Escándalo. Quién es Tomás Agote, el “emprendedor” que insultó a Bregman en la Cámara de Diputados

El empresario aliado a la Libertad Avanza atacó a la diputada del PTS-Frente de Izquierda luego de que ella tomara la palabra en el marco de la sesión especial por la Ley Ómnibus. Fue echado del recinto pese a la resistencia de Martín Menem. Otros empresarios mileístas hacen como que “no lo conocen”. Una de sus empresas fue multada por evasión impositiva y estuvo involucrada en el contrabando de langostinos.

Este miércoles uno de los primeros escándalos que rodean a la sesión de Diputados en la que se discute la llamada Ley Ómnibus lo protagonizó un empresario militante de La Libertad Avanza, quien desde una de las gradas del recinto lanzó insultos contra la diputada nacional del PTS en el Frente de Izquierda Unidad Myriam Bregman, luego de que ella terminara de plantear una cuestión de privilegio. Cuando Bregman terminó su intervención, desde el sector liberfacho se escucharon varios abucheos y, desde una de las gradas del público, una voz clara profirió varios insultos que fueron escuchados por casi todas y todos los diputados presentes. Ese ataque directo a la legisladora de izquierda estuvo a cargo de Tomás Agote, quien ocupaba una silla en el sector que le había sido reservado al grupo Pymes Emprendedores y Productores (PEP) liderado por el empresario Rodolfo Llanos, que desde diciembre se hizo conocido por sus reiteradas apariciones públicas en defensa del gobierno de Javier Milei. Pese a la resistencia inicial del presidente de la Cámara baja Martín Menem (tal vez por conocerlo), por pedido de casi todos los bloques opositores, finalmente Agote debió ser retirado del recinto. Minutos antes la diputada oficialista Romina Diez y el legislador porteño Ramiro Marra (presente en los pasillos del recinto) hablaron amigablemente con Agote, quizás buscando que pidiera disculpas o algo por el estilo. Más allá de esos intercambios, el empresario fue obligado a abandonar el Congreso custodiado por personal de seguridad. Al momento de pedir la expulsión del agresor, las diputadas Margarita Stolbizer (HCF) y Carla Carrizo (UCR) denunciaron que es un provocador serial (ellas mismas dijeron haber recibido insultos de su parte) y se rumorea que no es la primera vez que Agote entra al Congreso, sino que suele asistir “a las sesiones de comisiones encubierto”. A poco de haberse ido del Congreso, Agote dijo desde su cuenta de X que pedía “disculpas por el revuelo generado, pero no por lo dicho”, intentando aclarar que no insultó a Bregman sino que, solamente le dijo “estás confundida”. Impresentable. En la misma red social de Agote se puede ver infinidad de reposteos de Patricia Bullrich, Javier Milei, Manuel Adorni, Nik y demás exponentes de la ultraderecha. Y por si fuera necesario aclararlo, cuando se retiraba del Congreso dijo que es “un empresario que vino a apoyar la ley”, aunque se negó a dar su nombre y apellido a periodistas que se lo preguntaron. Por si fuera poco, desde el sello Pymes Emprendedores y Productores (PEP) negaron conocer a Agote. “Se coló”, dijeron al diario La Nación desde la agrupación liderada por Llanos. Se ve que Agote no es alguien por quien muchos quieran poner la cara. Pescado podrido En el sitio Linkedin Agote se presenta como gerente de las empresas Manjares del Mar SRL y Patagonia IT Solutions , además de mencionar que lo fue también Laboratorio Suader S.A., Royal & SunAlliance Insurance Agency e Indemax S.A.. Pero él, fiel a la moda ultraliberal, prefiere autodefinirse como “emprendedor”. Manjares del Mar está radicada en la zona norte del Conurbano Bonaerense, dedicada a la “elaboración (sic), distribución, importación y exportación” de pescados y mariscos. Desde su planta de San Martín, venden sus productos marítimos a restaurantes, comedores de fábricas y empresas, hoteles y comercios minoristas. Los socios gerentes de Manjares del Mar son Tomás y su padre Arturo Román Patricio Agote. Ambos en 2021 fueron multados por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires al comprobarse que desde la empresa cometieron “omisión fiscal” en balances de años previos. Parece que la familia pagaba impuestos muy por debajo de lo que debía por dedicarse a la “venta al por mayor de pescado”. Por esas maniobras evasivas la Dirección de Rentas de la CABA les ordenó pagar $ 756.000,59 de multa. Se desconoce si efectivamente pagaron, aunque se presume que no. Además de evadir impuestos, los Agote quedaron pegados en una causa penal por contrabando de langostinos. Según difundieron oportunamente diversos medios, en 2019 la Policía Federal allanó 18 locales de empresas del rubro del pescado. Fue por orden del juez Miguel Angel Guerrero, titular del Juzgado Federal de El Dorado (Misiones), quien investigaba “una organización delictiva dedicada a la exportación y comercialización de langostinos” a Brasil. País que, dicho sea de paso, tiene fuertes restricciones a la importación de esa especie. Una de las empresas allanadas fue Manjares del Mar , la planta de San Martín que regentean los Agote. Según una investigación previa de la Aduana, que derivó en la apertura del expediente en el juzgado de Misiones, los langostinos eran transportados desde Santa Cruz y Chubut, en camiones con documentos falsos, hacia plantas procesadoras del Gran Buenos Aires y Mar del Plata. Allí los langostinos eran “acondicionados” y empacados para ser llevados a la frontera norte. Tanto la Aduana como el juez Guerrero determinaron que esas maniobras significaron “un millonario perjuicio al Estado” por evasión de tributos aduaneros, a la vez que se alertaron sobre las consecuencias en la salud de los consumidores ya que los langostinos traficados no estaban almacenados ni transportados de forma regular. En aquellos allanamientos de 2019 se detuvo a cinco personas, vehículos, computadoras y $ 15 millones en efectivo. Entre los detenidos no estuvieron ni Tomás ni su padre Arturo, los dueños de Manjares del Mar . Un par de años antes de esos allanamientos, se difundió un video (se puede ver en Youtube) en el que Agote daba una charla para la ONG Mundo Ideas. Allí el empresario hablaba del valor de las buenas ideas y de “sumar porotos” en “proyectos” de jóvenes “emprendedores”. También de “contagiar pasión” para encarar “ideas innovadoras”. Visto tanto su currículum como su actuación de este miércoles en el Congreso, insultando anónimamente a Myriam Bregman por defender los intereses del pueblo trabajador, se podría decir que Tomás Agote es, además de un explotador, evasor y eventual traficante de langostinos, un chanta. La única “pasión” que lo mueve es la de bancar a un gobierno que llegó para consumar un nuevo saqueo al pueblo. Y encima, lo hace a las puteadas. (Vocabulario falango-nazi-fascista que perdura)