La causa judicial donde se investiga si el HSBC funcionó como una "plataforma de evasión fiscal" se mantiene activa. En las últimas semanas comenzaron a declarar 150 de los 224 imputados. Todos los que se sentaron ante la jueza en lo Penal Económico Verónica Straccia están sospechados de haber cometido el delito de "evasión agravada", que está penado con hasta nueve años de prisión, y cada uno de ellos funciona como un eslabón de una cadena que parece conducir directamente al banco británico. Lo que hay en juego es una fuga de unos 3.500 millones de dólares a valores de 2006.
Los nombres de ellos aparecieron en las 4040 fichas que el gobierno de Francia entregó a la Argentina, donde están detalladas las cuentas no declaradas que tenían en el HSBC de Suiza. Y en todos los casos, los montos que figuran en esas fichas -que remiten a unas 2700 cuentas- permiten establecer una acusación por evasión agravada porque los cálculos de la evasión supera lo establecido por la ley 24.769: los cuatro millones de pesos de evasión o los 800 mil pesos para quienes participaron para ocultar la identidad del verdadero evasor.
El análisis que realizaron los investigadores permitió establecer que existe "grupos económicos" asociados -conjuntos de seis o siete personas- en varias de las cuentas que reveló el ex empleado del HSBC, el ingeniero en sistemas Hervé Falciani. Esa gran lista incluyó a clientes de varios países: Estados Unidos, Francia, España, Italia, Bélgica y Gran Bretaña. Y cada uno de ellos recibió la información en virtud de convenios de cooperación como el que tiene Argentina con Francia.
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