La mayor preocupación de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal es la ex presidenta Cristina Kirchner, la dirigente del peronismo que mejor mide en la provincia y especialmente en el conurbano bonaerense. Pero la gobernadora tiene una segunda obsesión que se llama Verónica Magario, la intendenta de La Matanza, donde Cambiemos no puede hacer pie. Durante todo el año le hicieron la vida imposible, pero sigue siendo la dirigente que mejor mide en su territorio.
Durante meses intentaron aprobar un proyecto del GEN de Margarita Stolbizer para dividir el territorio matancero en cuatro. No pudieron implementarlo y hasta el Papa Francisco envió un video apoyando “la unidad de los matanceros”.
Otro momento de tensión se produjo en el mes de agosto, cuando Macri y Vidal visitaron la fábrica de Manaos, ubicada en la localidad de Virrey del Pino y tenían decidido no invitar a la intendenta, algo que ya habían hecho en Avellaneda con Jorge Ferraresi. La intendenta fue clara: “Si no me invitan hago un acto paralelo a la misma hora frente a la fábrica”. Finalmente la invitaron, pero no le permitieron subir al escenario. Macri afirmó que “vinimos a la Matanza para quedarnos”. Claro es difícil cuando las políticas del gobierno nacional han dejado un tendal de desocupados y suspendidos por las Pymes que tienen que competir con las importaciones del exterior.
Vidal también se obsesionó para que Magario no fuera elegida presidenta de la Federación Argentina de Municipios (FAM) pero finalmente con el apoyo de los intendentes bonaerenses más lo del interior del país ocupó el cargo en reemplazó de Julio Pereyra.
Magario, fue invitada por la ex mandataria en su visita en San Pablo junto a Lula y Dilma, y declaró ante los medios hegemónicos que “Cristina sigue siendo la gran líder del peronismo”.
El golpe final se produjo a fines de diciembre cuando La Matanza recibió a todos los congresales provinciales en el Congreso de unidad del peronismo que cuestionó duramente las políticas de ajuste de Cambiemos.
Durante diciembre, la gobernadora decidió que todos los bloques de Cambiemos más los del Frente Renovador se unifiquen en el Concejo Deliberante y presentó como candidato a intendente para el 2019 al ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro.
La idea central de Cambiemos es que al unificarse se conviertan en la segunda fuerza del Concejo, aunque todavía no eligieron presidente del bloque, pero se espera que sea Miguel Racanelli, un concejal que responde directamente a Federico Salvai. Con relación a Finocchiaro, será parte de la campaña legislativa de este año, pero esperará su turno para el 2019. El senador del PRO, Juan Pablo Allan, avisó que el ministro de Educación no va a ser candidato este año. “Creo que puede ser que en el 2019 vaya por una pelea de fondo. Ojalá, porque es un ministro de lujo y tiene una vocación enorme”, agregó Allan.
El problema no es Verónica Magario en La Matanza ni el peronismo. El problema de Vidal son las políticas implementadas por el gobierno nacional. Durante el año pasado se perdieron más de 50 mil puestos de trabajo, entre formales e informaciones, la obra pública está parada y aumentó por cinco la gente que va a los comedores. “Hablo con los abuelos y ellos me cuentan que muchas veces están cenando un té o una sopa porque no llegan a fin de mes. Un carnicero de Laferrere me contaba que antes vendía 300 kilos de carne por semana y ahora vendía 70. En nuestras ciudades el consumo bajó el 40 por ciento por lo que los comercios también entraron en una situación crítica”, afirmó Magario.
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