Proletarios Unidos, vieja consigna del padre del Socialismo Ciéntifico Carlos Marx, es un espacio que intentará reflejar, acercar y unir a todos aquéllos que se sientan parte de la clase trabajadora sin distinciones de partidos o ideologías. Así y con respeto, la idea es volcar temas, consignas, debates , opiniones, etc, para fomentar, acrecentar, valorar y concientizar el papel, el rol y los derechos de la clase trabajadora. Como manda la historia nacemos un 1 de mayo.
miércoles, 28 de agosto de 2024
miércoles, 14 de agosto de 2024
viernes, 9 de agosto de 2024
De Borón
El atronador y muy bien coordinado coro de los publicistas al servicio del imperio y sus clases dominantes ha escalado sus denuncias en contra del reciente proceso electoral venezolano. La campaña ha adquirido dimensiones ciclópeas por su generalización y por su tono, rabioso y vociferante. Para aquellos que erróneamente son considerados como “periodistas” en lugar de lo que son, operadores propagandísticos, la noticia internacional excluyente han sido las elecciones presidenciales en Venezuela. El genocidio en Gaza, el catastrófico derrumbe de Ucrania, el peligro de una Tercera Guerra Mundial y la catástrofe climática son nimiedades por comparación a los acontecimientos que tienen su epicentro en el país bolivariano. En este contexto se escuchan machaconamente pedidos de que las autoridades del Consejo Nacional Electoral “exhiban las actas”. Lo vienen exigiendo desde el lunes 28 de julio los presidentes de Brasil y Colombia mientras que su homólogo mexicano apelaba a la paciencia, a que se le diera tiempo al CNE que actuara en función de los 30 días que le ofrece la legislación electoral. Es oportuno recordar que en Estados Unidos, en la elección presidencial del 2000 que enfrentó a George W. Bush (hijo) con Al Gore, el Tribunal Supremo dictó sentencia ante una impugnación planteada por este último 35 días después del día de la elección, asignándole la victoria a Bush por una diferencia de 537 votos en la Florida, estado en el que, de pura casualidad, gobernaba su hermano. La actual impaciencia de los medios brilló por su ausencia en esa oportunidad. Y tampoco hubo quienes se desvivieran por exigir las actas mediante las cuales se designaba “Presidente Encargado” a Juan Guaidó, reconocido como tal por Washington, y sus indignos vasallos europeos y latinoamericanos. En fin, la demanda de exhibir las actas se actualizó el sábado pasado durante la conferencia que Cristina Fernández de Kirchner pronunciara en el Instituto de Formación Política del Morena, en México, lo cual alimentó la ofensiva mediática en contra del gobierno de Nicolás Maduro. No corrió igual suerte la ejemplar denuncia que la expresidenta argentina hiciera del criminal bloqueo que sufren Cuba y Venezuela, algo que la progresía bienpensante latinoamericana y los medios de la derecha jamás tienen en cuenta y que hablan de esos países como si gozaran de un margen de autonomía nacional como la que tienen Francia o Canadá. Lo que se ignora en medio de la gritadera de los medios y los politiqueros del imperio es que el Gran Polo Patriótico ya presentó las actas del comicio y lo hizo, en un insólito gesto del “dictador” Maduro, ante la Sala Electoral del Tribunal Superior Constitucional. Las actas, hay que decirlo, se entregan a cada partido y a sus respectivos fiscales al finalizar el escrutinio de cada mesa. Y, por supuesto, se envían al Consejo Nacional Electoral que las recibe por el sistema de transmisión montado a tal efecto que conecta la máquina de votación, en donde el elector marca su voto, con el servidor central del CNE. El ataque informático sufrido por Venezuela provocó la demora en conocerse los resultados de la elección presidencial, que invariablemente el CNE hace público una vez que hay un claro ganador con una irreversible ventaja en relación a su perseguidor. El hackeo afectó la transmisión de los datos, no así los encriptados contenidos de los mensajes, respaldado por los comprobantes que emite cada máquina y que firman todos los fiscales de cada candidato así como el presidente de mesa. Por eso se dice que el sistema electoral de la República Bolivariana de Venezuela es de los más confiables y transparentes del mundo. El problema es que quien no presentó las actas fue la Mesa de Unidad Democrática del candidato Edmundo González Urrutia. Resulta incomprensible que si tanto él como María Corina Machado están convencidos de que fueron los ganadores se negaran presentar sus actas ante la máxima instancia de la Justicia Electoral? El problema es que según la propia página de esa fuerza política lo que tienen son unas 9.400 actas de las 30.024 que constituyen el censo electoral, o sea en el mejor de los casos un tercio de los votos emitidos y a partir del cual proyectan la arrasadora victoria de González. Para colmo, muchas de las actas que pueden verse en el sitio web construido a tal efecto por Machado y González son falsas o inválidas porque no contienen los datos de los miembros de la mesa, los fiscales y la identificación de la máquina de votación, amén de otras irregularidades. Un dato curioso: cuando se examinan esas tan peculiares actas se comprueba que en los 24 distritos electorales el porcentaje de votos de González fue de 63 % y el de Maduro 30 %, lo que constituye un milagro sociopolítico que jamás vi en medio siglo de profesión. En los estados amazónicos tanto como en la sierra; en el campo como en la ciudad, la distribución de los votos entre González y Maduro es exactamente la misma. En suma: se trata de un dibujo, de una burda fabricación de datos que de ninguna manera puede sustentar la supuesta victoria de González. Sería bueno que también los periodistas, académicos y políticos que se la pasan vociferando para que «muestren las actas» tomen nota de esta situación absolutamente anómala. Lo que hay no son actas legítimas sino un «golpe blando en desarrollo» patrocinado por Washington y divulgado sincronizadamente por la inmensa mayoría de los medios de comunicación, controlados férreamente por la derecha. El objetivo de esta maniobra es provocar una crisis política y social en Venezuela, fomentar disturbios, violencia y generar un caos que propicie una eventual intervención de tropas mercenarias contratadas por el Pentágono para lograr el ansiado cambio de régimen que permita que la mayor reserva mundial de petróleo -que casualmente se encuentra en Venezuela- pase a manos de Estados Unidos. Ese es el plan, a no engañarse. El resto es cartón pintado, y la participación de la oposición en las elecciones fue sólo un pretexto para cantar “fraude” con meses de antelación y provocar la violencia que desataron al día siguiente de los comicios contratando a bandas armadas para que sembraran el terror y la destrucción en las calles. Pero el plan les salió mal y ahora tendrán que atenerse a las consecuencias.]El atronador y muy bien coordinado coro de los publicistas al servicio del imperio y sus clases dominantes ha escalado sus denuncias en contra del reciente proceso electoral venezolano. La campaña ha adquirido dimensiones ciclópeas por su generalización y por su tono, rabioso y vociferante. Para aquellos que erróneamente son considerados como “periodistas” en lugar de lo que son, operadores propagandísticos, la noticia internacional excluyente han sido las elecciones presidenciales en Venezuela. El genocidio en Gaza, el catastrófico derrumbe de Ucrania, el peligro de una Tercera Guerra Mundial y la catástrofe climática son nimiedades por comparación a los acontecimientos que tienen su epicentro en el país bolivariano. En este contexto se escuchan machaconamente pedidos de que las autoridades del Consejo Nacional Electoral “exhiban las actas”. Lo vienen exigiendo desde el lunes 28 de julio los presidentes de Brasil y Colombia mientras que su homólogo mexicano apelaba a la paciencia, a que se le diera tiempo al CNE que actuara en función de los 30 días que le ofrece la legislación electoral. Es oportuno recordar que en Estados Unidos, en la elección presidencial del 2000 que enfrentó a George W. Bush (hijo) con Al Gore, el Tribunal Supremo dictó sentencia ante una impugnación planteada por este último 35 días después del día de la elección, asignándole la victoria a Bush por una diferencia de 537 votos en la Florida, estado en el que, de pura casualidad, gobernaba su hermano. La actual impaciencia de los medios brilló por su ausencia en esa oportunidad. Y tampoco hubo quienes se desvivieran por exigir las actas mediante las cuales se designaba “Presidente Encargado” a Juan Guaidó, reconocido como tal por Washington, y sus indignos vasallos europeos y latinoamericanos. En fin, la demanda de exhibir las actas se actualizó el sábado pasado durante la conferencia que Cristina Fernández de Kirchner pronunciara en el Instituto de Formación Política del Morena, en México, lo cual alimentó la ofensiva mediática en contra del gobierno de Nicolás Maduro. No corrió igual suerte la ejemplar denuncia que la expresidenta argentina hiciera del criminal bloqueo que sufren Cuba y Venezuela, algo que la progresía bienpensante latinoamericana y los medios de la derecha jamás tienen en cuenta y que hablan de esos países como si gozaran de un margen de autonomía nacional como la que tienen Francia o Canadá. Lo que se ignora en medio de la gritadera de los medios y los politiqueros del imperio es que el Gran Polo Patriótico ya presentó las actas del comicio y lo hizo, en un insólito gesto del “dictador” Maduro, ante la Sala Electoral del Tribunal Superior Constitucional. Las actas, hay que decirlo, se entregan a cada partido y a sus respectivos fiscales al finalizar el escrutinio de cada mesa. Y, por supuesto, se envían al Consejo Nacional Electoral que las recibe por el sistema de transmisión montado a tal efecto que conecta la máquina de votación, en donde el elector marca su voto, con el servidor central del CNE. El ataque informático sufrido por Venezuela provocó la demora en conocerse los resultados de la elección presidencial, que invariablemente el CNE hace público una vez que hay un claro ganador con una irreversible ventaja en relación a su perseguidor. El hackeo afectó la transmisión de los datos, no así los encriptados contenidos de los mensajes, respaldado por los comprobantes que emite cada máquina y que firman todos los fiscales de cada candidato así como el presidente de mesa. Por eso se dice que el sistema electoral de la República Bolivariana de Venezuela es de los más confiables y transparentes del mundo. El problema es que quien no presentó las actas fue la Mesa de Unidad Democrática del candidato Edmundo González Urrutia. Resulta incomprensible que si tanto él como María Corina Machado están convencidos de que fueron los ganadores se negaran presentar sus actas ante la máxima instancia de la Justicia Electoral? El problema es que según la propia página de esa fuerza política lo que tienen son unas 9.400 actas de las 30.024 que constituyen el censo electoral, o sea en el mejor de los casos un tercio de los votos emitidos y a partir del cual proyectan la arrasadora victoria de González. Para colmo, muchas de las actas que pueden verse en el sitio web construido a tal efecto por Machado y González son falsas o inválidas porque no contienen los datos de los miembros de la mesa, los fiscales y la identificación de la máquina de votación, amén de otras irregularidades. Un dato curioso: cuando se examinan esas tan peculiares actas se comprueba que en los 24 distritos electorales el porcentaje de votos de González fue de 63 % y el de Maduro 30 %, lo que constituye un milagro sociopolítico que jamás vi en medio siglo de profesión. En los estados amazónicos tanto como en la sierra; en el campo como en la ciudad, la distribución de los votos entre González y Maduro es exactamente la misma. En suma: se trata de un dibujo, de una burda fabricación de datos que de ninguna manera puede sustentar la supuesta victoria de González. Sería bueno que también los periodistas, académicos y políticos que se la pasan vociferando para que «muestren las actas» tomen nota de esta situación absolutamente anómala. Lo que hay no son actas legítimas sino un «golpe blando en desarrollo» patrocinado por Washington y divulgado sincronizadamente por la inmensa mayoría de los medios de comunicación, controlados férreamente por la derecha. El objetivo de esta maniobra es provocar una crisis política y social en Venezuela, fomentar disturbios, violencia y generar un caos que propicie una eventual intervención de tropas mercenarias contratadas por el Pentágono para lograr el ansiado cambio de régimen que permita que la mayor reserva mundial de petróleo -que casualmente se encuentra en Venezuela- pase a manos de Estados Unidos. Ese es el plan, a no engañarse. El resto es cartón pintado, y la participación de la oposición en las elecciones fue sólo un pretexto para cantar “fraude” con meses de antelación y provocar la violencia que desataron al día siguiente de los comicios contratando a bandas armadas para que sembraran el terror y la destrucción en las calles. Pero el plan les salió mal y ahora tendrán que atenerse a las consecuencias.
domingo, 4 de agosto de 2024
viernes, 2 de agosto de 2024
PUEBLO EMPODERADO
Era fácil saber lo que sucedería en Venezuela. Desde Argentina, Milei y Clarín y desde los Estados Unidos, cualquiera, hablarían de fraude si ganaba Maduro. Miren la autoridad moral de Estados Unidos para mencionar la palabra fraude, ¿no? Después de lo que sucedió en la última elección y sigue pasando. Intento de golpe de Estado, denuncias que se prolongaron años y un costo de 800 millones de dólares a Trump y su partido hecho en juicio por de la empresa que hizo la elección. Porque mintieron. Mire a los que denunciaron fraude acá, y salvaron la ida al balotaje por dos puntos, caso Milei y el resto de la derecha. Nunca explican los fraudes. ¿Se acuerda de Cano cuando Scioli le ganó en Tucumán? ¿De Carrió antes de 2015? Todavía estarían hablando de fraude si no hubieran ganado las elecciones limpias de las que participaron. La mafia de Clarín dice que van 25 años de fracaso económico y social de Venezuela. Debe ser fácil tener éxito bloqueados, ¿no? Aquí una vez hicieron un escándalo inventando que faltaban tampones, ¿se acuerda? Eso era el final del mundo. Estábamos rodeados. Imagina el pueblo venezolano con todo lo que le han quitado, robado, impedido de llegar en todos estos años. Imagínese un instante, nada más, cómo es la situación de Venezuela. Y luego pregúntese cómo fue posible la victoria. Y la explicación es un pueblo empoderado, un pueblo que tenía menos que nada y pasó a tener un poquito. Piense en el valor de la dignidad, que está siempre en juego, luego de tanta humillación. La primera vez que estuve en Caracas fue en 1970. En el viaje del aeropuerto a la ciudad me parecía ver casitas de muñeca trepando las montañas que pintaban el valle en el aire de la primavera eterna. No eran casitas. Eran lugares de muy pocas posibilidades de sobrevida. Ahora cinco millones cien mil casas, con la que se entregó ayer, pasan a ser la primera de las explicaciones a considerar. Entre caminar en el barro allá arriba en el monte y tocar paredes de cemento en casas preparadas con amor revolucionario, poder prender la luz, es elegir el pincel de la ilusión, pintar un futuro y no hundirse en ese pasado en el que tanto les costaba llegar a las personas. El que quiere más está mal, pero el que no quiere retroceder a la ignominia está mejor. Quizás Maduro se salva porque venía de tan abajo en la tabla que ganar el campeonato de la casa propia no le alcanza para llevarlos a la clase media, pero sí para pelear por el ascenso. Venezuela es más digna gobernada por los venezolanos y no por los que piden la invasión de Estados Unidos.]PUEBLO EMPODERADO Era fácil saber lo que sucedería en Venezuela. Desde Argentina, Milei y Clarín y desde los Estados Unidos, cualquiera, hablarían de fraude si ganaba Maduro. Miren la autoridad moral de Estados Unidos para mencionar la palabra fraude, ¿no? Después de lo que sucedió en la última elección y sigue pasando. Intento de golpe de Estado, denuncias que se prolongaron años y un costo de 800 millones de dólares a Trump y su partido hecho en juicio por de la empresa que hizo la elección. Porque mintieron. Mire a los que denunciaron fraude acá, y salvaron la ida al balotaje por dos puntos, caso Milei y el resto de la derecha. Nunca explican los fraudes. ¿Se acuerda de Cano cuando Scioli le ganó en Tucumán? ¿De Carrió antes de 2015? Todavía estarían hablando de fraude si no hubieran ganado las elecciones limpias de las que participaron. La mafia de Clarín dice que van 25 años de fracaso económico y social de Venezuela. Debe ser fácil tener éxito bloqueados, ¿no? Aquí una vez hicieron un escándalo inventando que faltaban tampones, ¿se acuerda? Eso era el final del mundo. Estábamos rodeados. Imagina el pueblo venezolano con todo lo que le han quitado, robado, impedido de llegar en todos estos años. Imagínese un instante, nada más, cómo es la situación de Venezuela. Y luego pregúntese cómo fue posible la victoria. Y la explicación es un pueblo empoderado, un pueblo que tenía menos que nada y pasó a tener un poquito. Piense en el valor de la dignidad, que está siempre en juego, luego de tanta humillación. La primera vez que estuve en Caracas fue en 1970. En el viaje del aeropuerto a la ciudad me parecía ver casitas de muñeca trepando las montañas que pintaban el valle en el aire de la primavera eterna. No eran casitas. Eran lugares de muy pocas posibilidades de sobrevida. Ahora cinco millones cien mil casas, con la que se entregó ayer, pasan a ser la primera de las explicaciones a considerar. Entre caminar en el barro allá arriba en el monte y tocar paredes de cemento en casas preparadas con amor revolucionario, poder prender la luz, es elegir el pincel de la ilusión, pintar un futuro y no hundirse en ese pasado en el que tanto les costaba llegar a las personas. El que quiere más está mal, pero el que no quiere retroceder a la ignominia está mejor. Quizás Maduro se salva porque venía de tan abajo en la tabla que ganar el campeonato de la casa propia no le alcanza para llevarlos a la clase media, pero sí para pelear por el ascenso. Venezuela es más digna gobernada por los venezolanos y no por los que piden la invasión de Estados Unidos.
No me Pregunten, Poema al Che Guevara
No me pregunten quién soy Ni si me habían conocido Los sueños que había querido Crecerán, aunque no estoy Ya no vivo, pero voy En lo que andaba soñando Y otros que siguen peleando Harán nacer otras rosas En el nombre de esas cosas Todos me estarán nombrando No me recuerden la cara Que fue mi cara de guerra Mientras hubiera en mi tierra Necesidad de que odiara En el cielo que ya aclara Sabrán cómo era mi frente Me oyó reír poca gente Pero mi risa ignorada La hallarán en la alborada Del día que se presiente No me pregunten la edad Tengo los años de todos Yo elegí entre muchos modos Ser más viejo que mi edad Y mis años de verdad Son los tiros que he tirado Nazco en cada fusilado Y aunque el cuerpo se me muera Tendré la edad verdadera Del niño que he liberado Mi tumba no anden buscando Porque no la encontrarán Mis manos son las que van En otras manos, tirando Mi voz la que está gritando Mi sueño el que sigue entero Y sepan que solo muero Si ustedes van aflojando Porque el que murió peleando Vive en cada compañero ( Milonga del fusilado)]No me pregunten quién soy Ni si me habían conocido Los sueños que había querido Crecerán, aunque no estoy Ya no vivo, pero voy En lo que andaba soñando Y otros que siguen peleando Harán nacer otras rosas En el nombre de esas cosas Todos me estarán nombrando No me recuerden la cara Que fue mi cara de guerra Mientras hubiera en mi tierra Necesidad de que odiara En el cielo que ya aclara Sabrán cómo era mi frente Me oyó reír poca gente Pero mi risa ignorada La hallarán en la alborada Del día que se presiente No me pregunten la edad Tengo los años de todos Yo elegí entre muchos modos Ser más viejo que mi edad Y mis años de verdad Son los tiros que he tirado Nazco en cada fusilado Y aunque el cuerpo se me muera Tendré la edad verdadera Del niño que he liberado Mi tumba no anden buscando Porque no la encontrarán Mis manos son las que van En otras manos, tirando Mi voz la que está gritando Mi sueño el que sigue entero Y sepan que solo muero Si ustedes van aflojando Porque el que murió peleando Vive en cada compañero ( Milonga del fusilado)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)