Como Groucho Marx el senador Miguel Angel Pichetto parece decir, “estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros”. Actualmente ha prometido llevar al bloque opositor del PJ a apoyar velozmente entre gallos y medianoche y a machaca martillo, las medidas de ajuste laboral, jubilatorio, y tributario que propone el actual Gobierno para frenar el déficit fiscal. Una postura totalmente contraria a la que sostuvo como diputado, cuando en julio de 2001 se opuso fieramente al ajuste del 13% de los jubilados y otras medidas para conseguir el “déficit cero” propuestas por el entonces ministro Domingo Cavallo. A la vez que defendía el rol opositor que debe cumplir la oposición, todo lo contrario a lo que hace hoy día.
El senador por el Frente para la Victoria en Río Negro, Miguel Ángel Pichetto, se ha convertido en estos dos años de gobierno de Cambiemos en el máximo referente del “opoficialismo”. Desde su escisión al kirchnerismo, prometió conformar un bloque opositor frente al actual gobierno nacional, preservando los lineamientos del histórico Partido Justicialista.
Pero en los hechos se ha convertido en el operador en el Senado que ha garantizado la aprobación de los proyectos de leyes más cuestionados promovidos por el presidente Mauricio Macri. A cambio de algunas modestas prebendas concedidas por el Gobierno nacional a los gobernadores del PJ, que siempre andan famélicos de fondos para ahora, y por eso carecen de visión del mañana.
Ese tome y daca desigual comenzó con el DNU que dictó el presidente Macri apenas asumió, que anuló un anterior DNU que había dictado la presidenta saliente Fernández de Kirchner, devolviendo a las provincias la coparticipación del 15% para la ANSES, luego del fallo adverso de la Corte Suprema de Justicia que le dio la razón a las provincias.
Pichetto y Bossio, los líderes opoficialistas
en el Congreso carpeteados por el PRO
Miguel Picheto y Diego Bossio, los líderes de la oposición en el Senado y en la Cámara de Diputados respectivamente, desde el principio del actual Gobierno parecen más preocupados por la gobernabilidad del actual Gobierno, que el mismo Gobierno, habiendo recibido en consecuencia el mote de opoficialistas. Actitud de extrema docilidad que tendría relación con una interminable auditoría realizada en la ANSES, cuyos resultados afectarían gravemente al actual diputado Bossio y al hijo del senador Pichetto.
A poco de asumir el actual Gobierno, el 21 de marzo del 2016, mientras se discutía la ley clave en el Congreso referida al arreglo con los fondos buitres, LPO (La Politica Online) publicó una nota con título “Inquietud en el Gobierno por el impacto de una auditoría en Anses, sobre Bossio y Pichetto” – Un informe ordenado por el Ejecutivo golpea aliados claves en las negociaciones en el Congreso por los holdouts”.
La breve nota decía: “En el Gobierno nacional hay preocupación por los resultados de una auditoría ordenada en la Anses que podría rozar a Diego Bossio y al hijo de Miguel Pichetto, dos arietes que necesita el PRO en el Congreso para avanzar con la ley que habilita el acuerdo con los holdouts.
El estudio fue pedido por el titular de la Anses, Emilio Basavilbaso, para conocer el estado de situación del organismo previsional que acaparó la caja más grande de la era kirchnerista. La consultora Deloitte fue la contratada para indagar sobre las cuentas del organismo, que a través de su Fondo de Garantías de Sustentabilidad (FGS) manejaba 548.000 millones de pesos anuales.
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