Descendiente de un general patricio tachado de “vendepatria”, entrenado por la Fundación Eisenhower para ser un líder emergente, dueño de una off shore, denunciado por corrupción, y acusado de fraude electoral por su socio político de Recrear López Murphy, el ministro Bullrich tiene una extraña debilidad para mezclar su gestión educativa con la gestión de negocios. Esto le ha deparado una notable fortuna, explicada gracias a donaciones recibidas por su conyugue. Sin embargo imitando al sindicalista Barrionuevo, aseveró hace muy poco que “los problemas se van a resolver si terminamos de afanar la guita que nos estamos llevando a los bolsillos”.
Por Lázaro Llorens @lazarollorens
El ministro de Educación y Deportes de la Nación, Estaban José Bullrich Ocampo, mencionado como candidato a senador por la provincia de Buenos Aires, hace más de un mes tiene un conflicto abierto con los docentes por no cumplir la ley y llamar a paritarias nacionales, como se lo ordenó la jueza en primera instancia Dora Temis a quien recusó.
Hijo de una familia de sobrado linaje, el padre del ministro es Esteban Bullrich Zorraquín y su madre María Ocampo Alvear, tataranieta del militar, político y diplomático argentino general Carlos María de Alvear, primer embajador en Estados Unidos. Señalado por historiadores como Bartolomé Mitre y Félix Luna de haber sido un agente inglés. Existiendo al respecto dos elocuentes cartas enviadas a Lord Castlereagh, ministro de Relaciones Exteriores de Inglaterra, y a Lord Strangford, embajador inglés en Río de Janeiro, en las que afirmó: “estas provincias desean pertenecer a la Gran Bretaña, recibir sus leyes, obedecer a su gobierno y vivir bajo su influjo poderoso”.
También es sobrino segundo de la actual ministra de seguridad Patricia “piba” Bullrich, ex miembro de la cúpula de Montoneros y ahora fans de las palabras seguridad, control y orden.
Sus estudios secundarios, Esteban Bullrich Ocampo, de 48 años de edad, los hizo muy lejos de la escuela pública. En el selecto colegio bilingüe ingles Saint Leonard’s, de Vicente López de donde egresó en el año 1987.
En cuanto a sus estudios universitarios, pos universitario y experiencia laboral, no solo tampoco tuvieron nada que ver con la educación pública, sino que siquiera tienen vinculación con lo educativo, a pesar que hoy es la máxima autoridad en el país en el tema.
En el año 1992 se recibió de licenciado en sistemas y computación, en la universidad privada CAECE, actualmente propiedad de Cámara Argentina de Comercio. Ese año comenzó a trabajar en la empresa textil Alpargatas, que hoy paradójicamente atraviesa un situación económica compleja, con suspensiones masivas de empleados, debido al dólar barato y la política aduanera del gobierno de Cambiemos.
En 1996, viajó a Estados Unidos para hacer un master en administración de empresas en la prestigiosa universidad Kellogg School of Management. Una de las mejores escuelas del mundo en este tema, creada y sostenida por la compañía alimenticia Kellogg.
Ese año, antes de regresar a la Argentina, Bullrich Ocampo viajó Nicaragua, bajo influencia sandinista, para enseñarles durante dos meses matemática a niños de un orfanato. Lo hizo bajo la fundación Padre Fabretto. Una ONG financiada por el gobierno de Estados Unidos y grandes compañías multinacionales como Cargill, Coca Cola y Appel.
Este fue la primera vez que Bullrich tuvo una experiencia con el tema educativo. También la primera y última vez que estuvo parado frente a un aula.
Con el master en administración de empresas, el ministro macrista regreso al país y comenzó a trabajar para la empresa frutícola San Miguel S.A.. Una de los principales productores de limones del mundo. Rubro en el cual, el ministro, sigue teniendo intereses a través de la consultora Fruitful Thinking S.A., especializada en exportación de productos frutícolas, de la cual es dueña en un 50%.
Por ese entonces, además, la familia Bullrich Ocampo tenía negocios con el actual presidente del Banco Nación Javier Gonzalez Fraga, ex funcionario de Carlos Menem. Era en la fábrica de dulce de leches y queso de búfala “La Salamandra”. Empresa que luego, la familia del ministro Bullrich, vendió al polémico empresario kirchnerista Cristóbal Lopez, quien finalmente la cerró en el año 2014, y hoy es una cooperativa de trabajadores, que con escasa materia prima pugna por sobrevivir.
La ley de Murphy
En el ardiente 2001, el actual ministro de Educación de la Nación decidió abandonar el sector empresarial para pasar al público. Lo hizo de la mano del economista liberal Ricardo Lopez Murphy. Consultor del BID, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional y ex economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).
Claro que su primera incursión en política no fue la mejor. Ese año, Lopez Murphy fue nombrado ministro de economía de la Alianza por el presidente Fernando De la Rúa. Y el ex economista de Fiel, apenas asumió, para poder poner en caja el déficit fiscal y cumplir con los pagos de la deuda externa, se despachó con un durísimo plan de ajustes por 2.000 millones de dólares, en todas las áreas del Estado, principalmente en Educación.
Por su crudeza, este plan provocó la renuncia de casi todo el gabinete de De la Rúa. Y tras cartón, la renuncia del propio Lopez Murphy. Lo suplantó nada más y nada menos que Domingo Cavallo, presentado en ese contexto como un heterodoxo economista, que venía a salvar a la Argentina, cuando en realidad venía a salvar a los bancos.
Si bien Lopez Murphy, en menos de lo que canta un gallo, quedó fuera del gobierno de la Alianza, Bullrich se las ingenió rápidamente para quedarse y vivir a la política. Lo hizo, como muchos por esa gran puerta que es el Congreso, como secretario parlamentario del entonces diputado Hugo Martini, actual asesor suyo. Por entonces vicepresidente de Relaciones Institucionales de YPF, cuando la compañía estaba en manos de Repsol.
En las elecciones del 2003, gracias a su apellido de linaje, desde ese cargo en el Congreso, Bullrich pasó directo y sin escalas a candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por el partido Recrear. Fuerza política que había creado el economista Lopez Murphy para competir por las elecciones presidenciales de ese año donde triunfó Nestor Kirchner.
En esos comicios, Recrear tuvo una muy buena performance. Como candidato a presidente Lopez Murphy salió tercero con el 16% de los votos, a seis puntos de Kirchner. Mientras que el actual ministro, compitiendo con Macri e Ibarra, salió cuarto con el 9%. Nada mal para una fuerza totalmente nueva.
Sin embrago, dos años después, en las elecciones legislativas del 2005, Recrear se alió con su competidor director, el macrismo. Así nació formalmente Propuesta Republicana (PRO) que hoy ocupa los principales cargos del poder ejecutivo.
Fruto de ese acuerdo, que será el comienzo del fin del partido de Lopez Murphy, Bullrich resultó electo diputado nacional. Cargo donde, entre otras cuestiones, el actual ministro de Educación, esgrimiendo la teoría de los dos demonios, defendió el juramento como diputado del policía Luis Abelardo Patti, actualmente preso en Ezeiza por delitos de Lesa Humanidad.
Desde esa banca además Bullrich tuvo contacto de manera fugaz, con experiencias en el tema de la educación pública. Fue cuando presentó, junto con Eugenio Burzaco, y Hugo Martini, un proyecto de “Ley Federal de Educación” (5.557-D-06) que recibió críticas, no de la izquierda, sino su propio colega del PRO Mariano Narodowski, ex ministro de educación de Macri.
También cuando cuestionó en la cámara la ley de Financiamiento Educativo que obliga a paritarias nacionales y a invertir el 6% del PBI en educación. Ley aprobada en ese entonces por el kirchnerismo, y que hoy el ministro conforme esos antecedentes en contrario, incumple abiertamente. “Gastar más no es gastar mejor”. Hay que “garantizar la equidad en la distribución de los fondos y dirigirse a los distritos más rezagados y desfavorecidos” cuestiono Bullrich en el recinto, cuando se aprobó.
Becado
Luego de defender a Patti y cuestionar la ley de financiamiento educativo, a mediados del 2006, al poco tiempo de asumir su banca, Bullrich pidió licencia sin goce de sueldo, por dos meses para realizar una beca en Estado Unidos, en la fundación estadounidense Eisenhower Fellowships Fellow.
“El diputado Esteban Bullrich, de Pro, pidió licencia sin goce de sueldo por dos meses. Sucede que fue favorecido con la beca Eisenhower y viajará a Estados Unidos financiado por el gobierno de ese país. Se reunirá con Colín Powell y Madeleine Albright, con intendentes y gobernadores y con directivos de Microsoft y Apple, entre otros. Visitará universidades, fundaciones y entrevistará a expertos en educación. Pero apuntará, sobre todo, a fortalecer las relaciones con los partidos Republicano y Demócrata” informó el diario La Nación.
¿Para qué y quiénes sostienen esta fundación norteamericana que becó a Bullrich?
Según su sitio web -https://www.efworld.org- la fundación Eisenhower, tiene como fin “identificar líderes emergentes en todos los países del mundo y proporcionarles programas en los Estados Unidos para potenciar sus capacidades profesionales, ampliar sus contactos, y agrandar sus perspectivas de progreso futuro. Asimismo, fomenta la pertenencia a una gran comunidad internacional entre los que se encuentran líderes políticos universitarios empresariales, profesionales, etc.” O sea algo parecido en lo que andaba su antecesor Carlos María de Alvear.
Actualmente su presidente ejecutivo es el ex general retirado secretario de Estado de George W. Bush, Colín Powell. Ocuparon este cargo además los ex-presidentes de los EE.UU George Bush y Gerald Ford, y los ex secretarios de Estado Donald Rumsfeld y el mismísimo Henry Kissinger.
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