martes, 27 de junio de 2017

La familia del Jefe de Gabinete “ayuda” a paliar la crísis vendiendo “huesos de pollo”


La desvergüenza de los integrantes del gobierno ya no tiene ningún límite, la perversidad con que planean el futuro de los argentinos tampoco. Comenzaron “quitando” a los pobres de los negocios a los que ellos asisten, también de los balneareos en los que ellos vacacionan. Ahora van directamete por la comida, la idea es establecer que la comida sea para los ricos y que los pobres coman, literalmente, sus sobras. Como estableciendo que no es posible que los pobres coman dignamente, aunque “es necesario que sigan comiendo para poder trabajar”. El supermercado “La Anónima”, propiedad de la familia del Jefe de Gabinete, Marcos Peña Braun, y del secretario de Comercio Interior, Miguel Braun lanzó “ofertas” para quienes no pueden comprar carne. La idea, dicen, es que aquellos a quienes no les alcance el dinero puedan comer aunque sea una sopa “con sabor a pollo”. Está claro que parece un chiste de mal gusto, pero no lo es. Contrapoder pudo chequear que la foto es autentica y fue tomada en una de las sucursales de La Anónima en Río Gallegos. ¿Una manera de burlarse?, ¿un símbolo de los tiempos que vienen?, ¿una manera de “adoctrinar”?, lo concreto, lo triste, lo indignante, es que más allá de la humillación, hay gente que compra esos huesitos para que sus hijos reciban algún tipo de sustancia. ¿El detalle?, el precio, sabemos que todo en el sur es más caro que en el resto del país. Ayer, quien escribe compró pollo en la sucursal Paso de los Libres de Día a $19,90. En La Anónima venden huesos pelados de pollo a $14,90. ¿Otro dato de color?, son tan, pero tan mentirosos que ni siquiera logran decir la verdad cuando humillan. La etiqueta dice “huesos de pechuga”, cuando en realidad son huesos de pata. Por Gabriel Link

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