miércoles, 23 de octubre de 2019

Sobre Chile


Chile es un espejo de Argentina? Hasta hace muy poco los periodistas especializados y los economistas mostraban a Chile como un ejemplo de equilibrio y desarrollo., la actual rebelión popular marcan que es un grave error de apreciación. Argentina no tuvo una explosión popular, pero en las paso se manifestó de manera contundente. Y no es por repudio a un gobierno o admiración hacia otro. Es puro hartazgo sobre un sistema impiadoso que no tiene límites. El sistema capitalista actual esta desmadrado, nada es suficiente. La reacción del pueblo chileno es contra ese poder sin límites ni piedad que aprieta a la gente hasta ahogarlos, sin saber que se suicida. En nuestro país, los gobiernos populistas o liberales han sido siempre socios del gran capital. A ellos nadie los toca. No es posible que ante una brutal inflación del 50% anual, los bancos cobren intereses del 200%, que los laboratorios hayan aumentado los medicamentos en un 800% en tres años y que las grandes empresas productoras de alimentos aumenten siempre por encima de la inflación. La reacción de Chile esta ligada a ese tipo de abusos y no va tanto contra un gobierno sino contra un sistema, pues los gobiernos chilenos de izquierda o derecha mantuvieron el mismo modelo económico. El orden macroeconómico y la baja inflación son requisitos necesarios para el crecimiento pero no suficientes. Lo que se requiere es una distribución de la renta nacional para que el crecimiento y la bonanza les llegue a todos. Porque el gran capital asocia a la gente en las pérdidas, jamás en las ganancias. Gobernar es busca equilibrios,. lejos de las consignas de la izquierda setentista de expropiar o nacionalizar,lo que se necesita es un gobierno con sentido común, criterio patriótico y valentía para decir basta a quien corresponda, sean sindicalistas o empresarios. Sostener que el esfuerzo siempre debe ser realizado por los mismos, es llevar al país a una insurrección donde todos vamos a perder. La esencia capitalista es la explotación de la gente, la plusvalía, que no tiene basamento ético, pero ya es suficiente, ya hubo acumulación primaria, es necesario una nueva etapa de la humanidad, una verdadera revolución cultural que termine con el individualismo consumista, un nuevo modelo de producción sustentable y distribución más equitativa de la renta nacional, porque todo lo que se comparte vuelve, la riqueza de las partes enriquece al todo. Que los seis millonarios más ricos de la tierra tengan la misma cantidad de dinero que la mitad de la humanidad, ( 3.500 millones de personas) muestra que el sistema ha llegado a su límite, la distribución más equitativa de la riqueza llegará esperemos que sea por evolución y cambio de paradigma y no por revoluciones sangrientas. No se trata de bondad, se trata de no ser estúpidos y evitar que todo vuele por los aires. Esteban Tortarolo etortarolo@gmail.com

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