“Macri, igual que Kirchner: a todo o nada”, con ese título el columnista de CLARIN, Eduardo van der Kooy, publicó una nota a mediados de agosto pasado (14/8/16) mientras el Gobierno se desgastaba por la reacción de la sociedad ante el megatarifazo del gas natural con el que se había despachado. En su comienzo decía textualmente:
““Esto es a todo a nada”. Mauricio Macri repitió esa consigna, casi de guerra, ante cada funcionario que se le acercó para sugerirle una salida política a fin de superar el conflicto por las tarifas. El Gobierno hace más de un mes y medio que convive con ese martirio que lo condena a un desgaste popular. El Presidente es en estas semanas un hombre diferente al que muchos conocieron en los primeros meses de ejercicio del poder. Ante el problema del tarifazo elude las conciliaciones. En el resto sigue más o menos igual.”
“A un funcionario que lo escuchó hablar sobre la “madre de todas las batallas” se le erizó la piel y congeló la sangre. Quizás porque esa combinación de palabras remitió a otro ex presidente, a otro pleito traumático y a una derivación que terminó marcando toda una época. Néstor Kirchner bautizó de ese modo la pelea con el campo detonada en 2008 por la resolución 125. Esa batalla la perdió finalmente en el Congreso, pero le sirvió para inaugurar un ciclo de hostilidades permanentes que se acentuaron con su muerte repentina.”
Ese mismo diario había informado previamente, que el megatarifazo había sido decidido personalmente por el mismo Mauricio Macri, y sus dos edecanes de estado mayor, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. Quienes habían rechazado la propuesta gradualista llevada por el ministro de Energía, Juan José Aranguren, ordenándole que procediera con el salvaje megatarifazo. Al que el ex presidente Carlos Menem habría denominado “cirugía mayor sin anestesia”.
Aranguren, ex presidente de la SHELL local y regional, es un hombre que proviene del negocio de vender las naftas lo más caras posibles. Y por ello sabe muy bien que la esencia de ese negocio es el gradualismo, consistente en calentar el agua para cocinar las ranas poco a poco, para que estas, o sea el consumidor, no se percate de ello. No obstante acepto hacer de chivo expiatorio y cargar con las iras populares, como pararrayos de una decisión tomada en lo más alto del Gobierno.
La confluencia astral de buitres, JP Morgan Chase, y megatarifazos
El porqué de esa abrupta decisión, que tanta secuela trajo seguidamente, empieza a develarse si uno consulta el Boletín Oficial, y se encuentra que el 17 de febrero se publicó el decreto 367/16, firmado el día anterior por Macri, Marcos Peña, Alfonso de Prat Gay, y Juan José Aranguren. Con el cual, basándose en la ley de Emergencia dictada 14 años atrás sucesivamente prorrogada, se autorizó al ministerio de Energía y Minería a la implementación de nuevas tarifas provisorias de gas natural. Sin concretar previamente las audiencias públicas exigidas en la ley, hasta tanto se produzca una renegociación tarifaria integral de ellas.
En consecuencia se dispuso un aumento del orden del 3.000 %, o sea treinta veces más, en el precio al productor de gas, si se compara con las tarifas más bajas vigentes hasta ese momento. Y un porcentaje de aumento de entre el 500 % y más del 1.500 %, en la tarifa acordada a la distribuidora. Sumada a un parejo aumento de 500 %, en la tarifa para la transportadora de gas.
Lo cual reportaba aumentos totales en el precio final del metro cúbico de gas, de entre 1.250 % y 2.250 %, que se vieron reflejados en innumerables facturas. Y ante la reacción de los consumidores, el Gobierno en lugar de recobrar la racionalidad, aconsejado por los gobernadores de provincia que están dispuestos para cualquier aventura, puso un tope de 500 % a los aumentos respecto la facturación anterior. Dando así vía libre a cualquier consumo, contradiciendo así su declamada intención de fomentar el ahorro, para rebajar la demanda de gas natural.
Incrementos que la Corte Suprema, al anular ese megatarifazo, dijo que eran irracionales, y además los tachó de inconstitucionales e ilegales, al no haberse cumplido con las audiencias públicas, que según la Constitución y la ley deben preceder a cualquier modificación tarifaria. Diciéndole además claramente al presidente Macri, que si creía que podía fijar por su cuenta precios al productor de gas natural (PIST, boca de pozo) sin la intervención de la libre interacción de la oferta y la demanda, en tal caso se trataba de un mercado regulado, que también requiere de audiencias públicas.
Razón por la cual con el dictado de ese decreto, Macri y sus ministros habrían incurrido formalmente en el delito de abuso de autoridad. Y con lo que seguidamente se va a exponer, en cualquier país serio daría lugar a un juicio político en contra de todos ellos. Por haber ido mucho más lejos que eso, al haber concretado una negociación espuria altamente perjudicial para los intereses de los argentinos.
Ya que casualmente ese mismo día 17 de febrero, el ministro de Hacienda y Finanzas Prat Gay, y el secretario de Finanzas Nicolás Caputo, anunciaron formalmente la publicación de las instrucciones para concretar un arreglo definitivo con los fondos buitres. Que con sucesivos viajes a Nueva York, había venido negociando el secretario Caputo.
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Proletarios Unidos, vieja consigna del padre del Socialismo Ciéntifico Carlos Marx, es un espacio que intentará reflejar, acercar y unir a todos aquéllos que se sientan parte de la clase trabajadora sin distinciones de partidos o ideologías. Así y con respeto, la idea es volcar temas, consignas, debates , opiniones, etc, para fomentar, acrecentar, valorar y concientizar el papel, el rol y los derechos de la clase trabajadora. Como manda la historia nacemos un 1 de mayo.
jueves, 19 de abril de 2018
El megatarifazo del gas natural es una consecuencia del arreglo con los buitres
“Macri, igual que Kirchner: a todo o nada”, con ese título el columnista de CLARIN, Eduardo van der Kooy, publicó una nota a mediados de agosto pasado (14/8/16) mientras el Gobierno se desgastaba por la reacción de la sociedad ante el megatarifazo del gas natural con el que se había despachado. En su comienzo decía textualmente:
““Esto es a todo a nada”. Mauricio Macri repitió esa consigna, casi de guerra, ante cada funcionario que se le acercó para sugerirle una salida política a fin de superar el conflicto por las tarifas. El Gobierno hace más de un mes y medio que convive con ese martirio que lo condena a un desgaste popular. El Presidente es en estas semanas un hombre diferente al que muchos conocieron en los primeros meses de ejercicio del poder. Ante el problema del tarifazo elude las conciliaciones. En el resto sigue más o menos igual.”
“A un funcionario que lo escuchó hablar sobre la “madre de todas las batallas” se le erizó la piel y congeló la sangre. Quizás porque esa combinación de palabras remitió a otro ex presidente, a otro pleito traumático y a una derivación que terminó marcando toda una época. Néstor Kirchner bautizó de ese modo la pelea con el campo detonada en 2008 por la resolución 125. Esa batalla la perdió finalmente en el Congreso, pero le sirvió para inaugurar un ciclo de hostilidades permanentes que se acentuaron con su muerte repentina.”
Ese mismo diario había informado previamente, que el megatarifazo había sido decidido personalmente por el mismo Mauricio Macri, y sus dos edecanes de estado mayor, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. Quienes habían rechazado la propuesta gradualista llevada por el ministro de Energía, Juan José Aranguren, ordenándole que procediera con el salvaje megatarifazo. Al que el ex presidente Carlos Menem habría denominado “cirugía mayor sin anestesia”.
Aranguren, ex presidente de la SHELL local y regional, es un hombre que proviene del negocio de vender las naftas lo más caras posibles. Y por ello sabe muy bien que la esencia de ese negocio es el gradualismo, consistente en calentar el agua para cocinar las ranas poco a poco, para que estas, o sea el consumidor, no se percate de ello. No obstante acepto hacer de chivo expiatorio y cargar con las iras populares, como pararrayos de una decisión tomada en lo más alto del Gobierno.
La confluencia astral de buitres, JP Morgan Chase, y megatarifazos
El porqué de esa abrupta decisión, que tanta secuela trajo seguidamente, empieza a develarse si uno consulta el Boletín Oficial, y se encuentra que el 17 de febrero se publicó el decreto 367/16, firmado el día anterior por Macri, Marcos Peña, Alfonso de Prat Gay, y Juan José Aranguren. Con el cual, basándose en la ley de Emergencia dictada 14 años atrás sucesivamente prorrogada, se autorizó al ministerio de Energía y Minería a la implementación de nuevas tarifas provisorias de gas natural. Sin concretar previamente las audiencias públicas exigidas en la ley, hasta tanto se produzca una renegociación tarifaria integral de ellas.
En consecuencia se dispuso un aumento del orden del 3.000 %, o sea treinta veces más, en el precio al productor de gas, si se compara con las tarifas más bajas vigentes hasta ese momento. Y un porcentaje de aumento de entre el 500 % y más del 1.500 %, en la tarifa acordada a la distribuidora. Sumada a un parejo aumento de 500 %, en la tarifa para la transportadora de gas.
Lo cual reportaba aumentos totales en el precio final del metro cúbico de gas, de entre 1.250 % y 2.250 %, que se vieron reflejados en innumerables facturas. Y ante la reacción de los consumidores, el Gobierno en lugar de recobrar la racionalidad, aconsejado por los gobernadores de provincia que están dispuestos para cualquier aventura, puso un tope de 500 % a los aumentos respecto la facturación anterior. Dando así vía libre a cualquier consumo, contradiciendo así su declamada intención de fomentar el ahorro, para rebajar la demanda de gas natural.
Incrementos que la Corte Suprema, al anular ese megatarifazo, dijo que eran irracionales, y además los tachó de inconstitucionales e ilegales, al no haberse cumplido con las audiencias públicas, que según la Constitución y la ley deben preceder a cualquier modificación tarifaria. Diciéndole además claramente al presidente Macri, que si creía que podía fijar por su cuenta precios al productor de gas natural (PIST, boca de pozo) sin la intervención de la libre interacción de la oferta y la demanda, en tal caso se trataba de un mercado regulado, que también requiere de audiencias públicas.
Razón por la cual con el dictado de ese decreto, Macri y sus ministros habrían incurrido formalmente en el delito de abuso de autoridad. Y con lo que seguidamente se va a exponer, en cualquier país serio daría lugar a un juicio político en contra de todos ellos. Por haber ido mucho más lejos que eso, al haber concretado una negociación espuria altamente perjudicial para los intereses de los argentinos.
Ya que casualmente ese mismo día 17 de febrero, el ministro de Hacienda y Finanzas Prat Gay, y el secretario de Finanzas Nicolás Caputo, anunciaron formalmente la publicación de las instrucciones para concretar un arreglo definitivo con los fondos buitres. Que con sucesivos viajes a Nueva York, había venido negociando el secretario Caputo.
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