Proletarios Unidos, vieja consigna del padre del Socialismo Ciéntifico Carlos Marx, es un espacio que intentará reflejar, acercar y unir a todos aquéllos que se sientan parte de la clase trabajadora sin distinciones de partidos o ideologías. Así y con respeto, la idea es volcar temas, consignas, debates , opiniones, etc, para fomentar, acrecentar, valorar y concientizar el papel, el rol y los derechos de la clase trabajadora. Como manda la historia nacemos un 1 de mayo.
domingo, 4 de febrero de 2024
Carta de Yamila Cafrune
Hablando de Cosquín y su festival (por suerte ya sin el delincuente de Maharbis) Y para que el serpentario siga enroscandose,y atacando a los artistas populares(lo popular molesta a lo culos con rosca) traigo a la memoria las palabras de una gran y comprometida artista... Generalmente no contesto a los mensajes de Twitter o Facebook que, amparados bajo un nombre disfrazado, se toman la molestia (aunque a veces es lo único que tienen para hacer) de escribir en contra de una de mis presentaciones. Este año me tocó actuar en la primera noche del Cosquín 2020 y estoy teniendo la oportunidad de chequearlos. Al ver tantas barbaridades escritas he decidido contestarles sin que se tome como “defensa propia”, sino para tener algo que, igual les va a molestar y que se llama “igualdad de oportunidades”. Y les digo por las dudas: mi nombre es YAMILA CAFRUNE. Así me encuentran en mi pueblo y en mi Patria y mi cara es la que aparece en las fotos. No hay alteración. Las opiniones que mi reflexión genere, no serán respondidas (“el que avisa, no traiciona”). Tendrán el lugar que se merecen, en las redes sociales y, lo que es más importante, en mi vida. “Politizar el Festival”, “esa vieja portadora de apellido”, “panfleto de adoctrinamiento ideológico”, “me avergonzó tu participación”, etc., etc., fueron algunos de los disparates que leí. “Politizar” el Festival se hizo desde antes que un tipo desconocido, con barba y vestido de gaucho se subiera al mismo para cantar “El Orejano”, canción política si las hay… pero que muchos “color coco” admiran sin entender bien el significado de cada palabra que en él se utiliza… Se “politiza” la vida cuando nos jugamos el cuero para llevar dignamente el pan a la casa; cuando, por el saqueo absoluto de nuestro patrimonio, se tiene que recurrir a un plan del gobierno para atender las carencias más inmediatas de una familia. Porque hay que tener un corazón muy blindado para ver morir a tus hijos de hambre o de sed… o a tus padres… Se “politiza” la vida cuando se “quieren” hacer los ciegos, sordos o mudos e ignorar lo que le pasa al de al lado… total, ustedes tienen con qué seguir o a quien recurrir para que les asegure continuar con la buena vida. Se “politiza” cuando lo único que tienen que hacer para estar en boca de todos es criticar –sentados, tranquilos y con una computadora o celular de última generación- a los que estamos todos los días de nuestras vidas generando laburo para nosotros y para otros en nuestra Patria (no en “este país”, como le dicen ustedes, cuando no les conviene sus políticas públicas). Si les pareció que politicé el Festival de Cosquín, es porque nunca escucharon, leyeron o vieron comentarios sobre el Festival desde que nació. No subieron a ese escenario, personas que no estaban “comprometidas” con su arte, con su cancionero o con mi Patria que, evidentemente, no es la tuya. Cuando dicen, entre otros varios comentarios, “Lamento por Cafrune que la hija se haya convertido en una artista militante”, me apena decirles que se equivocaron… y fiero: ¡Justo a Cafrune le fue a tocar como hija, una artista militante! ¡Pero qué deshonor para Cafrune que era un cantor del pueblo; que lo representaba cantando las miserias que pasaba su gente; que se juntaba con la paisanada y les cocinaba, en la ruta, a los empleados de Vialidad Nacional; que iba a los hospitales de tuberculosos y de niños, sin que nadie se lo pidiera, solo por el hecho de ser cantor nacional y popular! Metieron la pata hasta el cogote… Si van a largar un cometario por redes sociales, que pasan rápido de una cabeza a la otra, la mayoría de las veces sin ser pensado, al menos sean inteligentes y averigüen de quién están hablando. Mi padre fue y seguirá siendo un cantor amado y respetado por el pueblo, por su pueblo, porque se la jugó arriba y abajo del escenario. No por interpretar canciones que les gustaran a todos. Nunca cambió “calidad” por “cantidad” de aplausos… Y yo, su “militante hija cantora” hago lo mismo: no canto en Cosquín, ni en toda mi Patria, para que mi gente solamente me acompañe con sus palmas. Lo hago porque soy una cantora del pueblo sobre el escenario, no para que ustedes se sientan cómodos/as con lo que escuchan. Y, para finalizar, si es que llegaron hasta aquí leyendo (porque son muchas palabras y no siempre están acostumbrados a leer tanto), voy a hacer mías las palabras de la Chacarera “La doble sentenciosa”: “… y si a alguien le cae mal, mi simple palabrerío, IGUAL SEGUIRÉ EN LO MÍO y hasta el acorde final”. Orgullosamente ARGENTINA y… MILITANTE Yamila Cafrune. 27.01.2020]Hablando de Cosquín y su festival (por suerte ya sin el delincuente de Maharbis) Y para que el serpentario siga enroscandose,y atacando a los artistas populares(lo popular molesta a lo culos con rosca) traigo a la memoria las palabras de una gran y comprometida artista... Generalmente no contesto a los mensajes de Twitter o Facebook que, amparados bajo un nombre disfrazado, se toman la molestia (aunque a veces es lo único que tienen para hacer) de escribir en contra de una de mis presentaciones. Este año me tocó actuar en la primera noche del Cosquín 2020 y estoy teniendo la oportunidad de chequearlos. Al ver tantas barbaridades escritas he decidido contestarles sin que se tome como “defensa propia”, sino para tener algo que, igual les va a molestar y que se llama “igualdad de oportunidades”. Y les digo por las dudas: mi nombre es YAMILA CAFRUNE. Así me encuentran en mi pueblo y en mi Patria y mi cara es la que aparece en las fotos. No hay alteración. Las opiniones que mi reflexión genere, no serán respondidas (“el que avisa, no traiciona”). Tendrán el lugar que se merecen, en las redes sociales y, lo que es más importante, en mi vida. “Politizar el Festival”, “esa vieja portadora de apellido”, “panfleto de adoctrinamiento ideológico”, “me avergonzó tu participación”, etc., etc., fueron algunos de los disparates que leí. “Politizar” el Festival se hizo desde antes que un tipo desconocido, con barba y vestido de gaucho se subiera al mismo para cantar “El Orejano”, canción política si las hay… pero que muchos “color coco” admiran sin entender bien el significado de cada palabra que en él se utiliza… Se “politiza” la vida cuando nos jugamos el cuero para llevar dignamente el pan a la casa; cuando, por el saqueo absoluto de nuestro patrimonio, se tiene que recurrir a un plan del gobierno para atender las carencias más inmediatas de una familia. Porque hay que tener un corazón muy blindado para ver morir a tus hijos de hambre o de sed… o a tus padres… Se “politiza” la vida cuando se “quieren” hacer los ciegos, sordos o mudos e ignorar lo que le pasa al de al lado… total, ustedes tienen con qué seguir o a quien recurrir para que les asegure continuar con la buena vida. Se “politiza” cuando lo único que tienen que hacer para estar en boca de todos es criticar –sentados, tranquilos y con una computadora o celular de última generación- a los que estamos todos los días de nuestras vidas generando laburo para nosotros y para otros en nuestra Patria (no en “este país”, como le dicen ustedes, cuando no les conviene sus políticas públicas). Si les pareció que politicé el Festival de Cosquín, es porque nunca escucharon, leyeron o vieron comentarios sobre el Festival desde que nació. No subieron a ese escenario, personas que no estaban “comprometidas” con su arte, con su cancionero o con mi Patria que, evidentemente, no es la tuya. Cuando dicen, entre otros varios comentarios, “Lamento por Cafrune que la hija se haya convertido en una artista militante”, me apena decirles que se equivocaron… y fiero: ¡Justo a Cafrune le fue a tocar como hija, una artista militante! ¡Pero qué deshonor para Cafrune que era un cantor del pueblo; que lo representaba cantando las miserias que pasaba su gente; que se juntaba con la paisanada y les cocinaba, en la ruta, a los empleados de Vialidad Nacional; que iba a los hospitales de tuberculosos y de niños, sin que nadie se lo pidiera, solo por el hecho de ser cantor nacional y popular! Metieron la pata hasta el cogote… Si van a largar un cometario por redes sociales, que pasan rápido de una cabeza a la otra, la mayoría de las veces sin ser pensado, al menos sean inteligentes y averigüen de quién están hablando. Mi padre fue y seguirá siendo un cantor amado y respetado por el pueblo, por su pueblo, porque se la jugó arriba y abajo del escenario. No por interpretar canciones que les gustaran a todos. Nunca cambió “calidad” por “cantidad” de aplausos… Y yo, su “militante hija cantora” hago lo mismo: no canto en Cosquín, ni en toda mi Patria, para que mi gente solamente me acompañe con sus palmas. Lo hago porque soy una cantora del pueblo sobre el escenario, no para que ustedes se sientan cómodos/as con lo que escuchan. Y, para finalizar, si es que llegaron hasta aquí leyendo (porque son muchas palabras y no siempre están acostumbrados a leer tanto), voy a hacer mías las palabras de la Chacarera “La doble sentenciosa”: “… y si a alguien le cae mal, mi simple palabrerío, IGUAL SEGUIRÉ EN LO MÍO y hasta el acorde final”. Orgullosamente ARGENTINA y… MILITANTE Yamila Cafrune. 27.01.2020
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