criticar desde la tribuna a los que corren tras la pelota en el campo de juego. Si bien hay periodistas deportivos responsables que ilustran porque saben técnicamente lo que dicen, no cualquier “hincha” desde la tribuna reviste esas condiciones.
Pero una “goleada” como la del domingo impacta emocionalmente y la invitación a recomponerse y seguir adelante, no excluye que, sin caer en el juicio fácil ni pretender ningún monopolio de la verdad, haya algún “hincha” capaz de aportar algo, porque también desde la tribuna se tiene una visión más completa de la cancha y, en una de esas, en el entretiempo, es posible soplarle algo al técnico, que contribuya a revertir la situación, máxime cuando el riesgo futuro es el de un desastre de mayores dimensiones todavía que el que se recibió en 2019.
Vistas las cosas con la mayor frialdad posible dentro de lo humanamente exigible, ante todo no cabe duda que las dos pandemias -la del neoliberalismo y la del virus- dejaron una catástrofe, que es el contexto en que se debió gobernar en estos dos últimos años. A eso se sumó una situación institucional que no facilita las cosas, es decir, sin mayoría propia asegurada en las Cámaras del Congreso, con una justicia montada en parte “a dedo” con los “jueces propios” del “lawfare”, un ministerio público descabezado en manos de un funcionario a la medida de la oposición y una Corte Suprema en la vereda opuesta, no es precisamente el ideal. En lo económico, una deuda astronómica que se debe negociar esquivando “ajustes”. En lo social una marcada concentración de riqueza, con jubilaciones y pensiones por debajo de la línea de pobreza, inflación y descontrol de precios de alimentos, no son para nada buenos indicadores de mínima justicia social, teniendo en cuenta que en los cuatro años previos se había acentuado mucho la estratificación y consiguiente desigualdad social. En lo político, las cosas tampoco son sencillas, porque se cuenta con una fuerza política “frentista” que, si bien goza de una sana heterogeneidad y tiene una militancia envidiable, algunas veces parece agrupar más por el pánico que por el amor.
Todo ese paquete de elementos negativos lo cierra el moño del partido político de medios –llamado “medios hegemónicos”- y una oposición desalmada y jugada por los intereses financieros, que no respeta el menor y más elemental límite ético y a veces ni siquiera humano.
Pero sin perjuicio de todo lo anterior –que sólo alguien privado de los cinco sentidos podría negar- también debe reconocerse que, para el electorado, se hicieron algunas cosas mal o no se hicieron, y la reacción fue un garrotazo electoral que obliga a escuchar la “vox populi” y a pensar seriamente qué dice.
Esto último es ahora una verdad poco discutible, porque es obvio que algo determinó que una parte del 48% del 2019 decidiese dispersarse en forma que, desde un frio cálculo lógico no resulta racional, porque no se explica que quienes más sufren voten a quienes proponen derogar la indemnización por despido y emiten juicios elitistas desde Palermo, o bien no voten y les dejen el campo libre.
Pero esto no significa que esa parte del electorado sea “irracional” ni que se “corra a la derecha fascista”. Estas afirmaciones superficiales son falsas, implican una subestimación ofensiva a nuestro pueblo, que fue el mismo que votó hace dos años, y además son formuladas sin tener en cuenta que “derecha” e “izquierda” son conceptos que deben matizarse en una región victimizada por el tardocolonialismo financiero con disfraz “liberal”.
Estas simplezas olvidan que la “bronca” contra la injusticia no sale de la razón sino de la esfera emocional o afectiva, que hace que cuando alguien sienta una profunda “bronca”, le tire al otro con lo que tiene más a mano.
Es cierto que lo más determinante fue la economía, que privilegió lo macroeconómico en desmedro de lo “micro”, tal como lo señalan algunos protagonistas en sus primeras reacciones, pues por lo que sea, lo cierto es que no se logró revertir la pobreza que dejó la pandemia neoliberal. En consecuencia, no sólo será necesario escuchar mejor, sino resolver el problema. Pero para eso, entre otras cosas, también será necesario plantarse frente a los “formadores” de precios y, con toda seguridad, eso generará un conflicto.
También generaría un conflicto de máxima resonancia plantarse frente a una Corte Suprema que pondrá todos los obstáculos imaginables e inimaginables a cualquier medida económica fuerte, como lo demostró al asumir el papel de máxima autoridad científica en epidemiología y al no importarle que se haya condenado a alguien en base al dicho de un testigo sobornado. No menos estruendo conflictivo causaría confrontar con los jueces del “lawfare”, que continúan alegremente su campaña persecutoria con presos políticos y procesos inventados.
Más grave aún sería el conflicto que generaría restablecer la vigencia de la “ley de medios”, pues se volvería loco el partido político único del monopolio mediático (versión folklórica de trozos del “Pravda” y del “Völkischer Beobachter” con “chimichurri”) que todos los días lanza las peores infamias y hace circular las “fake news” más escandalosas e insólitas, hasta tomar impunemente cualquier veneno por televisión.
Es verdad que no conviene abrir todos los frentes de lucha y menos generar conflictos gratuitos, pero la cuestión es que los problemas existen y no es posible resolverlos sin pisarle algún pie a alguien y generar un conflicto. Es inevitable optar entre “conflicto y solución” y “no conflicto y no solución”.
Es más que obvio que no siempre se sale bien parado del conflicto, pero el 48% que en 2019 votó contra los que estaban destruyendo el país, lo hizo siguiendo la bandera de una fuerza política nacional y popular, enmarcada históricamente en el movimiento emancipador que postula como objetivos estratégicos la soberanía política, la independencia económica y la justicia social.
El movimiento nacional y popular argentino tuvo luces y sombras, alguna “agachada” en que vendió las “joyas de la abuela”, pero incluso en esos malos momentos nunca descuidó la microeconomía y, cuando hubo que remontar el desastre, retomó la épica del conflicto. Perón, Eva Perón, Néstor y Cristina no le tuvieron miedo al conflicto, que es inevitable para resolver problemas. Y a lo largo de casi ochenta años hubo confrontaciones que dieron lugar a triunfos y derrotas. ¡Vaya si hubo batallas perdidas en la lucha! Pero también otras ganadas, por cierto, y por suerte muchas.
Los sociólogos suelen dividirse entre “sistémicos” y “conflictivistas”. Hay quienes conciben a la sociedad como un “sistema” asentado sobre el “consenso”, y otros como un conjunto de grupos en conflicto con cierto equilibrio inestable. Ninguna de ambas visiones es verificable, pero se trata de algo así como dos armarios en que cada sociólogo ubica los hechos sociales y desde allí los explica. En esto, ambos tienen dificultades, porque los organicistas o “sistémicos” no pueden explicar bien la dinámica de las sociedades, y los “conflictivistas” tampoco los elementos de permanencia. Pero lo único cierto es que el “conflicto” es el motor de los cambios sociales y, como ninguna sociedad humana es estática, el conflicto es inherente a toda sociedad.
El movimiento nacional y popular fue siempre de lucha y, como en sus momentos de mayor brillo, para resolver problemas no escatimó plantear conflictos, fue el gran dinamizador del cambio en la sociedad argentina. Incluso cuando no tuvo éxito, igualmente planteó bien el conflicto, con posiciones claras, de modo que todos entendieran que si no se pudo no fue por falta de vocación de cambio, sino que “si ahora no fue, será en la próxima” y la lucha sigue.
Esa lucha política siempre es por derechos, porque éstos nunca se obtienen por “consenso” ni por cesión graciosa, sino por conflicto. No se trata de hacer lo imposible, sino de hacer lo posible y esforzarse para que lo imposible sea posible y, si no lo fuere, que quede claro que se planteó el conflicto y que se seguirá luchando sin temor, porque el conflicto es lo que atrae y encolumna, no sólo a los jóvenes sino a todos, pues marca el camino de lucha por los derechos y de paso, también hace que a la hora de obtenerlos se valoren y se cuiden más.
Nadie tiene la flauta mágica para encantar, pero tampoco se lo hace con la invocación del “consenso”, en especial cuando no puede haberlo, porque es imposible consensuar con un contrincante que no cesa de dar trompadas y rodillazos por debajo del cinturón ante la mirada distraída de un árbitro que juega para el otro. Es imposible “acordar” nada en estas condiciones.
Quizá el único acuerdo básico que, pese a algún balazo de 22 y algún bombazo, todavía se respeta bastante –en comparación con otros países de la región- es la no violencia física, porque la verbal y escrita se perdió hace mucho y el respeto al “otro” no se diga. Ojalá sigamos conservando ese límite mínimo y nos esforcemos por hacerlo, porque los del otro lado, desde 1930 en adelante no fueron precisamente Gandhi, sino que hasta el día antes de irse del gobierno contrabandearon armas para que la dictadura boliviana masacrase a sus ciudadanos pobres.
El pueblo observa y percibe que, mientras sufre con las jubilaciones y salarios de miseria, se evita el conflicto, cuidando no ofrecer muchos flancos de ataque a la tribuna de doctrina “gorila” y al pulpo mediático del partido único.
Esto no significa negar lo positivo hecho en estos dos años, porque es innegable que se hicieron cosas. La primera es que si en 2019 ese 48% no hubiese votado como lo hizo, hoy se habrían muerto “los que tenían que morirse” y tendríamos tres veces más muertos, conforme al criterio de que los “débiles” deben desaparecer, al estilo del viejo Spencer, resucitado y maquillado por nuestro neoliberalismo “prêt à porter”.
Es innegable que se hicieron cosas muy positivas en estos dos años, pero con el “no hagan ola” se quisieron captar a quienes no habían sido parte del 48% en el 2019 y, como siempre sucede en estos casos, no se encanta a los “otros” y se desencanta a los propios, porque el encanto se produce con el conflicto, que convoca y genera el sentimiento de pertenencia, de comunidad de lucha por los derechos. En la carrera “se ven los pingos” y, aunque se salga averiado, las banderas quedan en alto y la lucha sigue, porque es la esencia misma de la política.
Cuidado que con esto no se debe entender que la esencia de la política sea elegir al “otro” al que aniquilar, como decía el nazi Carl Schmitt. No, en modo alguno, no se trata de “aniquilar” a nadie, pero sí de luchar, de competir, de estar en la cancha o en el “ring”, tratando de ganar, no de “aniquilar” ni destruir. Quien pretenda hacer lo de Schmitt es un criminal degenerado al que hay que sacar del juego de la política y meterlo en la cárcel, porque el conflicto no es una lucha entre asesinos, sino entre competidores. La política es eso, competencia conflictiva, y deja de ser tal cuando se la entiende como mera “administración”, aunque sea prolija.
Por esa razón, sin duda habrá que resolver los problemas de los más humildes, pero para eso será inevitable entrar en conflicto con fuertes poderes fácticos, con el partido político único de medios y también con el árbitro que juega en contra. Nadie sabe si se saldrá bien o mal del conflicto, pero hay que plantearlo y así se recuperará la épica de lo nacional y popular.
El pueblo no es injusto y, por eso, no es verdad que el voto de quienes no repitieron el de 2019 fue un “voto castigo”, no lo fue, pero fue un “voto desencanto”. Perón convocando a los sindicatos o lanzando la campaña contra la especulación, Evita desafiando a la oligarquía, Néstor denunciando a la “mayoría automática”, bajando el cuadro o confrontando con el supuesto “campo”, no esquivaron los conflictos y justamente por eso señalaron caminos, sumaron, generaron lazos empáticos de solidaridad, pertenencia y comunidad, en una palabra, encantaron.
Un movimiento popular y nacional que durante ochenta años luchó, ganó y perdió, pero siempre confrontó, sufrió las peores derrotas y se rehízo, padeció las “agachadas” de sus propios y supo recuperar su identidad, si de pronto muestra temor al conflicto, no puede menos que desencantar. Ese es el problema y, además, si los conflictos que esquiva son los que hacen a la microeconomía y de paso deja a sus compañeros presos o procesados, el desencanto es aún más inevitable.
Por otra parte, la comunicación en el reducido espacio de poder mediático que se pudo retener, no fue la mejor. No era imaginable que en 1945 el peronismo centrase su publicidad en mostrar las internas entre los radicales “unionistas” e “intransigentes” de aquel momento.
Ahora, si por un lado se quiso organizar un grupo de meditación y al frente le montaron un “ring”, no fue lo más sensato centrar la atención en el “ring” opositor, porque siempre ese espectáculo atrae más público y, al final, lo que se hace es dar publicidad a los boxeadores.
Desde la tribuna –sin pretensión de verdad, sólo como opinión de “hincha” observador- estamos seguros que se remontará el cachetazo, porque lo nacional y popular se renueva pero nunca desaparece, pero para eso será necesario “reencantar”, lo que presupone ponerse a confrontar en serio.
Sólo así los jóvenes y los no jóvenes saldrán de una “apatía” que no es tal, sino puro desencanto, porque mientras padecen injustamente no se les muestra ningún camino ni se los convoca a ninguna lucha por sus derechos y se muestra temor al conflicto ineludible. Por eso se “embroncan” y tiran con lo que tienen a mano, que no son más que los “boxeadores” del “ring” opositor, previamente publicitados por los propios.
CARTA URGENTE AL PRESIDENTE DE LA NACIÓN
Cambie lo que tenga que cambiar, pero cambie ya. Reemplace a los funcionarios que no funcionan. Cambie de rumbo, y de manera urgente, su política económica. Deje de preocuparse porque su ministro de economía le hable a los mercados y al FMI. Transforme en épica nacional la denuncia contra la espuria deuda externa que nos dejó el macrismo asociado al FMI. Un pueblo lo acompañará. Salga de esa encerrona, por favor. Tenga un ministro que escuche y le solucione los problemas a los laburantes y a la clase media. Ponga plata en los bolsillos de los consumidores. Pero no monedas, sino plata en serio. Falta plata para comprar la comida en los hogares populares, Presidente. Convoque a los que saben de Comunicación para que de manera urgente instalen un sistema de Comunicación gubernamental que hoy no existe. Barra a la manga de alcahuetes e inútiles que lo rodean y no saben un pito de Comunicación. Intervenga el canal público para que podamos tener programas federales de debate político donde difundamos todos los días las obras del gobierno, y el proyecto nacional y popular pueda expresarse libremente. Ordene reemplazar allí los programas de banalización y juegos y timbas que no tienen nada que ver con nuestra historia. Federalice la comunicación. Póngale cámaras al trabajo hormiga y silencioso que hacen muchos y muchas funcionarias. Deje de pagar las municiones (calibre pauta publicitaria) de los medios que se declaran enemigos del gobierno y de la democracia. ¿Se imagina usted al General San Martín asistiendo a los godos con caballos y mulas, cañones y fusiles? Sabíamos, y lo venimos diciendo de hace rato, que de una crisis humanitaria como la que genera la pandemia, se sale por derecha o por izquierda. (Perdón el reduccionismo pero estamos apurados). O sea. No se sale por el medio, porque la línea del medio se esfumó. Plata en el bolsillo. Vacunas a granel. Buena comunicación popular. Y un pueblo movilizado. Acuérdese del programa “6, 7,8”. Sí, ya sé; muchos de ustedes lo descalificaron diciendo que bajaba línea. Mire. Era un programa que abría cabezas. Ejercía el pensamiento crítico desde una toma de posiciones claramente definida. Por allí pasó Beatriz Sarlo y otras preciosuras más de la derecha. Mientras hoy, algunos periodistas “amigos” creen que aportan ejerciendo una visión alcahueta y mediocre de la realidad. Y para peor, metiendo cizaña entre nosotros. Aún así no se detenga en largas jornadas de reflexión y autocrítica porque hay que hacer todo ahora. El reloj rumbo a noviembre comenzó su tic-tac. Presidente: yo le escuché decir alguna vez que usted adscribe a esa sentencia que dice que en este siglo pos moderno ya no existe la derecha ni la izquierda. ¡Pamplinas Presidente! La derecha es la que excluye, reprime, hambrea a nuestro pueblo y es la que ganó las PASO. La izquierda somos nosotros, el pueblo descalzo, aunque no nos guste que nos cuelguen ese cartelito. Nosotros somos peronistas y por tanto, nos ubicamos a la izquierda del teatro de la humanidad, tenemos una historia como pueblo con dos siglos de experiencias en victorias y derrotas. De allí nace nuestra mística. Frote la lámpara de esa historia y le aparecerán los Héroes de Malvinas, los criollos que enfrentaron al enemigo anglo-francés en la Vuelta de Obligado, las montoneras del Chacho Peñaloza y Felipe Varela, los pueblos originarios que resistieron hasta su último lanza, los cabecitas mojándose las patas en la fuente del 17 de Octubre, Evita diciendo que “aunque deje en el camino jirones de mi vida yo se que ustedes levantarán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria”, aparecerá Sebastián Borro gritando “Patria sí, colonia no” desde el Frigorífico Lisandro de la Torre en plena Resistencia peronista, aparecerán los 30 mil y Rodolfo Walsh y Paco Urondo. Esa es la mística que nos hace falta hoy. Cuidemos a nuestros candidatos y candidatas y pidámosles que levanten en alto la causa del feminismo y de la causa ambiental. Por allí andan nuestros jóvenes. Esperando más de ese peronismo y menos amiguismo hueco. Llegaremos a tiempo si se hace todo ya. De lo contrario, se instalará un clima de época de derecha y entonces sí, a llorar al campito. No le pida a la militancia que salga a explicar nada. Es usted el que tiene el bastón de mariscal. Actúe rápidamente y un millón de militantes orgullosos saldrá sin que nadie les pida, a decirles a los vecinos y vecinas: “¿vieron que el Presidente los escuchó?”
Tic- tac. Tic-tac. El reloj de la historia nos marca la hora, Presidente. Aquí no se rinde nadie. ¡Vamos que podemos!
ODIO A LOS INDIFERENTES Por: Antonio Gramsci
Odio a los indiferentes. Creo, como Friedrich Hebbel, que «vivir significa tomar partido». No pueden existir quienes sean solamente hombres, extraños a la ciudad. Quien realmente vive no puede no ser ciudadano, no tomar partido. La indiferencia es apatía, es parasitismo, es cobardía, no es vida. Por eso odio a los indiferentes.
La indiferencia es el peso muerto de la historia. Es la bola de plomo para el innovador, es la materia inerte en la que a menudo se ahogan los entusiasmos más brillantes, es el pantano que rodea a la vieja ciudad y la defiende mejor que la muralla más sólida, mejor que las corazas de sus guerreros, que se traga a los asaltantes en su remolino de lodo, y los diezma y los amilana, y en ocasiones los hace desistir de cualquier empresa heroica.
La indiferencia opera con fuerza en la historia. Opera pasivamente, pero opera. Es la fatalidad, aquello con lo que no se puede contar, lo que altera los programas, lo que trastorna los planes mejor elaborados, es la materia bruta que se rebela contra la inteligencia y la estrangula. Lo que sucede, el mal que se abate sobre todos, el posible bien que un acto heroico (de valor universal) puede generar no es tanto debido a la iniciativa de los pocos que trabajan como a la indiferencia, al absentismo de los muchos. Lo que ocurre no ocurre tanto porque algunas personas quieren que eso ocurra, sino porque la masa de los hombres abdica de su voluntad, deja hacer, deja que se aten los nudos que luego sólo la espada puede cortar, deja promulgar leyes que después sólo la revuelta podrá derogar, deja subir al poder a los hombres que luego sólo un motín podrá derrocar.
La fatalidad que parece dominar la historia no es otra cosa que la apariencia ilusoria de esta indiferencia, de este absentismo. Los hechos maduran en la sombra, entre unas pocas manos, sin ningún tipo de control, que tejen la trama de la vida colectiva, y la masa ignora, porque no se preocupa. Los destinos de una época son manipulados según visiones estrechas, objetivos inmediatos, ambiciones y pasiones personales de pequeños grupos activos, y la masa de los hombres ignora, porque no se preocupa. Pero los hechos que han madurado llegan a confluir; pero la tela tejida en la sombra llega a buen término: y entonces parece ser la fatalidad la que lo arrolla todo y a todos, parece que la historia no sea más que un enorme fenómeno natural, una erupción, un terremoto, del que son víctimas todos, quien quería y quien no quería, quien lo sabía y quien no lo sabía, quien había estado activo y quien era indiferente. Y este último se irrita, querría escaparse de las consecuencias, querría dejar claro que él no quería, que él no es el responsable. Algunos lloriquean compasivamente, otros maldicen obscenamente, pero nadie o muy pocos se preguntan: Si yo hubiera cumplido con mi deber, si hubiera tratado de hacer valer mi voluntad, mis ideas, ¿habría ocurrido lo que pasó? Pero nadie o muy pocos culpan a su propia indiferencia, a su escepticismo, a no haber ofrecido sus manos y su actividad a los grupos de ciudadanos que, precisamente para evitar ese mal, combatían, proponiéndose procurar un bien.
La mayoría de ellos, sin embargo, pasados los acontecimientos, prefiere hablar del fracaso de los ideales, de programas definitivamente en ruinas y de otras lindezas similares. Recomienzan así su rechazo de cualquier responsabilidad. Y no es que ya no vean las cosas claras, y que a veces no sean capaces de pensar en hermosas soluciones a los problemas más urgentes o que, si bien requieren una gran preparación y tiempo, sin embargo, son igualmente urgentes. Pero estas soluciones resultan bellamente infecundas, y esa contribución a la vida colectiva no está motivada por ninguna luz moral; es producto de la curiosidad intelectual, no de un fuerte sentido de la responsabilidad histórica que quiere a todos activos en la vida, que no admite agnosticismos e indiferencias de ningún género.
Odio a los indiferentes también porque me molesta su lloriqueo de eternos inocentes. Pido cuentas a cada uno de ellos por cómo ha desempeñado el papel que la vida le ha dado y le da todos los días, por lo que ha hecho y sobre todo por lo que no ha hecho. Y siento que puedo ser inexorable, que no tengo que malgastar mi compasión, que no tengo que compartir con ellos mis lágrimas. Soy partisano, vivo, siento en la conciencia viril de los míos latir la actividad de la ciudad futura que están construyendo. Y en ella la cadena social no pesa sobre unos pocos, en ella nada de lo que sucede se debe al azar, a la fatalidad, sino a la obra inteligente de los ciudadanos. En ella no hay nadie mirando por la ventana mientras unos pocos se sacrifican, se desangran en el sacrificio; y el que aún hoy está en la ventana, al acecho, quiere sacar provecho de lo poco bueno que las actividades de los pocos procuran, y desahoga su desilusión vituperando al sacrificado, al desangrado, porque ha fallado en su intento.
El camino al infierno está sembrado de pequeños olvidos.
En julio de 2016 Massalin Particulares cerró su fábrica en Tucumán.
🔴 En septiembre Yovilar cerró la planta que producía aceitunas en La Rioja.
🔴 En noviembre cerró la textil Guilford en Comodoro Rivadavia, 200 despidos.
🔴En enero de 2017 Alpargatas decidió cerrar su fábrica de Florencio Varela. En los siguientes dos años y medio se deshizo de ocho de sus nueve plantas, pasando de tener casi 4000 empleados apenas 700.
🔴 También en enero de 2017 Banghó cerró su fábrica de computadoras de Vicente López, la que había inaugurado Cristina en 2011. La empresa pasó de 1000 empleados a 400.
🔴 Ese mismo mes cerró Cerámica San Lorenzo en San Luis.
🔴 En febrero de 2017 Pampero cerró su planta textil en Chaco,
🔴 La Serenísima cerró su planta en Rufino y
🔴 Puma cerró su planta en Sanagasta.
🔴 En marzo Atanor cerró sus plantas de Baradero y Munro.
🔴 En abril la quesera Magnasco en Santa Fe.
🔴 En febrero de 2017 Pampero cerró su planta textil en Chaco.
🔴 En julio de 2017 cerró la fábrica de fideos Manera, de Bahía Blanca, que llevaba 90 años de producción.
🔴 En agosto cerró la autopartista Plascar, de Córdoba, despidiendo a sus 250 trabajadores.
🔴 En septiembre de 2017 el grupo multinacional Aliaxis se va de la Argentina cerrando su fábrica de tubos de plástico Nicoll Eterplast, que se encontraba en La Tablada y empleaba a casi 200 operarios.
🔴 Ese mismo mes Adidas efectuó 124 despidos en su planta de Esteban Echeverría.
🔴 En octubre de 2017 cerró la textil Rolmen.
🔴 En noviembre la química alemana Lanxess cerró su planta en Zárate,
🔴 La Serenísima su planta de Las Varrillas (Córdoba).
🔴 En enero de 2018 cerraron la planta de Ilolay en Santa Fe y
🔴 La fábrica de plásticos Bopp en Campana.
🔴 En febrero de 2018 BGH cerró su planta de Tucumán y
🔴 Dulcor su planta aceitunera en Catamarca.
🔴Ese mismo mes cerró la histórica fábrica de medias Ciudadela, que funcionaba desde 1949,
🔴 y el gobierno nacional cerró Fanazul, la planta de Fabricaciones Militares en Azul.
🔴 En marzo de 2018 la química Room and Haas, de la estadounidense The Dow Chemical Company, cerró su planta en Zárate, mientras que
🔴 en Catamarca cerraba la tradicional fábrica Barbero, con más de tres décadas de historia.
🔴 En abril de 2018 Carrefour inició un proceso que derivó en el cierre de varias sucursales y cientos de despidos en los siguientes meses.
🔴 También en abril cerró la fábrica de electrodomésticos Mabe, en Haedo, dejando caso 200 trabajadores en la calle.
🔴 En mayo de 2018 Mirgor cerró una de sus fábricas de celulares en Tierra del Fuego, mientras que
🔴 En San Luis Cannon Puntana despidió a 100 de sus 130 empleados.
🔴 En junio cerró la panificadora Maitén, de Chacabuco, proveedora de Don Satur.
🔴 En julio de 2018 cerró la fábrica de plásticos Chemton en Moreno.
🔴 En agosto la planta de Adidas en Esteban Echeverría, donde sólo quedaban 47 obreros de los 600 que tenía en 2016.
🔴 También en agosto, el gobierno nacional echó a 101 trabajadores de las fábricas militares de Córdoba.
🔴 En septiembre de 2018 Freddo cerró su fábrica de helados para "reconvertir el negocio".
🔴 En octubre Renault cerró Metalúrgica Tandil y despidió a más de 100 empleados, y
🔴 Canale cerró su planta en Llavallol, que tiempo después sería reabierta por sus trabajadores como cooperativa.
🔴 En noviembre de 2018 Acindar cerró su planta en Rosario, despidiendo a todos los trabajadores que quedaban,
🔴 La brasileña Paquetá cerró su planta en Chivilcoy, donde fabricaba Adidas y trabajaban casi 400 personas,
🔴 Eyelit cerró su planta en Catamarca y
🔴 Sancor en Bahía Blanca.
🔴 En abril de 2019 cerraron la planta de biodisel de Viluco, en Santiago del Estero,
🔴 La fábrica de envases de plástico Consevik, en el Parque Industrial Pilar, y
🔴 Otros 400 de la textil Alter Saic, en Chubut.
lunes, 13 de septiembre de 2021
Eduardo Aliverti sobre las PASO
Les adelanto lo que escribí recién para el diario y que, como se menciona al comienzo, tiene las habituales dificultades de hacerlo cuando los datos son demasiados frescos.
Consuelo muy menor: en el programa de ayer habíamos prevenido que se tuviera muchísimo cuidado con los bocas de urna...
Con el diario del lunes, y justo éste, tal vez no haya ocurrido nada que no debía ocurrir.
Como se sabe o imagina, escribir tan en caliente sobre los datos es nada fácil.
Con el correr de los días, naturalmente, se podrán mensurar mejor números particulares. Que los hay varios.
El primero, que mayormente no le interesa a nadie, es una concurrencia electoral muy considerable si se tiene en cuenta el marco pandémico y las previsiones de apatía generalizada.
Caramba: al fin y al cabo fueron elecciones primarias, y votó casi el 70 por ciento del padrón. ¿Dónde fueron a parar las advertencias de una abstención impactante?
Después, y antes de los números globales, se deberá escudriñar/comparar con rigor más estricto, no a las apuradas, algunos elementos como los siguientes, que entremezclan certezas e interrogantes. Van en orden aleatorio:
• ¿Terminó demostrado que jugaron un papel fundamental la foto de Olivos, las metidas de pata fraseológicas y la “demora” en la vacunación masiva? ¿O lo central fue una situación económica a la que la mayoría no le permitió disculpas?
• La ultraderecha expresada como libertaria que hizo una gran elección en CABA es un episodio repugnante, por donde quiera que se lo observe. Previo a preguntarse por cuál es el germen de delirantes de ese tamaño, que está bien, no hay que dubitar en horrorizarse.
• Derrotas oficialistas como las de Entre Ríos, Chaco, Santa Fe, La Pampa (otras, como Chubut, eran harto previsibles), conducen a marcar como seriamente deteriorada la relación entre el oficialismo nacional y la otrora “liga de gobernadores”.
• A la oposición le fue bien radicalizando su discurso. Visto, sobre todo, el resultado bonaerense y en específico de su conurbano, ¿faltó más Cristina? Obviamente es contrafáctico, pero, de piso, no hay que titubear en hacerse la pregunta.
• También es obvio que hubo voto bronca. Pero no es tan obvio si eso representa confianza en la oposición o que, simplemente, el enojo se canalizó a través de ella.
Nada de todo eso, ni en general ni en particular, modifica que la derrota del Gobierno es enorme en su categoría simbólica.
Ya vendrán las cuentas eventuales de la conformación del Congreso, pero lo cierto es que a nadie se le pasa por la cabeza que se votó pensando en la calidad de los candidatos. Esto fue un plebiscito sobre la gestión gubernamental.
Como ampliaremos brevemente líneas adelante, a pesar de todo es el Gobierno quien tiene en sus manos fugar en dirección positiva de este mazazo que no esperaba.
Más todavía, es el único recurso que le queda.
Lo que no está claro es cuánto será de probable que no se suma en la depresión, ni mucho menos cuánto le acertará a cambios imprescindibles.
Otra obviedad es que el Frente de Todos necesita conservar su unidad política a (casi) cualquier costo.
Las derrotas son amigas de que se confundan horizontes y el Gobierno no debe dejar el flanco de mostrarse en crisis.
Lo que se viene desde la oposición, en su totalidad, será un juego de desestabilización inmenso. Por tanto, los gestos de firmeza del elenco gubernamental que permanezca o se renueve serán claves. Del Gobierno y de la coalición.
Y como apostilla, no debe eludirse la mención al nuevo y grandioso fracaso de las encuestas, incluyendo el papelón de los boca de urna.
Más allá de que todos los consultores admitieron la incertidumbre porque, precisamente, venían de incendiarse; más allá de que influyó la ausencia de relevamientos presenciales, por la situación sanitaria y por sus costos; más allá de todo lo que se excuse, ni los encuestólogos cercanos al oficialismo ni los adherentes de la oposición, en sus pronósticos reservados, previeron siquiera de lejos estos resultados.
Pero faltaba la guinda del postre, que fue el conjunto de números trascendidos a lo largo de toda la jornada por parte de unos y otros.
Eso llevó no sólo a que los comunicadores simpatizantes del Gobierno se prendieran en apresurados análisis festejantes, y a que los opositores salieran desde las 18 con caras y voces de velorio.
La propia dirigencia cambiemita mostró en sus primeras apariciones una evidente sensación de derrota, frente a cifras bonaerenses extraoficiales que daban una diferencia muy significativa y capaz de compensar, tranquilamente, las caídas previstas en los distritos más grandes.
Pero fue la euforia desmedida de candidatos y dirigentes del FdT lo que llevó a prever que, sin dudas, debía haber datos irreversibles, corroborados, con seguridad provenientes de mesas-testigo a prueba de toda sorpresa.
¿Cómo es posible que se haya cometido semejante error? ¿No había ya experiencia suficiente con los yerros incluso inmediatamente previos, como lo fue que el mismo FdT se sorprendió por la distancia a su favor en las primarias de 2019?
En medio del clima de desazón que inunda al oficialismo por estas horas y del desafío agrandadísimo que ahora afronta, la cuestión parece menor y de hecho lo es. Pero no deja de ser otro síntoma de varias cosas a corregir, empezando por fallas insólitas en cómo se mide la temperatura popular por parte de quienes sí disponen de aparato para chequearla mucho mejor.
Lo peor que podría hacer el Gobierno es autoflagelarse, de todos modos. Y a sus cuadros y militantes les corresponde la misma responsabilidad.
Sin embargo, moverse de aquí a noviembre requiere de estímulos concretos que entusiasmen por fuera de discursos que, quedó claro, no alcanzan si solamente se trata de explicaciones (la pandemia, el consecuente bajón de la economía, la agresión mediática).
Se reveló indigerible que no se hayan podido domar índices inflacionarios que conforman récords mundiales. Que al menos no se haya intentado exhibir mayor fortaleza frente a los formadores de precios. Que tampoco, sin perder de vista los tremendos obstáculos impuestos por el bicho, haya habido un despliegue de ideas novedosas, básicas, impulsoras de un esquema productivo más atento a los sectores de la economía popular y al sostén de las pymes.
De que se debe barajar y dar de nuevo, como se dijo aquí hace una semana respecto de que hubiera victoria o derrota, no cabe la más mínima duda.
Pero el principio, muy complicado de asimilar en estos momentos de pesadumbre, es entender que ayer hubo la gran encuesta nacional. Ni menos ni más.
Habrá que ver qué significa en concreto lo que anoche expresó el Presidente sobre haber tomado nota de la voz del pueblo (aunque no sea cierto que nunca se equivoca), y de empezar hoy mismo con las correcciones de lo que evidentemente se hizo mal.
Seguramente, como uno de los aspectos apuntados será la comunicación, sin pretensiones de minimizarlo -este espacio ha sido crítico en ese sentido- cabe recordar que cuando hay serias fallas comunicativas es porque, primero, hay serias fallas políticas.
No sólo el Gobierno propiamente dicho sino también sus medios adictos deben revisar, con urgencia, el ir detrás en forma obsesiva de la agenda que les marca la oposición.
Pero para reemplazar eso se debe disponer de acciones que ocupen el lugar del desierto propositivo.
Y eso supone, como asimismo se señaló tantas veces, que no se puede tener un millón de amigos y no enojarse con nadie (salvo con los medios desaforados de la vereda opuesta como si además eso diera cabida a la sorpresa, como si no se supiera con qué bueyes se ara y como si fuese asunto de contestar con el indignómetro).
Si de veras se enfrentan dos modelos y por muy frase hecha que sea o parezca, hay que demostrarlo con hechos antes que con argumentos retóricos.
Eduardo Aliverti
domingo, 12 de septiembre de 2021
Con el sello de Cristina
"Pónganle q soy una morocha, una groncha peronista, pero me enteré de la suerte de la ex gobernadora, a quien la dueña le presta la plata para comprar su dpto. en la zona más cara de Bs.As. Y nadie le pregunta nada" Cristina Fernandez de Kirchner
lunes, 6 de septiembre de 2021
Bochorno
Desde el punto de vista de la FIFA, que es una corporación trasnacional, la situación es clara: hubo una interferencia del Estado nacional de Brasil en una competencia suya. Si la FIFA actúa como suele actuar en estos casos, debe suspender a Brasil por al menos cuatro años de sus competencias internacionales.
Aquí lo que hay es una lucha que está muy por encima del fútbol como deporte. Para la FIFA el fútbol es un negocio de miles de millones de dólares y esta corporación no suele aceptar la imposición de leyes nacionales.
Es para prestarle atención a la cosa, habrá consecuencias geopolíticas. Acá algo va a cambiar si la FIFA acepta la suspensión de un partido de eliminatorias (que es parte del Mundial) y la deportación de jugadores de una selección nacional. Esto es profundamente político.
Las eliminatorias son parte del Mundial de fútbol y eso es parte esencial del negocio de la FIFA. ¿Qué es la FIFA? Es una corporación trasnacional que no reconoce las leyes de los Estados nacionales sobre una cancha de fútbol.
Por ejemplo, si en un determinado país el Poder Judicial da un fallo sobre el fútbol que contradiga una decisión de la justicia deportiva, la FIFA sanciona con suspensión la totalidad de la asociación nacional en cuestión, tanto la selección como los clubes afiliados (Mundial, Copa América, Copa Libertadores, etc.)
¿Por qué la FIFA hace eso? Para meter presión. En países como los nuestros, ningún poder político puede darse el lujo de comerse una sanción y tener a sus equipos alejados de las competencias internacionales. Es por eso que la FIFA siempre se impone en las controversias.
Entonces lo que pasó aquí fue que un Estado nacional impuso su ley sobre una cancha de fútbol, interrumpió un evento de la FIFA y al parecer va a deportar a cuatro empleados suyos, que eso son los jugadores de fútbol en la práctica: empleados de la FIFA en este gran negocio.
Por eso, hay dos opciones: o la FIFA sanciona a Brasil o no lo hace. Si lo hace, va a realizar un mundial sin Brasil por primera vez en la historia, un shock. Si no lo hace, todos los demás sabrán que algo está por encima de la FIFA y muchas cosas van a cambiar en el mundo.
Es solo una cuestión de pesos y centavos y acá hay una corporación luchando contra otras corporaciones alrededor del asunto de la virulana, pero con un Estado nacional en el medio. Y es bueno saber quién va a salir triunfante de esta guerra mundial.
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Era obvio.Milei reconoció que trabajó para el genocida Bussi y cobraba del Estado
El supuesto libertario, en los 90, fue asesor del entonces diputado, Antonio Bussi, condenado por delitos de lesa humanidad e interventor de facto de Tucumán entre 1976 y 1978. A pesar de llevar defensores de genocidas en su lista, Milei negaba que su espacio representara a esa nefasta época. Este martes se terminó la mentira.
En la noche del martes, Javier Milei, el supuesto libertario defensor de la libertad, reconoció públicamente que fue asesor de Antonio Domingo Bussi, cuando éste tuvo un paso por el Congreso a principios de los 90. Bussi fue condenado por delitos de lesa humanidad e interventor de facto de Tucumán entre 1976 y 1978 durante la última dictadura cívico- mililitar.
A pesar de llevar defensores de genocidas en su lista, como Victoria Villarruel, los autoproclamados libertarios venían negando cualquier relación con ese periodo nefasto de la historia. "Bussi llegó a la banca por votación", dijo Milei, como si eso excusara el prontuario antiobrero y genocida del general torturador. Las evidencias se siguen acumulando. El discurso de la libertad no se puede sostener con este historial.
Pero no solo se cayó el discurso de la libertad, que en realidad es la libertad de que los empresarios puedan despedir trabajadores sin problemas. También salió a la luz, con esta declaración, que Milei no es ningún antisistema y forma parte desde siempre de la casta política que hundió al país. Y que fue empleado del Estado del que dice estar en contra.
En realidad, esa mentira nunca pudo ser sostenida, teniendo en cuenta que el economista es asesor en el grupo de Eduardo Eurnekian, quien es el cuarto contratista del Estado y recibe jugosos subsidios desde hace mucho tiempo. Incluso, el año pasado, había salido a la luz que la empresa que tiene a Milei en su plantilla fue beneficiada con el cobró del ATP. Una nuevo episodio de la novela en la que el Estado y los grandes empresarios son protagonistas de estafar al pueblo trabajador.
A cuento de estas declaraciones, la precandidata a legisladora porteña por el Frente de Izquierda Unidad, Alejandrina Barry, hija de desaparecidos y reconocida luchadora por los DDHH, denunció que mientras unos referentes del Frente de Todos critican a Milei, otros festejan el cumpleaños de uno de sus ídolos.
Así, expresó que la única forma de enfrentarse a estos personajes ultracosnervadores es hacerlo en todos los flancos y consecuentemente.
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