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martes, 22 de febrero de 2022
Héctor Magnetto sería el socio clandestino de La Nación
Causó repercusión en el ambiente mediático empresarial una resolución de la Inspección General de Justicia (IGJ), que determinó la “ineficacia e irregularidad” de las presuntas transferencias de las acciones de KMB SA, propietaria de un quinto de las acciones del diario La Nación, a favor de una sociedad off shore y fideicomisos en el extranjero.
Abriendo así paso a los herederos forzosos del fallecido Bartolomé Luis Mitre, entre los que se encuentra su hija Esmeralda Mitre, y a su hermana María Elena “Kinucha” del Rosario Mitre, a que pueden ejercer sus derechos como importantes accionistas del mencionado matutino “tribuna de doctrina”. Que es considerado como el diario de “registro” por parte de la embajada de EEUU. Al haber sido ellos los fundadores de KMB SA, y según la IGJ los últimos accionistas debidamente registrados de esta firma.
KMB y LA NACION
KMB SA fue creada en 1996, cuyas siglas aluden a quienes la armaron: Bartolomé Luis Mitre y su hermana María Elena “Kinucha” del Rosario Mitre. A partir del año siguiente, la empresa pasó a detentar la quinta parte del paquete accionario de La Nación SA, por las transferencias de sus acciones en ese matutino que hicieron los mencionados socios, tradicionales dueños de La Nación, a favor de KMB.
Interin La Nación había dejado de ser un matutino para pasar a ser un multimedio que localmente abarca no solo al homónimo medio gráfico, sino también a la revista Caras, las publicaciones agropecuarias Chacra, y al mismísimo canal de televisión La Nación+. En donde más de uno a puesto la sospecha de que Mauricio Macri inyectó dinero en ese medio televisivo, lo que explicaría la notable inmigración de periodistas con una línea editorial furibundamente anti kirchnerista y afín a la del ex presidente.
A la par en La Nación se urdió una sospechosa constitución societaria, mediante empresas offshore fantasmas, creadas en paraísos fiscales, con accionistas ocultos detrás de la offshore Barton Corp, radicada en la isla Gran Cayman, que en la realidad seria la controlante del multimedio. A la par que LA NACION mediante otras múltiples sociedades offshore fantasmas, se convertía en una multinacional norteamericana.
Estos movimientos dinerarios y accionarios en el 2002 dieron lugar a una fallida investigación judicial por asociación ilícita y lavado de dinero. Conductas que ahora también son señaladas en la reciente resolución de la IGJ, en relación con la offshore y supuestos fideicomisos existentes respecto KMB. Todo lo cual como se verá seguidamente, tuvo un clímax contemporáneo con el asesinato en el 2005 de Luis Emilio Mitre, el hermano de Bartolome y Kinucha, hasta ahora no esclarecido.
La actuación de la IGJ
Muerto su padre Bartolomé en el año 2020, Esmeralda exigió a los apoderados de él en KMB, los abogados Mariano Gagliardo y Fernando Carregal, que le brindaran la documentación de la sociedad. Ante la negativa de estos ha hacerlo, Esmeralda inició un proceso judicial pidiendo la exhibición de sus libros. En donde se reveló que las acciones de KMB estarían actualmente a nombre de dos fideicomisos extranjeros, con las siglas iniciales de Bartolomé Luis Mitre: BLM I New York Trust y BLM II New York Trust.
Ante ello Esmeralda hizo una denuncia ante la IGJ, manifestando que dichos fideicomisos no habían sido registrados ante la IGJ, y que hasta su muerte su padre había ocupado un sillón en el directorio de La Nación en representación de esas acciones.
Y que además en sus declaraciones juradas ante la AFIP, no surgían en manera alguna ingresos que justificaran la supuesta venta de sus acciones. Solicitando a la IGJ que ordenara a KMB que presentara la documentación de todas esas transacciones.
Corrida vista a los representantes de KMB, estos se negaron a hacerlo. Diciendo que Esmeralda no tenía legitimación para efectuar ese pedido; que el mismo no era de interés público como para justificarlo; y que era desmedido. Por su parte en diciembre pasado, la IGJ desestimo esas excusas e intimó a KMB a exhibir sus libros contables, los contratos de los citados fideicomisos, y a informar sobre la eventual transferencia de acciones.
La respuesta vino de la mano de Gagliardo y Carregal, quienes dijeron que existió una supuesta transferencia de acciones en 2003 a una offshore en las Islas Vírgenes Británicas denominada “Star Venture Holdings Inc”. Y que los accionistas actuales serían los fideicomisos BLM I New York Trust, y BLM II New York Trust.
Pero no acompañó documentación alguna al respecto, diciendo que “no obra en poder de KMB SA copia de los contratos de fideicomisos” porque “la última venta y cesión acaeció hace más de 18 años”, argumentando que la obligación de guardar la documentación es solo por diez años. Y también respondió que “KMB SA extravió su libro de registro de accionistas nro. 1”.
Ante esa omisividad por parte de los representantes de KMB, la IGJ con la firma de su titular Ricardo Nissen, el 1 de febrero de este año emitió la resolución 65, en cuyos considerandos expresa: “Resulta palmaria la intención de KMB a lo largo de las presentes actuaciones de no revelar quién o quiénes son los verdaderos titulares del capital accionario, limitándose en negarle tal carácter al Sr. Bartolomé Luis Mitre y a sus herederos, pero sin aportar la más mínima información sobre la transferencia de sus acciones a los supuestos nuevos accionistas”.
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