Las REPO y el endeudamiento externo a cien años
Todos los bonos son emitidos mediante resoluciones firmadas por el ministro de Finanzas Caputo. Pero quienes autorizan las REPO se encuentran en un nivel más bajo, ya que sus autorizantes mediante una resolución conjunta, son el secretario de Finanzas, y el secretario de Hacienda.
De esa manera, a la par que el ministro Caputo colocaba la deuda a cien años por 2.750 millones de dólares, los secretarios de Finanzas, Santiago Bausili, y de Hacienda, Rodrigo Pena, contrajeron operaciones de REPO con los mismos bancos por 4.200 millones de dólares. Pero para las que entregaron bonos por nada menos que 8.400 millones de dólares en títulos.
O sea que en total Caputo, Bausili y Pena, sin pena alguna, les entregaron a esos bancos títulos por un importe total de 11.150 millones de dólares, a cambio de recibir solo 6.950 millones de dólares. El 61 % de este importe a un plazo de solo 18 meses, y el 39 % restante a 100 años.
Otra cuestión notable en estas operaciones pignoraticias con las REPO, son sus enrevesados acuerdos o convenios. Que cuentan con una redacción jeroglífica, con anexos que a su vez tienen otros anexos que los modifican, y cláusulas que a su vez tienen otras que las dejan sin efecto, etc, constituyendo por ende un verdadero galimatías. Siendo además solo borradores o modelos de acuerdos, o de modificación de ellos, con espacios en blanco a completar, como si se trataran de formularios.
Como si se tratara de una deliberada urdimbre oscura u opaca, para que uno no pueda interpretar que sucede exactamente con ese revoleo simultáneo de títulos y dineros. Donde el mismo Estado por un lado, va pagando los altos servicios de intereses y capital de los bonos pignorados a favor del prestamista, con sus enormes márgenes de garantía. Y a la par debe ir abonado a ese mismo prestamista, el “diferencial de precio” de las obligaciones correspondientes a los REPO.
Lo cual deriva en una promiscua y confusa situación, en la que no se sabe en concreto cuanto es al final el dinero con que se queda el prestamista, y el rendimiento que tuvo esa operación a su favor, y el consecuente costo que tuvo para el Estado en su contra. Razón por la que en relación con las REPO paralelas a la deuda a cien años, sin tener una total certeza de ello, se interpretó que las rentas de los bonos pignorados pasaban íntegramente a ser propiedad de los bancos prestamistas, lo que arrojaría los resultados nefastos expuestos en la nota mencionada
Las nuevas REPO y el endeudamiento externo
Posteriormente en noviembre el Gobierno anunció la colocación de deuda en euros hasta 30 años, por 2.750 millones de euros, con los bancos Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, Banco Santander, y Citigroup Global Markets Limited como “Colocadores Conjuntos”, (Resolución 219/2017). Pudiéndose observar que dos de estos bancos figuran también como colocadores de la deuda a 100 años y sus REPO paralelas.
Pero previamente como si se tratara de un deudor insolvente o en apuros, el Gobierno de nuevo recurrió al banco de empeños, concretando otras dos operaciones de REPO. Una en septiembre con los bancos UBS London Branch, Deutsche Bank London Branch, BBVA Banco Francés, y nuevamente el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, por un monto de 1.800 millones de dólares (Resolución Conjunta 7/17, firmada por Carlos Lo Turco y Rodrigo Pena). De la que no hay dato alguno concreto, dado que se remite a los enrevesados anexos jeroglíficos aprobados con las dos REPO antes citadas.
La otra fue en octubre, con los bancos Credit Suisse Cayman Islands Branch, e Industrial And Commercial Bank Of China Dubai Branch, por un monto de 1.000 millones de dólares (Resolución Conjunta 8/17, firmada por Santiago Bausili y Pena). Pudiéndose apreciar que ambas son ramas (branch) de esos bancos radicados en paraísos fiscales. De la cual existe una documentación en anexos, tanto o más confusa que la de las REPO antes mencionadas, sin poderse llegar en consecuencia a saber cuáles son a ciencia cierta sus resultados financieros.
De esta manera, con estas dos REPO, el Estado pignoró títulos por 5.600 millones de dólares, para obtener solo 2.600 millones de la misma moneda. Lo cual sumado a las REPO anteriores, hace que el Estado tenga actualmente pignorados títulos Bonar 24 que pagan una altísima renta del 8,75 % anual, por 14 mil millones de dólares.
Y coincidentemente, conforme lo informa la subsecretaría de Financiamiento, el Estado colocó bonos principalmente en el mercado externo, por 14.006 millones de dólares. Existiendo por ende una notable correspondencia entre unas y otras operaciones, supuestamente independientes entre sí.
Dichos bonos Bonar 24 pagan intereses por 1.225 millones de dólares al año, habiendo empero recibido el estado solo 7.000 mil millones de dólares de la misma moneda, o sea un cifra que representa un 17,5 % anual de lo comprometido a pagar. Lo cual revela de por si lo anfructuoso de estas operaciones.
Proletarios Unidos, vieja consigna del padre del Socialismo Ciéntifico Carlos Marx, es un espacio que intentará reflejar, acercar y unir a todos aquéllos que se sientan parte de la clase trabajadora sin distinciones de partidos o ideologías. Así y con respeto, la idea es volcar temas, consignas, debates , opiniones, etc, para fomentar, acrecentar, valorar y concientizar el papel, el rol y los derechos de la clase trabajadora. Como manda la historia nacemos un 1 de mayo.
lunes, 18 de diciembre de 2017
Endeudamiento externo del Gobierno por bajo la mesa, empeñando títulos por U$S 20.000 millones como un deudor insolvente
Las REPO y el endeudamiento externo a cien años
Todos los bonos son emitidos mediante resoluciones firmadas por el ministro de Finanzas Caputo. Pero quienes autorizan las REPO se encuentran en un nivel más bajo, ya que sus autorizantes mediante una resolución conjunta, son el secretario de Finanzas, y el secretario de Hacienda.
De esa manera, a la par que el ministro Caputo colocaba la deuda a cien años por 2.750 millones de dólares, los secretarios de Finanzas, Santiago Bausili, y de Hacienda, Rodrigo Pena, contrajeron operaciones de REPO con los mismos bancos por 4.200 millones de dólares. Pero para las que entregaron bonos por nada menos que 8.400 millones de dólares en títulos.
O sea que en total Caputo, Bausili y Pena, sin pena alguna, les entregaron a esos bancos títulos por un importe total de 11.150 millones de dólares, a cambio de recibir solo 6.950 millones de dólares. El 61 % de este importe a un plazo de solo 18 meses, y el 39 % restante a 100 años.
Otra cuestión notable en estas operaciones pignoraticias con las REPO, son sus enrevesados acuerdos o convenios. Que cuentan con una redacción jeroglífica, con anexos que a su vez tienen otros anexos que los modifican, y cláusulas que a su vez tienen otras que las dejan sin efecto, etc, constituyendo por ende un verdadero galimatías. Siendo además solo borradores o modelos de acuerdos, o de modificación de ellos, con espacios en blanco a completar, como si se trataran de formularios.
Como si se tratara de una deliberada urdimbre oscura u opaca, para que uno no pueda interpretar que sucede exactamente con ese revoleo simultáneo de títulos y dineros. Donde el mismo Estado por un lado, va pagando los altos servicios de intereses y capital de los bonos pignorados a favor del prestamista, con sus enormes márgenes de garantía. Y a la par debe ir abonado a ese mismo prestamista, el “diferencial de precio” de las obligaciones correspondientes a los REPO.
Lo cual deriva en una promiscua y confusa situación, en la que no se sabe en concreto cuanto es al final el dinero con que se queda el prestamista, y el rendimiento que tuvo esa operación a su favor, y el consecuente costo que tuvo para el Estado en su contra. Razón por la que en relación con las REPO paralelas a la deuda a cien años, sin tener una total certeza de ello, se interpretó que las rentas de los bonos pignorados pasaban íntegramente a ser propiedad de los bancos prestamistas, lo que arrojaría los resultados nefastos expuestos en la nota mencionada
Las nuevas REPO y el endeudamiento externo
Posteriormente en noviembre el Gobierno anunció la colocación de deuda en euros hasta 30 años, por 2.750 millones de euros, con los bancos Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, Banco Santander, y Citigroup Global Markets Limited como “Colocadores Conjuntos”, (Resolución 219/2017). Pudiéndose observar que dos de estos bancos figuran también como colocadores de la deuda a 100 años y sus REPO paralelas.
Pero previamente como si se tratara de un deudor insolvente o en apuros, el Gobierno de nuevo recurrió al banco de empeños, concretando otras dos operaciones de REPO. Una en septiembre con los bancos UBS London Branch, Deutsche Bank London Branch, BBVA Banco Francés, y nuevamente el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, por un monto de 1.800 millones de dólares (Resolución Conjunta 7/17, firmada por Carlos Lo Turco y Rodrigo Pena). De la que no hay dato alguno concreto, dado que se remite a los enrevesados anexos jeroglíficos aprobados con las dos REPO antes citadas.
La otra fue en octubre, con los bancos Credit Suisse Cayman Islands Branch, e Industrial And Commercial Bank Of China Dubai Branch, por un monto de 1.000 millones de dólares (Resolución Conjunta 8/17, firmada por Santiago Bausili y Pena). Pudiéndose apreciar que ambas son ramas (branch) de esos bancos radicados en paraísos fiscales. De la cual existe una documentación en anexos, tanto o más confusa que la de las REPO antes mencionadas, sin poderse llegar en consecuencia a saber cuáles son a ciencia cierta sus resultados financieros.
De esta manera, con estas dos REPO, el Estado pignoró títulos por 5.600 millones de dólares, para obtener solo 2.600 millones de la misma moneda. Lo cual sumado a las REPO anteriores, hace que el Estado tenga actualmente pignorados títulos Bonar 24 que pagan una altísima renta del 8,75 % anual, por 14 mil millones de dólares.
Y coincidentemente, conforme lo informa la subsecretaría de Financiamiento, el Estado colocó bonos principalmente en el mercado externo, por 14.006 millones de dólares. Existiendo por ende una notable correspondencia entre unas y otras operaciones, supuestamente independientes entre sí.
Dichos bonos Bonar 24 pagan intereses por 1.225 millones de dólares al año, habiendo empero recibido el estado solo 7.000 mil millones de dólares de la misma moneda, o sea un cifra que representa un 17,5 % anual de lo comprometido a pagar. Lo cual revela de por si lo anfructuoso de estas operaciones.
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