De la Batalla Cultural

Seguimos con lo de ayer, pero en otros términos. El problema de la Argentina hoy es un problema de clases medias. Más concretamente de liquidación de los sectores medios. Argentina es el único país de la región, desde México hasta la Patagonia, que tiene una clase media culturalmente consolidada como tal. No es de hoy ni tiene que ver con esta coyuntura, es un proceso de años que solo se vio interrumpido entre el 2003 y el 2013. Desde la dictadura a esta parte el asunto es liquidar a la clase media. Algunos lo festejan porque ven en la clase media el enemigo, pero eso es un disparate. La clase media no es otra cosa que la clase trabajadora con prestaciones, aspiraciones e ingresos. El problema concreto es que la clase media quiere consumir y eso no va más. Los dueños del mundo ya vieron que los recursos del planeta no dan y decidieron que no pueden existir clases medias en la periferia. Por lo tanto, en vez de ir elevando el nivel de las clases populares trabajadoras hasta que sean como la clase media en términos de ingresos, prestaciones y aspiraciones, el proyecto es mandar a la clase media al descenso. Pensemos en nuestros vecinos. ¿Cómo son y cómo han sido históricamente? Pues han tenido una estructura social con una élite muy pequeña arriba y una masa amorfa de desposeídos abajo. A eso se quiere llegar y se va a llegar, porque no entendemos colectivamente la maniobra. La clase media se va a liquidar, ya se está liquidando. El enemigo del pueblo es la élite, que en Argentina se llama oligarquía. Y ese enemigo será más oligarca y más elitista en la medida que logre ampliar la brecha entre sí misma y el resto. Cuando un pyme, un comerciante o un profesional se va al tacho y desciende, lo que baja es el promedio general. Ese es el problema que tenemos. En el futuro ya nadie va a aspirar al ascenso social, va a estar cerrado para todos como en Chile o en Paraguay, por ejemplo. Este es un plan oligárquico. Los ricos no solo no han dejado de ganar en el último año y medio, sino que han ganado mucho más. Las empresas de los ricos absorben las pymes y concentran. Y eso es todo.