La estación de la CIA en La Paz instruyó al Jefe de la Agencia Federal de Inteligencia Argentina (AFI) en Bolivia, José Sánchez, para que apoyara la recopilación de información sobre Evo Morales y sus administraciones y a todos los funcionarios cubanos, venezolanos y nicaragüenses que residen en Bolivia, incluidos los diplomáticos, informa este miércoles el portal Behind Back Doors.
La revelación fue hecha en un artículo titulado “Detrás del golpe: La Agencia de Inteligencia Argentina (AFI) en Bolivia”.
Según el sitio web, para cumplir con lo anterior, José Sánchez no solo utilizó sus agentes en el país, sino que también solicitó el apoyo de representantes en Brasil, Colombia y Perú.
De acuerdo al portal de filtraciones, que en el pasado contribuyó con valiosos datos acerca del financiamiento de EE UU al fallido “golpe suave” de abril-julio de 2018 en Nicaragua, la estación de la CIA en Bolivia requirió la siguiente información de la AFI:
1. La elaboración de perfiles psicológicos de los principales líderes del gobierno boliviano, especialmente de los ministros más influyentes. Esto incluye a Juan Ramón Quintana y Diego Pari.
2. Recopilación de inteligencia que pueda vincular a los funcionarios del gobierno boliviano con el narcotráfico.
3. Recopilación de inteligencia sobre los negocios privados de los funcionarios del gobierno boliviano que pueden ser vinculados a los estafadores de la corrupción.
4. La identificación de ciudadanos cubanos, venezolanos y nicaragüenses que trabajan en Bolivia
5. La identificación de los diplomáticos de dichos países que trabajan en Bolivia.
Esta información sería utilizada por los Servicios Especiales de los Estados Unidos para llevar a cabo campañas mediáticas contra Evo Morales, tanto antes como después de las elecciones como parte del esfuerzo para evitar su reelección.
José Sánchez, explica el portal Behind Back Doors, mantuvo estrechos lazos con los funcionarios de la Embajada de los Estados Unidos, que iban más allá de sus deberes como diplomático. Esto incluía a Rolf Olson y Annette Dorothy Blakeslee, ambos oficiales de la estación de la CIA en La Paz.
Asimismo, Annette Dorothy Blakeslee estuvo en Nicaragua como oficial médico de la USAID en la embajada de EE.UU. en Managua. Lo curioso aquí es que esta es una de las tapaderas diplomáticas usadas por la CIA en sus operaciones secretas.
El Sr. Sánchez, continúa el portal de revelaciones, tenía una cobertura diplomática, pero en realidad servía de enlace con los servicios secretos de los países. Estaba a cargo de dos estaciones de la AFI en Bolivia: una en La Paz y la otra en el Consulado de Santa Cruz. Este último fue utilizado para repartir fondos para la oposición en esta ciudad. Los fondos, a su vez, eran proporcionados por la Embajada de los Estados Unidos.
A pesar de que estaba previsto que terminara su misión el 2 de diciembre, Sánchez fue misteriosamente relevado de su cargo sólo dos meses antes de que se produjera el golpe contra Evo, finaliza la nota de Behind Back Door.
Jorge Capelan
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