No habían dejado de tronar los últimos cañones de la Segunda Guerra Mundial, cuando a las "mentes brillantes" que luego formarían la CIA se les ocurrió una maquiavélica idea. Como había un estado de guerra en Indochina entre los franceses y las tropas vietnamitas de Ho Chi Minh, decidieron aprovecharse de la situación. Dado que los franceses eran considerados en la zona en el largo plazo como mas peligrosos por los norteamericanos, éstos decidieron armar "hasta los dientes" a los comunistas insurrectos vietnamitas, que derrotaron entonces a los franceses. La ocasión estaba dada para que los "gendarmes de la libertad" entraran en acción, pensando que era tarea facil quedarse con las ex colonias francesas. Decidieron matar varios pájaros de un tiro. Luchar contra los vietnamitas comunistas les podía ofrecer un pretexto válido para ingresar en una guerra que escondía sórdidos intereses económicos. Entre ellos uno de los principales era el petróleo. Según Norman Livergood ya desde los años 20 existía un estudio escrito por el ex presidente Herbert Hoover que demostraba la existencia de petróleo en el mar del sur de China, justamente a lo largo de la costa vietnamita. Fué precisamente en la década del 50, cuando se perfeccionó un método para extraer petróleo submarino. Ni lerdos ni perezosos, los miembros de la élite petrolera norteamericana decidieron no perder la ocasión. Por supuesto, sin la CIA hubiera sido imposible. En resumidas cuentas, Estados Unidos inventó una guerra contra el comunismo en Vietnam, uno de cuyos objetivos económicos principales era en realidad explorar íntegramente la costa vietnamita del mar del sur de China.
Mientras los soldados norteamericanos y vietnamitas morían de a miles en las pantanosas junglas asiáticas y decenas de miles de civiles inocentes perdían sus vidas, los barcos encargados de las exploraciones petroleras realizaban explosiones en la costa de Vietnam. Se equivoca quien cree que estaban disparando; estaban haciendo explotar minas en el fondo submarino, a fin de conocer donde había petróleo y donde no. Claro que daba toda la impresión de que los barcos estaban dando una mano a los pobres soldados norteamericanos. Debe entenderse bien lo que estaba sucediendo. Mientras Estados Unidos entregaba sus jóvenes para morir en una guerra -de la cual escaparon personajes como Clinton y Bush- y mientras el pueblo financiaba con el pago de impuestos esas matanzas, al oligopolio petrolero y a la élite les estaba saliendo gratis la exploración de la que se consideraba en aquel entonces una de las cuencas de hidrocarburos mas rica del mundo. Si la Standard Oil (propiedad de los Rockefeller) hubiera decidido explorar en medio de un proceso de paz esa costa, probablemente hubiera obtenido la oposición en las Naciones Unidas de Francia, Vietnam, China y Japón. Obviamente se necesitaba una guerra para poder llevar a cabo la operación de manera sigilosa y efectiva en un ciento por ciento. Livergood señala que "aún observadores muy cercanos solo habrían visto pequeñas explosiones diarias en el mar del sur de China y hubiesen pensado que éso era parte de la guerra (....)" La Standard Oil no gastó ni un centavo en esas tareas. Veinte años mas tarde y luego de que 57 mil americanos y medio millón de vietnamitas murieran, la Standard Oil tenía datos suficientes sobre todo el petróleo existente, por lo que bien la guerra podía concluir. Henry Kissenger (asistente personal de Nelson Rockefeller) representó a Estados Unidos en las conversaciones de paz llevadas a cabo en Paris, y obtuvo el premio Nobel (!!!!). Cuando años mas tarde Vietnam licitó la explotación del petróleo en sus costas, casi todas la empresas petroleras perdieron vastas sumas de dinero, al excavar dondo no había nada. Solamente la Standard Oir licitó las áreas donde había petroleo.
El petróleo no fué la única causa de la guerra de Vietnam. Una de ellas era controlar la producción y la salida marítima de la heroína, el producto derivado de lo que suele ser el mejor negocio del llamado "Triángulo Dorado" (Tailandia, Burma, Laos). La periodista Penny Lenoux, en su obra póstuma In banks we trust, aparecida en 1984, muestra como la heroína salía de Indochina y arribaba a San Francisco via Australia. En la misma obra, Lenoux devela el misterio de cuáles son los principales bancos implicados en el lavado de dinero del narcotráfico de la zona: nombra y hasta muestra los gráficos del Chase Manhattan Bank y del Citybank. Lenoux murió en 1980, a poco de asumir Bush padre como presidente.
No debe extrañar, entonces, que haya acaecido la sangrienta guerra de Vietnam, sobre todo si había petróleo y posibilidades de procesar opio en zonas cercanas. La CIA es especialista en armar los escenarios, poner los señuelos y desinformar a través de los medios de comunicación de lo que realmente estaba sucediendo.
No olvidemos que en paises vecinos hubo, en la misma época, cruentas guerras civiles, como en el sieniestro caso de Cambodia. En su breve pero detallada obra The CIA greatest hits, Mark Zepezauer detalla los horrores que todos pudimos ver en la película The killing fields, cuando el criminal Pot Pol mandó matar brutalmente nada menos que a un tercio de toda la población camboyana. Si la excusa en Vietnam había sido el comunismo, en Cambodia no había ninguna excusa ideológica: no había comunismo antes de que la CIA instaurara el régimen comunista de los Khmer Rouge.
Sería largo citar todas las grandes operaciones de la CIA en sus tristes cincuenta años de existencia: desde la frustrada operación de Bahía de Cochinos en Cuba, hasta el golpe de los coroneles en Grecia; desde el golpe militar contra Salvador Allende el 11 de setiembre de 1973, hasta la masacre de suicidio colectivo de Johnstown, Guyana; desde el derrocamiento del gobierno legítimo de Guatemala de Jacobo Arbenz, efectuado simplemente para impedir una reforma agraria que hubiera ido en detrimento de la United Fruit (empresa de la familia Rockefeller) hasta su participación en el escándalo de Watergate y en las muertes de los hermanos Kennedy, Martin Luther King, Malcom X, etc. etc.
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