Lo que se discute acá es humo y es probable que eso sea así porque no estemos preparados para comprender qué es lo que realmente pasa. Lo más probable es que aquí se esté construyendo una narrativa, un relato, para que lo vayamos comprendiendo en el tiempo.
Techint es una corporación y, como tal, ya debe tener hoy los medios necesarios para aplicar plenamente la inteligencia artificial y la robótica a la producción y avanzar así hacia la próxima etapa, que es la de la cuarta revolución industrial. Techint ya debe tener esos medios hace rato sin poder aplicarlos, siempre a la espera de la ocasión para hacerlo.
Pues bien, acá está la ocasión. Ha llegado el día, se precipita un futuro que iba llegando en cuotas. Es muy probable que Techint y muchos otros —sino todos— estén ya técnicamente en condiciones de terminar con la relación necesaria entre salario y trabajo humano productivo en un sentido capitalista. En una palabra, ya están listos para robotizarlo todo.
Entonces lo que Miguel Ángel Toma dice acá no es que se haga una ley para frenar los despidos, que eso no se frena con leyes. Lo que Toma probablemente esté diciendo es: no vamos a pagar salarios. Si el Estado quiere que las mayorías coman, pues que se busque la forma de quitarnos ese dinero en concepto de impuestos y de redistribuirlo mediante una renta básica universal. Y que tenga los medios y la fuerza para hacerlo, lógicamente, porque nos vamos a resistir.
El futuro es eso, el capitalismo ya está preparado para suprimir la mano de obra humana. No, eso no se puede evitar, es un desarrollo de la tecnología y tiene carácter de inevitable. La cuestión pasa por otra parte: ¿Tendremos los pueblos la fuerza y la organización política para domesticar al capital y exigirle que cumpla su función social, pagando en concepto de impuesto lo que va a dejar de pagar en salarios y cargas patronales?
Si la respuesta es sí, entonces las máquinas harán el trabajo dicho productivo y los humanos nos vamos a dedicar a servirnos los unos a los otros mutuamente. Y nos salvamos todos en un mundo con un nivel de consumo muy inferior al actual, por supuesto.
Ahora bien, si la respuesta es no, entonces estaremos hablando del genocidio a escala mundial que las élites globales tenían bajo la manga hace rato y que van a querer lanzar ahora.
Es una de dos. No, volver a estado anterior no se puede. Lo que sí se puede es empezar ya a organizarnos para garantizar la existencia de un Estado nacional fuerte, bien armado y preparado para imponerles a las corporaciones los impuestos necesarios para que vivamos todos.
He ahí nuestra hipótesis en la disyuntiva nacionalismo popular o genocidio global. O nos hacemos fuertes como grupo para salvarnos todos, o no se salva nadie.
Putear a Techint no sirve: hay que someter a Techint al interés colectivo.
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