lunes, 30 de agosto de 2021

Editorial de Aliverti { Actualidad }

ESTOY AVERGONZADO Y PIDO DISCULPAS

Soy un humilde profesor universitario, y tengo que manifestarles que me causó vergüenza y deseo pedir sinceras disculpas por la situación vivida en la Escuela Técnica Nº 2 de Ciudad Evita, cuyo contenido se viralizó en las redes. Estoy avergonzado y pido disculpas por varias razones. En primer lugar, porque los docentes hemos fracasado en formar alumnos con espíritu crítico. Lamentablemente todavía hay alumnos que repiten como autómatas datos manipulados, desinformaciones y “fake news”. Cuando un alumno habla de 37 años de peronismo y de una vicepresidenta con causas judiciales, solo demuestra una alarmante ignorancia, una capacidad muy limitada de análisis y una superficialidad banal preocupante. Cuando hay que explicarle la diferencia ente un gobierno popular y un gobierno oligárquico y cleptocrático a alumnos de cuarto año del secundario, es reconocer explícitamente las falencias formativas de más de 10 años de educación impartida anteriormente. Cuando hay que explicar la función social de la escuela pública y la importancia de la asistencia alimentaria en la escuela, es que debemos reconocer que dejamos algunos adolescentes viviendo en un tupper, sin preocuparnos por sacarles las anteojeras de generaciones de desinformación y preconceptos ideológicos adquiridos. Cuando un muchachito se dedicó a filmar un video subrepticiamente, sin pedir autorización y en forma clandestina, y lo viralizó con oscuras intenciones, debemos reprocharnos que estamos formando un adulto buchón y delator, que se solazará denunciando compañeros de trabajo o aquellos compañeros estudiantes con ideas raras. Tengo otras vergüenzas. Pero ahora me voy a dedicar a la docente. En primer lugar, tengo que decirle que el fiscal que perforó toda la Patagonia buscando el PBI que Clarín dijo que se robaron, no es un pelotudo. Es un tremendo miserable que evidencia la justicia de cuarta que tenemos que sufrir los argentinos. No es un fiscal. Es una marioneta impúdica de los medios hegemónicos. Cuando dice que para ir a la escuela privada el padre tiene que pagar una cuota de 10 lucas p’arriba, se quedó corta… muy corta… Cuando dice que los amarillos perdieron porque el pueblo los castigó, omitió una información trascendental. NO VUELVEN MAS, PORQUE EL PUEBLO NO ES ESTUPIDO Y LOS REPUDIA PARA SIEMPRE Y POR SIEMPRE. Y, finalmente, a las autoridades educativas les digo que las felicito y apoyo fervientemente que se haga un sumario administrativo. Un sumario a 150 años de formación sarmientina y otros tantos de historia mitrista, que para lo único que sirvieron fue para que todavía haya algunos incrédulos que puedan de buena fé creer que la derecha oligárquica, clasista, antipopular y antinacional pueda alguna vez pensar en el bienestar del país y no en sus mezquinos intereses. NUNCA MAS TIENE QUE HABER UNA LAURA RADETICH. TIENE QUE HABER MILES. QUE GRITEN FUERTE EN TODAS LAS AULAS CON LA VOZ DE LOS DOCENTES MUERTOS EN MORENO POR LA DESIDIA DE VIDAL, CON LA VOZ DE SANTIAGO MALDONADO y RAFAEL NAHUEL QUE MATO LA GENDARMERIA DE BULLRICH, CON LA VOZ DE LOS BOMBEROS ASESINADOS EN IRON MOUNTAIN POR LA CORRUPCION DE MACRI Y RODRIGUEZ LARRETA, Y CON LA VOZ DE TODO EL PUEBLO SUFRIENTE, PARA HACER OIR LA VOZ DEL SUBSUELO DE LA PATRIA SUBLEVADA.

El abogado Maximiliano Rusconi explicó por qué no hubo delito penal en el festejo de Olivos

El abogado habló en La Mañana sobre la implicancia legal de la celebración del cumpleaños de Fabiola Yáñez de la que participó Alberto Fernández. El abogado Maximiliano Rusconi sostuvo en La Mañana de Víctor Hugo que no hubo delito penal en la celebración del cumpleaños de Fabiola Yáñez en la que participó el presidente Alberto Fernández en julio del 2020 cuando regía el DNU que prohibía los encuentros sociales por la pandemia del coronavirus. Según el diario La Nación, el fiscal Ramiro González prepara un escrito para notificarle en las próximas 48 horas al mandatario que está formalmente imputado en la causa judicial en la que se investiga la violación de la cuarentena, pero para el abogado no hay motivos que justifiquen la imputación. "Para imputar al presidente se alude al artículo 205 del Código procesal que se ocupa de los delitos contra la salud pública. En uno de sus capítulos, el articulo establece que lo que se sanciona son acciones que violan la seguridad pública a través de la violación del bien jurídico colectivo y la salud publica a través de aguas potables, alimentos o medicinas", introdujo Rusconi en su explicación. En ese sentido, el abogado explicó que, aún si en las fotos hubiera una infracción normativa o una lesión a la disposición, todavía faltaría determinar si ese acto ha lesionado o puesto en riesgo el bien jurídico que se quiere proteger. Rusconi dijo que es posible que haya una sanción administrativa que no ameritaría una intervención del derecho penal. "El derecho penal interviene solo cuando se viola una norma administrativa pero además se pone en peligro el bien jurídico como la salud o la vida. La foto puede ser perjudicial pero no demuestra una lesión o puesta en peligro de la salud publico. Con lo cual decir acá que hay un delito penal es una barbaridad", expresó. Por último, el abogado sostuvo que estos fundamentos también valen para la foto del cumpleaños de Elisa Carrió en el que estuvieron presentes Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli, entre otros 70 invitados. "La celebración no debió haberse hecho" Tras la publicación de las fotos del cumpleaños, Alberto Fernández lamentó la reunión realizada el año pasado en la Residencia de Olivos y admitió que "no debió haberse hecho". "El 14 de julio del año pasado, día del cumpleaños de mi querida Fabiola, convocó a una reunión con sus amigos y a un brindis que no debió haberse hecho; definitivamente me doy cuenta que no debió haberse hecho y lamento que haya ocurrido. Claramente lo lamento", expresó el Presidente el 13 de agosto pasado.

La Cumbia del Carpincho

Ramos Padilla acomodó a Novaresio

A no olvidarse

Los Principios de Pato

lunes, 23 de agosto de 2021

Editorial de Aliverti del 21 de agosto { La deuda }

La desigualdad

Pensar el voto

UN MAFIOSO CON PODER

Tu viejo arranco con 7 empresas en la dictadura y terminó con 46 al asumir Don Raúl. Muy efectivo. * Yabrán se suicida y te quedás con el Correo. Total normalidad. * «Hombre en.llamas» (Man of fire.1981 Quinnell) fue la guía de la parodia de tu «secuestro», el "blanqueo de un vuelto" a saldar, posicionamiento en escena y tu graduación de "giovani d’onore" a "uomini d’onore" de la 'Ndrangheta. Daba para un Oscar. * Te choreás la guita de las cloacas y el Intendente de Morón cae preso. Vos paseando tranquilo. * En el 99´ tu auto atropella y mata a Paula Elizabeth Gonzalez (14) todos dicen que vos manejabas, parece que ahora tenés un chofer que asumió el volante a cambio de buena vida en Uruguay. Los dos jugadores (hoy técnicos) que te acompañaban NUNCA fueron convocados a declarar. Suerte la tuya. * Contrabandeás autopartes y te condenan a prisión. Te sobresee la Corte Suprema de Menem.("La Automática", te acordas?) * El Juez Perrota suspende TODO el fútbol argentino y para arrancar, ordena instalar en todos los estadios cámaras de seguridad que sólo vos representabas. Casualidades de la vida y buena estrella. * Angelici coimea árbitros y vos sacás campeón a Boca. Gestión exitosa. * El "Patrón" Bermúdez denunció los "retornos" que exigía La Famiglia. Chau patrón! * Te convertís en Jefe de Gobierno de CABA y "le vendés" la empresa constructora proveedora de la Ciudad a tu primo. Absoluta transparencia. Pro al gobierno, ’Ndrangheta al poder. * Se incendia Iron Mountain, una pena; toda la info de los “detalles” estaban ahí. 10 bomberos muertos. Mala suerte la tuya. * Se "suicida" Gregorio Centurión, amigo y administrador de pautas muy dudosas. Las estrellas no acompañan. * Le meten presión al fiscal al re mango (especialidad de los "camorristas di sgarro") y se revienta el balero. Se cae la causa de las escuchas ilegales. Asumís la presidencia procesado y a la semana te dictan el sobreseimiento. Todos somos Nisman. * Asumís la presidencia y aparecés en 40 cuentas en los Panamá Papers. No constituye en sí un delito.¿quién no tiene una off shore por ahí?? * Siendo presidente te autocondonás 70 mil palos. Error de carga y "volvemos a foja 0" hasta mejores momentos. * En tu primer DNU volteás la Ley de Medios vaya uno a saber pagando que favor. Estábamos distraídos, Magnetto no. * Sos presidente y duplicás el precio DE TUS peajes. Empresario afortunado al estar en el momento justo en el lugar indicado. * Le adjudicás el reactor RA10 a Nicki tu “amigo del alma” y el soterramiento del Sarmiento a Angelo, tu primo. Casualidades de la vida. * Metès por DNU la cláusula que permite blanqueo de guita de parientes cuando estaba prohibido expresamente. Solidario a full. * . Mc Air (TU empresa) forma parte de Avianca y esta se hace cargo de rutas no licitadas. Volareee oh oh. * En tu primera elección manipulás los datos para hacer de cuenta que ganaste. Te pega fuerte todo el gorilismo y hasta #MassaMulo. * Tus “amigos” te prometieron lluvias y te mandan tormentas. No ayuda el clima, o ¿a un Capo no le gusta que lo primeree otro Capo menor? * Se te complicaba con detalles de "aportantes truchos" y se prendió fuego un depòsito del Banco Nación y los archivos del Tribunal Nº 7. Mala suerte, otra vez ese fuego malo! * Buscaban 5 coimeros y encontraron toda una Patria Contratista de tu Famiglia. No podrá parecer un accidente, vos vas a aparecer en todas. Desde la dictadura, siempre. "Il nonno Giorgio" orgulloso "di suo nipote Maurizio" Se te está acabando la soga, campeón

La invasión de los carpinchos

Por Eduardo de la Serna* La relación de los seres humanos con los animales es tan vieja como la humanidad. Ser cazadores o pescadores nos ha constituido desde que venimos de los monos, que también se alimentaban y cazaban… Como los humanos somos omnívoros también se recolectaba, y luego sembraba. Y así aparecieron otros animales como compañía o domesticados como ayuda. Así surge la diferencia entre animales domésticos (que se adaptan a la convivencia con los seres humanos) y animales silvestres. Con frecuencia solemos confundirnos, de todos modos. Por ejemplo (creo que es el más ilustrativo) creemos que una tortuga es “doméstica” porque vive, se alimenta, y anda cerca nuestro, pero nunca se adapta como, por ejemplo, para reproducirse. Hay animales como las aves en nuestras ciudades, por ejemplo, que pueden tener un cierto contacto con las personas, pero “de lejos”, aunque algunas sí sean domesticables como los canarios o las palomas. En ocasiones, nuestra incapacidad lógica o la imprudencia nos lleva a introducir animales exóticos en otros territorios donde con frecuencia se transforman en plagas. Así ocurrió con animales que el coloniaje trajo para que los turistas del Primer Mundo vinieran a pescar o cazar jabalíes, ciervos, liebres, salmones o truchas… aunque eso perjudicara la fauna autóctona como huemules, pejerreyes y otros. Así ocurrió, también, con los castores en Tierra del Fuego, las ardillas en Luján y – el ejemplo más visible – los hipopótamos de Pablo Escobar que campean horondos por el Magdalena. Debo confesar que soy un ferviente admirador de los zoológicos (de los buenos zoológicos, por cierto), y no coincido con algunas determinaciones de cerrarlos, pero también sé que mi posición es totalmente opinable. Finalmente, muchos veíamos como algo positivo de la pandemia no solamente que habían disminuido los conflictos y guerras, sino que los animales silvestres habían vuelto allí de dónde habían sido expulsados. Y “todos” comentamos lo simpático de ver ciervos por España, delfines por Italia, pumas por Chile… todo muy simpático hasta que los malvados, perversos y subversivos carpinchos invadieron la propiedad privada de la rancia oligarquía de Nordelta. ¡Ahí se les fue la mano! La ley de humedales puede esperar… y si es 50 o 100 años, ¡mejor! Pero que comandos de carpinchos mapuche-kurdos-venezolanos, entrenados por la Cámpora invadan la propiedad privada es reflejo del comunismo vigente. Es sabido que la propiedad privada en la Patagonia empezó cuando llegó la “civilización” luego de haber torturado, masacrado, esclavizado y expulsado a los “bárbaros” que antes la ocupaban ilegalmente sin papeles ni registros de propiedad. Lo mismo ha de decirse de estos roedores gigantes que quieren ocupar el espacio que merecen los buldogs franceses, los galgos afganos, los cocker spaniel o los pastores belgas. Estos tienen título de propiedad, y hasta un kennel club que lo acredita cosa que no tienen los salvajes capibaras que comen pasto y destruyen los jardines que tanto nos ha costado mantener (o, en realidad, le ha costado al jardinero). Pero resulta que la ley dice que los animales silvestres / salvajes son propiedad del Estado nacional, cosa que no ocurre con los animales domésticos. Es evidente que con este gobierno comunista y enemigo de la propiedad privada pronto veremos no solamente carpinchos en nuestras casas, sino también, sumadas a las ya frecuentes lagartijas (geckos, en realidad), chimangos y caranchos, y nutrias (en realidad coipos) y cisnes, en zonas de ríos (que afortunadamente pronto serán privatizados por un buen gobierno porteño para evitar este desmadre) sino que no debería extrañarnos que pronto nuestras calles de inunden de seres verdaderamente humanos, capaces de encontrarse y celebrar, de sonreír y vivir... ¡Y sin ser coucheados ni ser de plástico! ¿dónde se ha visto?

Roberto Navarro contó cómo fue el día de la foto en la Quinta de Olivos

Las operaciones del periodismo macrista y el relato creado después de la foto del cumpleaños de Fabiola Yáñez el Olivos. Los detalles de ese día y la gestión en medio de la pandemia. Roberto Navarro se refirió a la foto en la Quinta de Olivos del presidente Alberto Fernández en una reunión por el cumpleaños de Fabiola Yáñez que generó una catarata de operaciones mediáticas y fue aprovechada por la oposición para atacar al gobierno en medio de la pandemia por el coronavirus. En El Destape Radio, Navarro dio detalles sobre la polémica por la foto en Olivos. Se está armando una novela con una foto en la Quinta de Olivos. Cuando uno indaga en qué pasó ese día ve que es solo eso: un momento. Cuando en El Destape publicamos las visitas de jueces y fiscales a Mauricio Macri, los periodistas macristas pidieron los listados de Alberto. Pero no encontraron jueces ni fiscales, ni periodistas que entraban una docena de veces, como antes lo hacían Jorge Lanata o Luis Majul. Después dijeron que había "fiestas sexuales" con Florencia Peña y se les pudrió. Después dijeron que había un chino que entraba y hacía negocios con el Estado, pero el chino solo había tenido contratos mínimos con el Estado nacional y tenía contratos grandes con Horacio Rodríguez Larreta. Y finalmente llegaron al día del cumpleaños de Fabiola. No había ni jueces ni fiscales. Pero la foto pegó en la gente. Y puede usarse para crear un relato. Dar la idea de que el presidente vivía de fiesta en fiesta. La foto sola, sin contexto, es difícil de interpretar. Todos nos preguntamos por qué el presidente hace fiestas y se saca fotos sin barbijo en cuarentena mientras nosotros estábamos encerrados. Si se arma la agenda de ese día de Alberto Fernández hubo un montón de reuniones con mucha gente. Porque la vida del presidente no es como nuestras vidas. No se gobierna por Zoom Alberto gobernó en 2020 desde la Quinta de Olivos y el lugar se convirtió en una ciudad gobierno, con decenas de reuniones con 10 personas, 20 y 30 también. Inevitables para gobernar. Inevitables. Ese día Alberto estuvo hasta las 10 de la noche en una reunión con Leandro Santoro, Ricardo Forster y un montón de personas más. También estuvieron Carla Vizzotti, Vilma Ibarra, Elizabeth Gómez Alcorta, Cecilia Nicolini, Cecilia Todezca. Era una reunión sobre la comunicación de las mujeres del gobierno. Y eran muchas personas. Como se reunieron con muchas personas Macron, Merkel, Piñera y cualquier presidente. Cuando terminó la reunión Alberto pasó por la sala donde estaba Fabiola. No le espantó ver a 10 personas porque él vivía rodeado de gente. Si Alberto hubiera pensado que hacia algo malo no se sacaba fotos. No es un boludo, es el tipo que fue jefe de gabinete de Néstor 5 años y ahora fue elegido presidente de la Nación. Fue el que logró la unidad con los gobernadores, los sindicalistas, con Sergio Massa. Cuando Alberto llegó a la Quinta de Olivos, el ex presidente Macri había dejado un sistema de registro dividido en 5 y según quién lo pedía le daba uno distinto. Por eso cuando Poder Ciudadano se lo pidió, Macri le dio uno en el que no figuraban los fiscales Borisnky, Pleé, ni Jorge Lanata ni Héctor Magnetto. Alberto ordenó hacer un listado único. Si Alberto hubiera vivido de joda como se quiere hacer creer no hubiera transparentado el sistema de registros de visitas. Fabiola se juntó a cenar con 5 personas que trabajan en Olivos y 4 personas más. Se sacaron los barbijos para cenar y se sacaron una foto. Hay un video de ese brindis de unos segundos en que la cantan feliz cumple, que seguro mostraran antes de las elecciones. Se está armando una novela de una foto. Y el que ponen de malo en la novela es el tipo que construyó los hospitales nuevos, armó las Unidades de terapia intensiva nuevas, consiguió los respiradores y millones de vacunas para todos y todas en esta pandemia. Estamos ante la representación máxima del sistema de manipulación pública que se armó en Argentina.

BYUNG-CHUL HAN: LA CULTURA DIGITAL HACE QUE EN CIERTO MODO EL HOMBRE SE ATROFIE

"La sociedad de la transparencia elimina todos los rituales y ceremonias, en cuanto que estos no pueden hacerse operacionales, porque son un impedimento para la acelaración de los ciclos de la información, la comunicación y la producción." - Byung-Chul Han Texto del filósofo surcoreano Byung-Chul Han, que forma parte de un extracto de su libro ‘Loa a la tierra’, publicado por la editorial Herder el 15 de marzo del 2019. Traducción de Alberto Ciria. Por: Byung-Chul Han Desde que trabajo en el jardín percibo el tiempo de manera distinta. Transcurre mucho más lentamente. Se dilata. Me parece que falta casi una eternidad hasta que llegue la próxima primavera. La próxima hojarasca otoñal se distancia hasta una lejanía inconcebible. Incluso el verano me parece infinitamente lejano. El invierno se me hace ya eterno. El trabajo en el jardín invernal lo prolonga. Jamás me resultó tan largo el invierno como en mi primer año de jardinero. Sufrí mucho a causa del frío y la helada persistente, pero no por mí, sino sobre todo por las flores de invierno, que mantenían su floración incluso con la nieve y en plena helada persistente. Mi mayor preocupación eran las flores, y por eso les brindaba mi asistencia. El jardín me aleja un paso más de mi ego. No tengo hijos, pero con el jardín voy aprendiendo lentamente qué significa brindar asistencia, preocuparse por otros. El jardín se ha convertido en un lugar del amor. El tiempo del jardín es un tiempo de lo distinto. El jardín tiene su propio tiempo, sobre el que yo no puedo disponer. Cada planta tiene su propio tiempo específico. En el jardín se entrecruzan muchos tiempos específicos. Los azafranes de otoño y los azafranes de primavera parecen similares, pero tienen un sentido del tiempo totalmente distinto. Es asombroso cómo cada planta tiene una conciencia del tiempo muy marcada, quizá incluso más que el hombre, que hoy de alguna manera se ha vuelto atemporal, pobre de tiempo. El jardín posibilita una intensa experiencia temporal. Durante mi trabajo en el jardín me he enriquecido de tiempo. El jardín para el que se trabaja devuelve mucho. Me da ser y tiempo. La espera incierta, la paciencia necesaria, el lento crecimiento, engendran un sentido especial del tiempo. En Crítica de la razón pura, Kant describe el conocimiento como una actividad remunerada. Según Kant, el conocimiento trabaja por una “ganancia realmente nueva”. En la primera edición de Crítica de la razón pura, Kant habla de “cultivo” en lugar de “ganancia”. ¿Qué motivo pudo haber tenido Kant para reemplazar “cultivo” por “ganancia” en la segunda edición? Acaso “cultivo” le recordara demasiado a Kant la amenazadora fuerza del elemento, la tierra, la incertidumbre y la imprevisibilidad inmanentes a ella, la resistencia, el poder de la naturaleza, que habrían incomodado sensiblemente el sentimiento de autonomía y libertad del sujeto kantiano. El asalariado urbanita podrá desempeñar su trabajo independientemente del cambio de las estaciones, pero eso le resulta imposible al campesino, que está sujeto a su ritmo. Posiblemente el sujeto kantiano no conozca la espera ni la paciencia, que Kant rebaja a “virtudes femeninas”, pero que son necesarias en vista del lento crecimiento de aquello que fue encomendado a la tierra. Quizá a Kant le resultara insoportable la incertidumbre a la que queda expuesto el campesino. En su obra Amor y conocimiento, Max Scheler señala que, “de una forma extraña y misteriosa”, san Agustín atribuye a las plantas la necesidad “de que los hombres las contemplen, como si gracias a un conocimiento de su ser al que el amor guía ellas experimentaran algo análogo a la redención”. El conocimiento no es una ganancia, o al menos no es mi ganancia, ni es mi redención, sino la redención de lo distinto. El conocimiento es amor. La mirada amorosa, el conocimiento al que el amor guía, redime a la flor de su carencia ontológica. El jardín es, por tanto, un lugar de redención (…) Me gustan mucho las flores que aman la sombra. Byung-Chul significa “luz clara”. Pero sin sombra la luz ya no es luz. Sin luz no hay sombra. Luz y sombra van juntas. La sombra da forma a la luz. Las sombras son sus hermosos contornos. El nombre en latín de la dedalera es Digitalis. La palabra digital se refiere al dedo, en latín digitus, término con el que también está emparentada etimológicamente la palabra índice, que designa el dedo que se emplea sobre todo para contar. La cultura digital hace que en cierto modo el hombre se atrofie hasta convertirse en un pequeño ser con carácter de dedo. La cultura digital se basa en el dedo que numera, mientras que la historia es una narración que se cuenta. La historia no numera. Numerar es una categoría poshistórica. Ni los tuits ni las informaciones componen una narración. Tampoco el timeline narra una biografía, la historia de una vida. Es aditivo y no narrativo. El hombre digital maneja los dedos en el sentido de que constantemente está numerando y calculando. Lo digital absolutiza el número y la numeración. También lo que más se hace con los amigos de Facebook es numerarlos. Pero la amistad es una narración. La época digital totaliza lo aditivo, el numerar y lo numerable. Incluso los afectos se cuentan en forma de likes. Lo narrativo pierde enormemente relevancia. Hoy todo se hace numerable para poder traducirlo al lenguaje del rendimiento y la eficiencia. Además, el número hace que todo sea comparable. Lo único numerable es el rendimiento y la eficiencia. Así es como hoy todo lo que no es numerable deja de ser. Pero ser es un narrar y no un numerar. El numerar carece de lenguaje, que es historia y recuerdo. (…) Hoy tenemos mucho que decir, mucho que comunicar, porque somos alguien. Hemos perdido el hábito tanto del silencio como de callarnos. Mi jardín es un lugar del silencio. En el jardín yo creo silencio. Estoy a la escucha, como Hiperión: Todo mi ser enmudece y se pone a la escucha cuando la tierna ola de aire revolotea por mi pecho. Perdido en el vasto azul, a menudo lanzo mi mirada fuera, hacia el éter, y la adentro en el mar sagrado, sintiendo que un espíritu afín me abre sus brazos, como si el dolor de la soledad se desvaneciera en la vida de la divinidad. Ser uno con todo: esa es la vida de la divinidad y ese es el cielo del hombre. La digitalización aumenta el ruido de la comunicación. No solo acaba con el silencio, sino también con lo táctil, con lo material, con los aromas, con los colores fragantes, sobre todo con la gravedad de la tierra. La palabra humano viene de humus, tierra. La tierra es nuestro espacio de resonancia, que nos llena de dicha. Cuando abandonamos la tierra nos abandona la dicha.

miércoles, 18 de agosto de 2021

Editorial de Aliverti del 14 de agosto { Cena en Olivos y más }

Deudas y default

Byung-Chul Han: la nueva fórmula de dominación es "sé feliz"

Artículo del filósofo surcoreano Byung-Chul Han, publicado por primera vez en la revista digital Ethic, y que forma parte del libro publicado por la Editorial Herder, titulado La sociedad Paliativa. Por Byung-Chul Han En la época posindustrial y posheroica el cuerpo no es avanzadilla ni medio de producción. A diferencia del cuerpo disciplinado, el cuerpo hedonista, que se gusta y se disfruta a sí mismo sin orientarse de ninguna manera a un fin superior, desarrolla una postura de rechazo hacia el dolor. Le parece que el dolor carece por completo de sentido y de utilidad. El actual sujeto del rendimiento se diferencia radicalmente del sujeto disciplinario. Tampoco es un «trabajador» en el sentido de Jünger. En la sociedad neoliberal del rendimiento las negatividades, tales como las obligaciones, las prohibiciones o los castigos, dejan paso a positividades tales como la motivación, la autooptimización o la autorrealización. Los espacios disciplinarios son sustituidos por zonas de bienestar. El dolor pierde toda referencia al poder y al dominio. Se despolitiza y pasa a convertirse en un asunto médico. La nueva fórmula de dominación es «sé feliz». La positividad de la felicidad desbanca a la negatividad del dolor. Como capital emocional positivo, la felicidad debe proporcionar una ininterrumpida capacidad de rendimiento. La automotivación y la autooptimización hacen que el dispositivo neoliberal de felicidad sea muy eficaz, pues el poder se las arregla entonces muy bien sin necesidad de hacer demasiado. El sometido ni siquiera es consciente de su sometimiento. Se figura que es muy libre. Sin necesidad de que lo obliguen desde afuera, se explota voluntariamente a sí mismo creyendo que se está realizando. La libertad no se reprime, sino que se explota. El imperativo de ser feliz genera una presión que es más devastadora que el imperativo de ser obediente. En el régimen neoliberal también el poder asume una forma positiva. Se vuelve elegante. A diferencia del represivo poder disciplinario ,el poder elegante no duele. El poder se desvincula por completo del dolor. Se las arregla sin necesidad de ejercer ninguna represión. La sumisión se lleva a cabo como autooptimización y autorrealización. El poder elegante opera de forma seductora y permisiva. Como se hace pasar por libertad, es más invisible que el represivo poder disciplinario. También la vigilancia asume una forma elegante. Constantemente se nos incita a que comuniquemos nuestras necesidades, nuestros deseos y nuestras preferencias, y a que contemos nuestra vida. La comunicación total acaba coincidiendo con la vigilancia total, el desnudamiento pornográfico acaba siendo lo mismo que la vigilancia panóptica. La libertad y la vigilancia se vuelven indiscernibles. El dispositivo neoliberal de felicidad nos distrae de la situación de dominio establecida obligándonos a una introspección anímica. Se encarga de que cada uno se ocupe solo de sí mismo, de su propia psicología, en lugar de cuestionar críticamente la situación social. El sufrimiento, del cual sería responsable la sociedad, se privatiza y se convierte en un asunto psicológico. Lo que hay que mejorar no son las situaciones sociales, sino los estados anímicos. La exigencia de optimizar el alma, que en realidad la obliga a ajustarse a las relaciones de poder establecidas, oculta las injusticias sociales. Así es como la psicología positiva consuma el final de la revolución. byung chul han estimulante se feliz 2 Los que salen al escenario ya no son los revolucionarios, sino unos entrenadores motivacionales que se encargan de que no aflore el descontento, y mucho menos el enojo: «En vísperas de la crisis económica mundial de los años veinte, con sus extremas contradicciones sociales, había muchos representantes de trabajadores y activistas radicales que denunciaban los excesos de los ricos y la miseria de los pobres. Frente a eso, en el siglo XXI una camada muy distinta y mucho más numerosa de ideólogos propagaba lo contrario: que en nuestra sociedad profundamente desigual todo estaría en orden y que a todo aquel que se esforzara le iría muchísimo mejor. Los motivadores y otros representantes del pensamiento positivo traían una buena nueva para las personas que, a causa de las permanentes convulsiones del mercado laboral, se hallaban al borde de la ruina económica: dad la bienvenida a todo cambio, por mucho que asuste, vedlo como una oportunidad». También la voluntad de combatir el dolor a toda costa hace olvidar que el dolor se transmite socialmente. El dolor refleja desajustes socioeconómicos de los que se resiente tanto la psique como el cuerpo. Los analgésicos, prescritos masivamente, ocultan las situaciones sociales causantes de dolores. Reducir el tratamiento del dolor exclusivamente a los ámbitos de la medicación y la farmacia impide que el dolor se haga lenguaje e incluso crítica. Con ello el dolor queda privado de su carácter de objeto, e incluso de su carácter social. La sociedad paliativa se inmuniza frente a la crítica insensibilizando mediante medicamentos o induciendo un embotamiento con ayuda de los medios. También los medios sociales y los juegos de ordenador actúan como anestésicos. La permanente anestesia social impide el conocimiento y la reflexión y reprime la verdad. En su Dialéctica negativa escribe Adorno: «La necesidad de prestar voz al sufrimiento es condición de toda verdad. Pues el sufrimiento es objetividad que pesa sobre el sujeto; lo que este experimenta como lo más subjetivo suyo, su expresión, está objetivamente mediado». El dispositivo de felicidad aísla a los hombres y conduce a una despolitización de la sociedad y a una pérdida de la solidaridad. Cada uno debe preocuparse por sí mismo de su propia felicidad. La felicidad pasa a ser un asunto privado. También el sufrimiento se interpreta como resultado del propio fracaso. Por eso, en lugar de revolución lo que hay es depresión. Mientras nos esforzamos en vano por curar la propia alma perdemos de vista las situaciones colectivas que causan los desajustes sociales. Cuando nos sentimos afligidos por la angustia y la inseguridad no responsabilizamos a la sociedad, sino a nosotros mismos. Pero el fermento de la revolución es el dolor sentido en común. byung chul han estimulante se feliz 3 El dispositivo neoliberal de felicidad lo ataja de raíz. La sociedad paliativa despolitiza el dolor sometiéndolo a tratamiento medicinal y privatizándolo. De este modo se reprime y se desbanca la dimensión social del dolor. Los dolores crónicos que podrían interpretarse como síntomas patológicos de la sociedad del cansancio no lanzan ninguna protesta. En la sociedad neoliberal del rendimiento el cansancio es apolítico en la medida en que representa un cansancio del yo. Es un síntoma del sujeto narcisista del rendimiento que se ha quedado desfondado. En lugar de hacer que las personas se asocien en un nosotros, las aísla. Hay que diferenciarlo de aquel cansancio colectivo que configura y cohesiona una comunidad. El cansancio del yo es la mejor profilaxis contra la revolución. El dispositivo neoliberal de felicidad cosifica la felicidad. La felicidad es más que la suma de sensaciones positivas que prometen un aumento del rendimiento. No está sujeta a la lógica de la optimización. Se caracteriza por no poder disponer de ella. Le es inherente una negatividad. La verdadera felicidad solo es posible en fragmentos. Es justamente el dolor lo que preserva a la felicidad de cosificarse. Y le otorga duración. El dolor trae la felicidad y la sostiene. Felicidad doliente no es un oxímoron. Toda intensidad es dolorosa. En la pasión se fusionan dolor y felicidad. La dicha profunda contiene un factor de sufrimiento. Según Nietzsche, dolor y felicidad son «dos hermanos, y gemelos, que crecen juntos o que […] juntos siguen siendo pequeños». Si se ataja el dolor, la felicidad se trivializa y se convierte en un confort apático. Quien no es receptivo para el dolor también se cierra a la felicidad profunda: «La abundancia de especies del sufrir cae como un remolino inacabable de nieve sobre un hombre así, al tiempo que sobre él se descargan los rayos más intensos del dolor. Solo con esta condición, estar siempre abierto al dolor, venga de donde venga y hasta lo más profundo, sabrá estar abierto a las especies más delicadas y sublimes de la felicidad».

Messi: ¿ídolo o mercancía? Por Pedro Brieger, director de NODAL

La pregunta parece capciosa porque Lionel Messi logra conjugar ambas categorías. Para millones de personas en todo el mundo es un ídolo que deleita con sus jugadas magistrales y sus goles maravillosos, verdaderas obras de arte en eso que alguna vez fue un juego y hoy es llamado deporte. Para unos pocos ese juego hace rato que es apenas un negocio donde hay mercancías que -gracias a las idolatrías- les permiten jugosas ganancias. El nuevo negocio y la idolatría pasan por Paris y Doha ya que el millonario Paris Saint Germain (PSG) se quedó con Messi, pero sin Catar hoy sería uno más de los tantos clubes franceses de fút bol. La historia se repite. Siempre hay un poderoso más poderoso que otro poderoso para birlar una preciada mercancía que -en este caso- se llama Messi, que proviene de Rosario, la ciudad argentina que -aunque no forme parte del negocio- nunca perderá la adoración de su ídolo. Mientras que el FC Barcelona se queda con las manos vacías. Catar, gobernada por una monarquía hereditaria desde que nació en 1971 y nada en oro negro, se apodera de una joya que estuvo años en manos de un poderoso de capa caída que la trajo del llamado Tercer Mundo veinte años atrás, cuando en la Argentina nadie tenía lo suficiente para invertir en ese pequeño diamante en bruto. La historia se repite aunque ya no es la expansión del capitalismo como sucedió desde la colonización y cuando las potencias coloniales competían por apoderarse de las materias primas de América Latina. Desde mediados del siglo XX le agregaron jugadores de fútbol, verdaderos diamantes en bruto, que solo había que pulir para darles forma y luego ofrecerlos en el mercado como mercancías. En realidad, no hay porqué asombrarse ni escandalizarse ya que el deporte como lo conocemos hoy nació a fines del siglo XIX y la competencia entre equipos de fútbol se parece mucho a la que existe entre empresas cuando pugnan por ganar un mercado. Gana el más fuerte, y el más fuerte -o el mejor- es el que más gana, aunque a la inmensa mayoría de los jugadores de fútbol del planeta apenas les quede la ilusión de formar parte de una élite a la que pocos llegan. En este sentido se parece mucho a la ilusión de miles de emprendedores que comienzan un negocio por cuenta propia aspirando a ser Bill Gates, pero donde la inmensa mayoría se frustra en el camino. Alguna vez el ex portero del Real Madrid y del Celta de Vigo, Javier Maté, dijo que “se crea un monigote y se explota, y en el momento que pierde fuerza o no entra por el aro se le devora y se crea otro”. Maté fue categórico: “los futbolistas son mera mercancía”. Messi es hoy el diamante más preciado, como lo fueron antes los argentinos Di Stefano y Sívori o los brasileños Romario, Ronaldo y Ronaldinho, entre miles de superdotados surgidos del pobrerío tercermundista latinoamericano. Y Maradona, claro, el único que se llevó en sus valijas la rebeldía de los pobres y la paseó por Nápoles, el sur pobre de Italia. Ahora, el ídolo catalán (sin ser catalán) abandona Cataluña y automáticamente se convierte en ídolo del parisino PSG pero propiedad de un catarí. Más que propiedad es un “activo del PSG”, como bien aclaró Nasser Al-Khelaifi, su dueño. “Es la globalización, estúpido” nos diría Clinton desde los Estados Unidos, o tal vez habría que decir que “el producto” Messi, o sea la mercancía, se traslada a París. Y en Barcelona ya hay borrón y cuenta nueva. Como la “mercancía” Messi ya no tiene valor en Cataluña, los directivos del Barsa rápidamente borraron su cara del Camp Nou, su icónico estadio. Claro que no podrán borrar al ídolo que anida en los corazones catalanes porque los ídolos no se borran, pero las mercancías sí. De esto podrían dar su testimonio algunos de los grandes ídolos suramericanos que fueron descartados una vez que ya no “vendían” y murieron en la pobreza. Solo para citar algunos podemos nombrar al brasileño Mané Garrincha y sus gambetas alocadas, al uruguayo Obdulio Varela -el recordado “negro jefe”- líder del “maracanazo” de 1950, o al maravilloso René Houseman, el argentino de las piernas chuecas. Son los ídolos que quedarán grabados por siempre en la memoria. Parafraseando a Varela podríamos decir “que los de afuera -el negocio- son de palo”. Desde ya que no se trata de cargarle las tintas a Lio Messi ya que seguiremos disfrutando de su extraordinaria habilidad en el verde césped como ídolo y mercancía al mismo tiempo, y un engranaje más de esta poderosa maquinaria llamada fútbol.

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