(Los estudiantes de un colegio privado de El Palomar, un arma apuntando a un docente y el tratamiento clasista de la noticia. Los privilegios de pertenecer)
No, no sucedió en La Matanza. No, los pibes no eran morochos, no usaban gorrita, no vestían campera deportiva. No, ninguno se llama Braian. Son alumnos de 5º año del Colegio Privado Emaús de El Palomar, quienes pensaron que era divertido grabar a un compañero que apuntó por la espalda a un profesor que escribía en el pizarrón. La autoridades afirmaron que el arma era de juguete y que los chicos fueron sancionados. No, nadie estigmatizó a los estudiantes graciosos del colegio privado. No, nadie hizo memes de ellos, ni los señala como potenciales ladrones, ni nadie se cruzará de vereda cuando se los cruce. No, por eso los medios hablan de "travesura". No, tampoco la policía va a pararlos en la calle, ni a verduguearlos, ni a pedirles documentos, ni a pegarles un tiro en un descampado. Porque en nuestro país, el estigma pesa sobre otros pibes. Porque para el estereotipo racista y clasista, el ladrón nunca sale del colegio privado, ni usa ropa de marca, ni trabaja en las empresas de papá, ni hace carrera como funcionario, ni gana elecciones con el dinero sucio de negocios turbios. ¿Alguien puede imaginar qué sucedería con una escena similar en una escuela pública de Laferrere, por ejemplo? ¿Qué dirían los medios, qué haría la policía, cuál sería la "versión oficial"?
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