miércoles, 24 de febrero de 2021

El ser y el no ser en el capitalismo global Por José Pablo Feinmann

Era previsible: una vez descubierta la tan anhelada vacuna se desataría una guerra ferozmente competitiva. ¿Qué se podía esperar de un mundo cuya estructura económico política se basa en la desigualdad y el extremo egoísmo? Todo es mercancía, nada es solidaridad. Ponerse a hablar de la solidaridad es arrojarse en el ridículo. ¿Cuándo el ente antropológico ha sido solidario? Hace más de quinientos años que vivimos bajo este sistema. Que es muchas cosas, pero hay dos o tres que son centrales, definitivas. Siempre rechacé la idea de “naturaleza humana”. No, argumentaba desde un sólido historicismo, “el hombre no es naturaleza, es historia”. Es decir, había ciertas persistencias en la condición humana, pero ninguna debía ser naturalizada. El ser humano es cambio. Era --como casi todos-- heracliteano. Uno no se baña dos veces en el mismo río. Abominábamos de Parménides. ¿Qué es eso del “ser es, el no ser no es”? Un mero error presocrático. El ser no es invariable. Es y no es. Es devenir. Nos fascinaba el devenir. Todo estaba en perpetuo cambio. Esto era maravilloso. Nos permitía pensar una idea muy tranquilizadora: siempre vendrá algo distinto, algo mejor, y nosotros seremos parte de ese cambio. Pero los elementos constantes de la condición humana son invariables. Se reproducen. Hay esencialidades en lo humano. Si Hitler exigía espacio vital, no era porque deseara cambiar el nacionalsocialismo. Quería fortalecerlo. Estoy hablando del ente capitalista. Y Hitler era esencialmente capitalista. Y el capitalismo tiene tres elementos fundamentales. Los tres funcionan a la vez. El capitalismo se alimenta de la voluntad de poder de sus sujetos. Esta voluntad de poder tiene dos esencialidades insoslayables. Para seguir existiendo la voluntad tiene --ante todo-- que quererse a sí misma. Ser voluntad de voluntad. Esto lo postuló Hegel y lo desarrolló Deleuze. Una vez que deseo mi voluntad (su triunfo) debo mantenerla, para lo cual debo hacerla crecer. El crecimiento (o el aumento) está al servicio de la conservación. Tenemos entonces: la voluntad que se quiere a sí misma debe aumentar si quiere conservarse. Por eso los nazis se dedicaron a conquistar Europa. Querían aumentar su espacio vital para conservarlo. Esto explica el espectáculo horrible que el capitalismo despliega con la cuestión de la vacuna. Algo que el mundo esperaba ansiosamente. Algo que vendría a salvar las vidas que la impiadosa pandemia se lleva, se transforma en una mercancía en disputa dentro de las reglas del sistema que ya lleva quinientos años de vida. Canadá, que es un país rico, almacena vacunas que deberían destinarse a la humanidad. Las vacunas desatan una guerra geopolítica donde cada cual juega su juego. El egoísmo sigue siendo el motor del sistema del capital. Ya hace dos siglos lo dijo Adam Smith: no hay que esperar nada de la benevolencia del carnicero. Todo lo bueno vendrá de su egoísmo que lo lleva a competir y ofrecer cada vez mejor calidad y precio de venta. Los laboratorios son grandes empresas multinacionales. Y de las más egoístas que existen. Hoy, con la peste, apelan a la pulsión de muerte. No importa cuántos mueren, importa que se salven los mejores. En una escena del film Titanic, la versión de James Cameron, le comunican al desagradable multimillonario que asume Billy Zane que sólo hay botes para la mitad de los pasajeros. Zane enciende su cigarro e impasiblemente dice: “Mientras sea la mejor mitad" (the better half). Con tal de sobrevivir, Rose empuja a su amor hacia el fondo helado del océano porque no hay espacio para los dos en el madero destinado a salvarlos. Es la más veraz historia de amor del cine. Es increíble, pero es así. El Brexit y la Unión europea se agreden a dentelladas. Viene a la memoria la dura frase de Christine Lagarde quejándoe de la superpoblación mundial. ¿Esta era la pandemia que nos habría de volver más generosos? El capitalismo antropológico es más que nunca el de un globalizado “primero yo”. El mundo tiene que cambiar su estructura global. Tiene que haber una sociedad de los Estados que modere y anule los intereses mezquinos de las grandes corporaciones de la salud, de la vida. Pero eso ya se intentó y fue en vano por completo. La mezquindad es el ser parmenídeo que se muestra en todo su esplendor. El ser es lo que es, lo que es la coseidad de la mercancía, todas las mercancías remiten a la mercancía de las mercancías: el dinero, que remite al oro. El ser es de quien lo posee en mayor cantidad. El no ser no es. Se pueden morir apestados. El mundo quedará en manos de los poderosos y quedará también más habitable, más ordenado. Eso esperan.

El Mundo de las Esferas

Pasamos a formar parte del mundo de las esferas. Por ahí andan rodando nuestras conversaciones amorosas, nuestros morbos pornográficos, tantos chats sin ton ni son, nuestras subjetividades fragmentadas. Somos en el espacio virtual. Nuestros cuerpos expandidos y suspendidos en el afuera. A partir de la declaración de la pandemia y durante casi diez meses nos redujimos a comunicarnos como astronautas. Cada quien desde su propia burbuja. Nuestro ser en el mundo cambió de un día para otro. Tiempos del aislamiento duro. Cada vez más lejos de offline (dimensión física) y más inmersión en online (dimensión virtual). Hagamos un balance. Desaparecieron las cosas in situ, ver cine en el cine, estudiar en el colegio, cafecito en el bar, caminatas, librerías, teatros, deportes, museos, parques, estadios. Reposicionamiento ontológico y reinvención metafísica. Trocamos sensibilidad por comunicación, cuerpos por conexión. La metamorfosis de las relaciones empíricas sutilizadas y guardadas en la nube. ¿Cómo fue desmaterializarse?, ¿qué ocurre cuando la realidad es texto, cámara y micrófono? ¿Cómo nos afectó ser entre marañas de filtros tecnológicos? A)Testimonio de una productora de medios: Cuando todo comenzó a ser virtual, ya no necesité madrugar ni producirme ni trasladarme. Me gustó. Pero arrecieron las obligaciones domésticas, el día a día comenzó a pesar, necesitaba un punto intermedio entre el trabajo full time y la nada. No me había dado cuenta. Hoy, siento que se me fueron las ganas de salir tanto como antes y agradezco a la tecnología porque seguí comunicada con mis afectos. Nunca estuve tan cerca de seres queridos que están tan lejos. Estuvo bien, me transformé. No se habló mucho de la reacomodación de los afectos. Pero, ¿dónde fueron los besos que no pudimos dar?, ¿y la mano que no pude rozar? (se me va de la mano la caricia perdida), ¿y los abrazos? B)Testimonio de traductora científica: Yo trabajaba desde mi casa y tenía todo en cercanía sin preocuparme por mi corporalidad. Pero ya no se sostiene eso de no darle importancia a lo físico, hubo una exacerbación de cosas que no estaban buenas ante de la pandemia y yo no las captaba. Mi balance por la desmaterialización (en la que solía estar) es que, al imponerse por las circunstancias, me hizo caer la armadura. Chocarse con un espejo cuando menos te lo esperás estremece, tuve que cambiar cosas que no estaban bien, escuchar a mi cuerpo. En el silencio de la luz de la pantalla hay quienes encuentran respuestas. La virtualidad omnipresente puede hacer tomar conciencia de la corporalidad y producir cambios que disminuyan la tensión. C)Testimonio de psicoterapeuta: Todo es bastante raro. Hay pacientes que prefieren analizarse por teléfono, pero se pierden las actitudes corporales, las miradas, los silencios. Y entre quienes eligen audiovisual ocurren cosas inesperadas. La disposición espacial doméstica de quienes se analizan me era ajena. Pero por telellamadas me hacen visitas guiadas: “aquí está el vestidor, desde esta ventana se ve el jardín, vayamos a la cocina” y así. Se difuminan los límites. Me cuenta un colega que en sesión presencial nunca fuma. Pero en una telellamada encendió la pipa y la paciente, que estaba en la pantalla, se levantó presurosa y abrió la ventana de su habitación. Revelaciones como esta demuestran hasta qué punto podemos involucrarnos con lo virtual, que es real pero no concreto. Una hibridación. Las ciencias exigen revisiones ante la pandemia y la pospandemia. El psicoanálisis, por ejemplo, necesitaría un aggiornamento, alguien que hiciera con Lacan, lo que Lacan había hecho con Freud. D)Testimonio de técnica informática: La tarea virtual todoterreno multiplicó mis obligaciones (aunque no mis ingresos). Estoy exhausta. Pero no son tiempos para pensar en cambiar de trabajo. Debo madrugar más que cuando iba a la oficina, de lo contrario no llego a hacer todo. Cuando termina el día no tengo ganas de nada, ni películas, ni series, ni sexo. ¡Tanto trabajo digital me deserotizó! No más imágenes, parecería que ya no me calientan. Sin embargo, tengo colegas que, por el contrario, la situación anómala los ratonea. ¿La verdad? No entiendo nada, tengo que reconsiderar todo. Se reclaman nuevos códigos. La tecnología hace crecer el nihilismo, la caída de lo valioso roba energía. Hasta la excitación sexual que levantó la voz con el encierro, parece tartamudear con la apertura. E)Testimonio de docente universitaria: El zoom educativo es estresante, implica mucha energía puesta y poca recibida. No existe retroalimentación. Hay que generar una forma en que, si esto tiene que persistir, sea en menor medida. Estoy buscando la manera de dar menos clases en vivo, hay que generar intercambios creativos que se desmarquen del repetitivo formato que nos saturó en 2020. El nivel de alienación al que llegamos con las videollamadas laborales es alto. Sigo defendiendo el espacio público como posibilidad para estudiantes, pero desmitificando el lugar en el que había colocado a los saberes universitarios, hoy los pongo en el mismo lugar que otros saberes. Lo aprendí con el cimbronazo de lo virtual. Un hilo conductor atraviesa los diferentes testimonios: transformación, modulación y re-asignación de valores, a partir del año que vivimos virtualmente. * * * Con el surgimiento de la telefonía inteligente la vida conjuntiva (entremezclamientos físicos), fue deviniendo vida conectiva (mediatización tecnológica). Se impuso una transformación valorativa. Desde el surgimiento del coronavirus sufrimos una crisis que no proviene -aunque los contenga- de factores técnicos ni financieros, sino del bios. El cuerpo ha debido bajar el ritmo o -en el extremo opuesto- aumentarlo exponencialmente. Francisco Bifo Berardi considera que las subjetividades, después de meses de embotamiento digital, de procesar señales demasiado complejas y de la excesiva sobreexcitación virtual han disminuido su potencia: sufren psicodeflación, producto de la virtualización. Y los gigantes de la informática quieren más. A ellos y a losque hace treinta años nos prometen que la cura para toda enfermedad social es el recorte del gasto público y la privatización deberían aislarlos socialmente -dice Bifo- y, si intentan abrir la boca de nuevo, deberían ser tratados como lo que son: idiotas peligrosos.

Iron Mountain

Hoy se cumplen siete años de la masacre de Iron Mountain. Algunas cosas que no suelen recordar los medios: 1. De las 43 empresas que más documentación "perdieron", 29 estaban siendo investigadas por lavado de dinero. 2. La Justicia comprobó que el incendio fue intencional. 3. Al HSBC "se le quemaron" 26.326 cajas con documentación, al JP Morgan 4000, al BNP Paribas 1206. 4. Entre las cajas del Grupo Macri que desaparecieron en el incendio había una que estaba rotulada como "Coimas Perú". 5. Otras empresas que "protegían" su información en Iron Moutain: Unilever, Cargill, IECSA, Nidera, Pluspetrol, Loma Negra, American Airlines, Microsoft, Monsanto, Sidus, Laboratorios Abbot, Swiss Medical, Galeno y los estudios jurídicos Saenz Valiente y Asociados, y O'Farrell. 6. Murieron 10 bomberos en la tragedia, y otros 2 se suicidaron años más tarde. Los familiares de las víctimas viven amenazados por los ex funcionarios involucrados. 7. Al día de la fecha no hay ni un solo procesado en la causa. 8. El expediente de habilitación del depósito desapareció misteriosamente pocos minutos después del incendio. 9. El responsable directo, Juan José Gómez Centurión, y el responsable político, Mauricio Macri, nunca fueron citados por la Justicia... Periodista de Perón vía Twitter

Jauretche sobre el periodismo

Yo había nacido con dotes de periodista, pero me di cuenta que como periodista tenía que hacer de alcahuete del periodismo y yo quería ser libre; entonces me convenía ser mozo de café antes que periodista. Porque de mozo de café no comprometía mi libertad, y en cambio si trabajaba de periodista, tenía que escribir lo que estos hijos de puta me hacían escribir y terminar después por acostumbrarme, sugestionarme y convencerme de que estaba bien. Porque este mismo muchacho que es un tipo decente, que yo lo quiero mucho, que está bien orientado ideológicamente, va a un periódico y tiene que escribir lo que le encargan aunque no le guste. ¡Ah, no! Yo ajustando tornillos no comprometo mi libertad intelectual.

MUERE EX PRESIDENTE ARGENTINO

Murió otro ex presidente de los argentinos. Un ex presidente que asumió con la promesa de “Salariazo y revolución productiva”, candidato peronista cuyos pilares son la “Independencia Económica, la Justicia Social y la Soberanía Política”, pero traicionando todos esos principios arma su gabinete con miembros de las corporaciones económicas y políticos liberales (Alsogaray llegó a decir, ni yo me animaba a tanto), Domingo Cavallo como embajador y luego Ministro de Economía. Murió un ex presidente que dilapidó las Empresas Públicas y así concluyó con el programa que los militares no terminaron…destruir el aparato productivo del País. Murió un ex presidente que encubrió dos atentados contra civiles argentinos/as y negó hasta que no pudo más, que su propio hijo fue víctima y pagó con su vida en otro atentado más. Murio un ex presidente que no le tembló el pulso para hacer volar un polvorín que se llevó la vida de personas que vivian en Rio III, Y QUEDÓ IMPUNE. Murió un ex presidente que indultó a los genocidas. Pero si la memoria no me falla, este ex presidente, luego de todo eso... FUE REELECTO !!! Ahora será juzgado y condenado donde sea que tenga que ser, porque la Justicia de los Hombres no pudo, no quiso o no debió, amén de ser protegido principalmente por el Partido Político que él mismo traicionó en sus principios

martes, 23 de febrero de 2021

El editorial de Vercovich sobre Menem

HUGO ASCH : VERBITSKY, LO QUE TODOS DICEN Y 'LA HIPÓTESIS DEL INGENUO'

Por suerte vivimos en un país de gente informada e inteligente. Por eso en nuestras redes se explica con lujo de detalle las razones por las cuales Horacio Verbitsky contó su paso de comedia en el vacunatorio VIP de Ginés. Da gusto convivir con colegas y espontáneos tan agudos, de análisis tan profundos. Navarro dice que detrás de esto debe haber una opereta, que no explica por cierto. No importa. Verbitsky dijo lo que dijo en su radio donde hablaba lunes, miércoles y viernes. Una locura. Tiene que defender a su empresa y a su personal. Su medio vive de los aportes de sus consumidores, más que de la escasa publicidad. No fue amable y no tenía por qué serlo. Lo suyo es un tema personal y actuó razonablemente: con furia. Hasta se quedó corto. Fernández Llorente y una multitud de avispadísimos también hablan de una 'clásica opereta'. Decir ‘opereta’ es también decir que uno la tiene re clara, que así se dice en la jerga desde hace más de 30 años. El tema es que nadie explica en qué consiste esa opereta. Por qué se hizo, para qué y a quién beneficia. No importa. Hace rato que el periodismo ha muerto y lo que se ejerce es la repetición de frases cliché. “Es una clásica opereta suya”. Ah, mirá. ¡Clarísimo! Gracias. En estas horas escuché lo siguiente: 1) Verbitsky sabía que Clarín tenía la información de la lista de vacunados VIP y quiso adelantarse, dar la noticia él, para minimizar daños sobre su participación, contando que todo fue idea de Ginés, una invitación, y con Aranda en la lista. Y listo: total, ¿qué puede pasarle? ¿Qué puede perder? Nada. Apenas su prestigio, su carrera, su credibilidad, los suscriptores de ‘El Cohete a la luna’, su lugar en el CELS, la radio que le daba voz, unos 50 años de carrera. Boludeces. 2) Lo hizo para voltearlo a Ginés. Porque se levantó mal. 3) Lo hizo porque él sabe mucho de operaciones y ésta responde a intereses turbios. No de Río Turbio. Turbios. Ésos. Ah. Clarísimo. Turbios, claro. 4) Verbitsky opera para voltear al gobierno que ha defendido de manera casi militante aún con críticas. Porque no puede con su naturaleza. Es malo. 5) Pzifer, o un laboratorio de Ganimedes le pagó para que haga estallar todo. Imaginemos la escena: “Eh, don Verbitsky, este paquete de guita es para usted que siempre ha sido un agente pago, no se haga el gil. Lo único que tiene que hacer es llevar esta granada y volar todo. Llevelá en la mano y quítele esta argollita. Así, ¿ve? Y después, quedese allí en en medio del estallido. Con toda esta guita se podrá mudar a Nordelta, que es su sueño”. 6) Verbitsky tapó el desastre que fue el inicio de la vacunación de Rodriguez Larreta. Trabaja para ellos. Tal vez le paguen con un cargo en el gobierno de la ciudad o en el PRO. Encaja justo, es su estilo. Por sin se le dio a los 79. No sé su hay más. Seguramente sí. Solo hay algo más infinito que el infinito mismo: la estupidez humana. Nunca trabajé con Horacio Verbitsky. No es mi amigo, no lo conozco. Pero me pasé toda la vida leyéndolo, siguiendo su trabajo. Es, era hasta ayer, una bocanada de aire en medio del desastre. Una manera de decir: “¿Ves? Ese tipo trabaja de lo mismo que yo, es un colega que admiro más allá que no tengamos mucho que ver profesionalmente. Es un periodista”. El affaire de las vacunas me dejó desolado. Fue trágico, una desgracia. Hubiese preferido que se mueriera, así yo escribía sobre lo que creo que es y ha sido para mi profesión. Me importa nada que sigan llamándolo montonero después de 50 años. Hay que leer un poco la historia y hoy, a los que escriben en las redes les baja la presión si encaran textos de más de 2.000 caracteres. Mejor frases de papel de caramelo. Todas estas hipótesis conspirativas tienen un mismo gen. El argentinismo piola que todo lo sabe y todo lo explica con su ‘Método Nesquik’: tira un poco en la leche, revuelve y listo: se bebe. Todo es complejo pero nosotros sabemos. Sabemos todo. En 1998 escribí una contratapa en el diario Perfil que titulé ‘Don Alfredo’ donde decía: “…para muchos es imposible pensar que un tipo con 500 millones de dólares en el bolsillo se pegue un tiro”. No, un tipo así, con poder, no puede sentirse acorralado, perdido, abrumado. No puede hacer eso. Carlitos Menem no podía volar bajo y tragarse los cables de la ruta: fue asesinado por un francotirador que, en el medio de la nada, esperaba que pasara el helicóptero. Somos tan piolas que la mayoría creía que el consumido Maradona que era un walking dead el día de su cumpleaños iba a zafar, como hizo siempre. Porque es el Diego. Y Verbitsky es Verbitsky: no dijo lo que dijo sin una intención. Verbitsky es de todo menos inocente. Nosotros no somos inocentes. Nosotros la tenemos clara. Pensar en Verbitsky como un viejo de casi 80 que sale en calzoncillos porque se olvidó de ponerse los pantalones es ridículo. Es de ingenuo, de boludo que se come todos los amagues. De 'pseudoperiodista', la palabraja preferida por los haters. Creer que un tipo con pánico a morirse deja su armadura de periodista y habla de más, compulsivamente y da detalles personales sobre los contagiados en la familia, sobre el Posadas donde murió su padre, y todo porque está viejo, porque hace rato se nota su deterioro en el relato de sus columnas en la radio, es de boludo inocente. Pensar en el deterioro físico de un tipo brillante, que ha hecho su propia historia en la historia reciente del país es intolerable. Mejor creer en una opereta. Eso. Una habílísima opereta que incluye destruir su bien ganado prestigio, su autoridad personal y moral en el CELS, la web ‘El Cohete a la Luna’ que armó después de que Macri lo hiciera echar de Página 12 (la ola de bajas de suscripciones es impresionante), el grupo mediático artesanal que le daba voz tres veces por semana y que ayudó a fortalecer, la admiración de tantos lectores suyos, tantos años. Lo que pasó es una tragedia. Yo me centro es Verbitsky porque, ya muerto el periodismo, lo de él me servía como prueba, como ejemplo de lo que alguna vez ha sido el noble y modesto oficio de escriba. El periodismo era algo parecido a lo que todavía hace este tipo. No estoy defendiendo lo que hizo ni lo que dijo. Ni siquiera me sorprende la existencia de un vacunatorio VIP. Todos lo gobiernos tienen amigos con privilegios. El resto es bla bla bla. Esto es la Argentina, muchachos. Estoy desolado por Verbitsky, por la estupidez, el daño enorme, el deterioro de alguien brillante, la decadencia, el paso del tiempo. El tiempo es un ladrón. No quería escribirlo, pero no pude dejar de hacerlo. Puede provocar un tsunami de basura lloviendo sobre mi cabeza. Todo bien. Me importa nada. Es una pena, me avergüenza en estos tiempos, pero no puedo dejar de ser un periodista. Es lo único que hice en mi vida. Por eso este dolor, que no se va.

VACUNADOS

Mi vacunación en el Ministerio de Salud fue un error grave, del que me arrepiento, y por el que pido disculpas. POR HORACIO VERBITSKY
Debo explicaciones a todos los lectores del Cohete y a quienes siguen mi trabajo y mi militancia desde hace mucho tiempo. Mi vacunación en el Ministerio de Salud fue un error grave, del que me arrepiento, y por el que pido disculpas. Asumo sin excusas la parte que me toca y acepto todas las críticas recibidas, así como agradezco las tan numerosas comunicaciones de solidaridad y afecto. Si lo hice y, sobre todo, si luego lo conté sin que nadie me lo preguntara, es porque no advertí que fuera algo incorrecto, el ejercicio de un privilegio. Habrá quienes duden, porque a lo largo de tantos años se fue estructurando un estereotipo sobre mí que excluye actos ingenuos o simplemente estúpidos. Se presume que siempre actúo en forma racional y se buscan motivaciones ocultas, que en este caso han llegado a extremos delirantes, como que fue un regalo de cumpleaños a Cristina, para que el gobierno se desembarazara de Ginés. Carta de Renuncia – Pagina 1 Carta de Renuncia – Pagina 2

Hegemonía y lucha de clases

Por Mariano Carreras* El autor de esta nota sostiene que la teoría de la hegemonía desarrollada por el posmarxismo tiene una enorme importancia para comprender las lógicas políticas de las sociedades contemporáneas, pero una lectura demasiado apresurada de los textos en los que fue desarrollada podría derivar en una cancelación de la categoría de lucha de clases, absolutamente necesaria para objetivar buena parte de las relaciones sociales que estructuran el tejido social del sistema capitalista. Es sabido que el capitalismo posindustrial se caracteriza por una creciente heterogeneidad de identidades colectivas y demandas políticas. Frente a la tesis marxiana según la cual el sistema capitalista supone una contradicción principal entre dos clases sociales, una integrada por quienes tienen la propiedad privada de los medios de producción (la burguesía), y otra por quienes, desposeídos de esos medios de producción, se ven obligados a vender en el mercado laboral su fuerza de trabajo (el proletariado), se ha llegado a postular que, no solo la idea de lucha de clases, sino incluso la propia categoría de clase social, se ha convertido en una abstracción teórica poco útil para describir las formaciones sociales contemporáneas, cada vez más complejas y diferenciadas. El problema con este tipo de argumento es que, más allá de la importancia insoslayable de la proliferación de identidades colectivas y de sus lógicas de articulación, la apropiación en manos privadas de los medios de producción y del capital que se produce de manera colectiva constituye todavía hoy un fenómeno particularmente importante a la hora de pensar los modos en que las sociedades actuales se organizan y se estratifican. La noción de heterogeneidad, tal como fue utilizada por Ernesto Laclau y Chantal Mouffe en Hegemonía y estrategia socialista, implica una indeterminación constitutiva del tejido social y la imposibilidad de fijar teóricamente sus puntos de ruptura política. En ese texto, los autores discuten desde la izquierda y a su vez con parte de una tradición de la izquierda que sostiene que, por el contrario, la lucha de clases funciona como un a priori de toda ruptura posible. Los fenómenos políticos de la modernidad, según Laclau-Mouffe, por lo menos desde las revoluciones burguesas en adelante, no se pueden entender si no a partir de esta premisa básica: las identidades sociales, sustancialmente heterogéneas, se pueden articular, a través de lógicas equivalenciales, en torno a cualquier tipo de demanda política. En otras palabras, las articulaciones hegemónicas se despliegan sobre superficies de inmanencia en las que la frontera del antagonismo político no está nunca preestablecida de antemano. Por supuesto, esto no cancela de ninguna manera que, en determinadas circunstancias, la frontera no se pueda establecer entre quienes detentan los medios de producción y quienes no pueden más que venderles a estos últimos su fuerza de trabajo. Otro factor importante a tener en cuenta desde esta concepción de lo político entendido como articulación hegemónica es que el sentido de los fenómenos sociales se define siempre de manera discursiva. Mientras que la tesis de la lucha de clases se funda en una contradicción entre las fuerzas productivas y los modos de producción, y por tanto se le concede allí a lo económico el lugar de una determinación en última instancia del orden social, la concepción posmarxista de hegemonía supone en cambio que los antagonismos políticos dependen siempre de cómo los acontecimientos coyunturales sean objetivados por el discurso. En este punto, es necesario retener que se trata de dos concepciones políticas que hacen foco en cosas distintas: una en el plano económico, otra en el plano del discurso. Al respecto, se pueden decir por lo menos tres cosas. Por un lado, que ninguna reflexión sobre los modos en que un acontecimiento social pueda ser determinado por el discurso desmiente el hecho de que la contradicción entre las fuerzas productivas y los modos de producción genere acontecimientos sociales importantes dentro del sistema capitalista. Por otro lado, que la categoría de lucha clases es también una construcción discursiva, y que, en tanto que tal, puede en todo momento ser determinante sobre el sentido político que se le asigne a un acontecimiento social. Por último, que estas dos concepciones de lo político no son antagónicas: que hagan foco en cosas distintas no impide que eventualmente puedan usarse juntas. Así, por ejemplo, el movimiento de mujeres, organizado simbólicamente como lucha contra todas las formas de opresión patriarcal, no ha dejado de insistir en el hecho de que esa opresión consiste muchas veces en distintas formas de sometimiento económico. No solo porque históricamente en el ámbito de la familia el hombre haya relegado a la mujer a desempeñarse en tareas domésticas, sino también porque en muchos sectores productivos las mujeres obtienen remuneraciones sustancialmente menores que los hombres. El feminismo es entonces una forma de agrupación colectiva fundada en un rasgo subjetivo que atraviesa todas las clases sociales: el género. En este sentido, constituye una articulación hegemónica que trasciende la categoría de clase. Y, aun así, es una agrupación colectiva que formula algunas de sus demandas en construcciones discursivas que objetivan la dimensión económica de la dominación que busca subvertir. Cabe preguntarse hasta qué punto no es esta una de las razones por las que el movimiento de mujeres se ha convertido en uno de los fenómenos políticos más relevantes (si no el más relevante) de los últimos años. Claro que pensar la dominación económica en términos de diferencia de género tal como frecuentemente lo ha hecho el feminismo es algo muy distinto a pensarla en términos de antagonismo entre clases sociales. Pero esto no quiere decir que en las construcciones discursivas del movimiento de mujeres nunca se haya hablado de lucha de clases. Por el contrario, un caso interesante para pensar este punto es la pelea por la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, cuyo correlato en el parlamento argentino ha significado recientemente, después de muchos años de militancia, una importantísima victoria política del movimiento feminista. Como es sabido, uno de los argumentos centrales para defender la legalización del aborto fue que las mujeres que pierden la vida por suspender un embarazo en condiciones sanitarias precarias, son aquellas que pertenecen a los estratos sociales más bajos y no cuentan con los recursos económicos suficientes para acceder a clínicas suficientemente equipadas. Sobre todo, la legalización del aborto es una demanda histórica por el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, pero también por el derecho de las mujeres pobres a no morir en el intento. Entender la categoría de lucha de clases como construcción discursiva es útil por varias razones. En primer lugar, permite quitarle de encima el lastre de a priori teórico, que arrastra de los usos que muchas veces se ha hecho de ella para dar cuenta de todo antagonismo posible. En segundo lugar, deja ver el hecho de que se trata precisamente de una categoría que compite con otras en la pelea por la asignación de sentido en cada una de las contingencias coyunturales en las que puede resultar pertinente; pero que también, tal como se vio en el caso de la lucha por la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, puede entrar en relaciones de solidaridad con otras categorías en ciertas reivindicaciones políticas. En tercer lugar, y aunque parezca una obviedad, el hecho de que ciertas relaciones sociales del sistema capitalista hayan podido ser objetivadas en términos de lucha de clases, es la causa por la cual hoy existen trabajadores que se reconocen, se organizan y luchan por sus derechos, en función de su pertenencia a la clase obrera y en contradicción con los intereses de la burguesía. Es decir, no solo es una categoría descriptiva, es también el significante constitutivo de un antagonismo social. La teoría de la hegemonía desarrollada por el posmarxismo tiene una enorme importancia para comprender las lógicas políticas de las sociedades contemporáneas. Pero una lectura demasiado apresurada de los textos en los que fue desarrollada podría derivar en una cancelación o en una desvalorización de la categoría de lucha de clases, absolutamente necesaria para objetivar buena parte de las relaciones sociales que estructuran el tejido social del sistema capitalista. Por lo demás, el uso de esta o de cualquier otra categoría para pensar los procesos políticos no responde nunca solo a decisiones teóricas basadas en razones cognoscitivas. Responde además, y sobre todo, a decisiones políticas basadas en razones de estrategia en el terreno de la batalla cultural. En cada una de las coyunturas determinadas por la contradicción entre las fuerzas productivas y los modos de producción, y en cada una de las situaciones en que las diferencias de clase constituyen parte del problema, es preciso no solo explicar de qué manera se expresa allí la lucha de clases, sino también explicitar con toda claridad desde qué posición de ese antagonismo se toma la palabra. *Profesor de Literatura y actualmente cursa la licenciatura en letras en la Universidad de Buenos Aires.

Sin autoridad moral

Ezequiel Lugones No renunció Aguad cuando perdió un submarino, no renunció Laurita Alonso cuando admitió en TV que no investigaba a la gente de su partido, no renunció Bullrich cuando sus gendarmes asesinaron a Rafael Nahuel, no renunció Píparo después de atropellar pibes y procurarse su impunidad. No renunció Garavano cuando se denunció que recibía a delincuentes en su despacho y armaba la destitución de jueces "molestos". No renunció Triaca, tampoco Bergman. Menos el Toto, cuando nos enteramos que atendía por dos ventanas. Dujovne con el baldio, el Rabino que manda a rezar en los incendios, Rubinstein que deja vencer 4mill de vacunas, Michetti con sus bolsos ocultos, el Gabinete Offshore, todos los que blanquearon, No renunció nadie cuando aparecieron los aportantes truchos de Vidal, tampoco cuando explotó una caldera en una escuela de la provincia y mató a dos laburantes...y podríamos continuar...No renunció Macri cuando le descubrieran las cuentas offshore, no renunció Vidal cuando robó identidades para lavar dinero, ni Larreta cuando pagó $3000 por cada barbijo que compró. No tienen autoridad moral para criticar nada!!!!

La historia de Vicentin sintetiza la evolución del capitalismo

En Argentina en los últimos 92 años. Geografías que van desde el norte profundo santafesino, todavía desgarrado por el ecocidio de La Forestal, hasta las inimaginables postales de los paraísos fiscales, la banca suiza, las islas Vírgenes o las offshore panameñas. Desde el mítico origen de un par de hermanos italianos que fundan un almacén de ramos generales muy cerca de la frontera con el Chaco en los tiempos de la Gran Depresión a los favores recibidos durante las dictaduras. La desmotadora de algodón, la producción de aceite, el manejo de los puertos, la internacionalización de la firma y la financiarización de los negocios. La empresa que más creció durante el macrismo. En ese período, entre 2015 y 2019, Vicentin fue para el gobierno de Macri lo que los frigoríficos fueron para la Década Infame y que luego fuera denunciado por Lisandro de la Torre en el Senado de la Nación y que terminara con el asesinato de Enzo Bordabehere el 23 de julio de 1935.De una facturación de 4000 millones de dólares a una deuda de 1350 millones de dólares. De un patrimonio neto de casi 500 millones de dólares a menos de 60 millones de dólares. 16 empresas conforman el grupo Vicentin pero solamente se considera una sola, Vicentin SAIC, la que quedó en el concurso de acreedores abierto en febrero de 2020 luego de la declaración de estrés financiero, la cesación de pagos. En 2009, Vicentin estaba en el puesto 29 entre las 1000 empresas que más facturaron en Argentina. Diez años después, en el número 7. Lavado En esos cuatro años, Vicentin SAIC fue vaciada y las acciones, los dineros y las empresas fueron derivadas a Vicentin Family Group, en Uruguay. La ruta del dinero terminaba en guaridas fiscales, como dicen los fiscales que investigan. Vicentin, con más de 90 años, desde adentro y desde afuera, fue utilizada para fugar capitales, lavar dinero, subfacturar exportaciones, sobrefacturar importaciones y liberar los puertos de acuerdo a los intereses de las empresas que apenas son inquilinos de estos lugares estratégicos y vitales para el corazón de la economía. Vicentin fue el lavadoducto del macrismo. Veintisiete personas, ocho de ellas directivos de la empresas y diecinueve integrantes del Banco Nación y del Banco Central, entre agosto de 2019 y enero de 2020, a través de 1418 transferencias bancarias, les robaron al pueblo 791 millones de dólares. Eso ya está comprobado en las causas penales que se mueven en forma paralela al extraño y curioso concurso preventivo de acreedores. Por eso, más allá de las movilizaciones que se generaron en defensa de Vicentin y la propiedad privada bajo la consigna “Todos somos Vicentin”, los 28 créditos otorgados en noviembre de 2019 a los directivos de la empresa más las permanentes acusaciones surgidas de las investigaciones penales fueron generando una conciencia distinta: se puede defender la empresa pero no se pueden defender delincuentes de guante blanco. Entendemos que es imprescindible tomar nota que Vicentin, de la mano del macrismo, fue la expresión más genuina de la financiarización de la economía. La subordinación de la producción a los dictados de los grandes bancos internacionales. Desaparecedores y fugadores es la síntesis que no solamente sirve para calificar a las empresas del grupo surgido en Avellaneda, el norte santafesino, sino a gran parte del gran capital de la Argentina. Además, detrás de Vicentin, entonces, hay tres temas estructurales de la Argentina: tierras, puertos y bancos. * ¿Quiénes se favorecen con la riqueza de la tierra cada vez más concentrada en pocas manos?. * ¿Qué entra y qué sale por los puertos? * ¿Por qué la democracia argentina, a punto de cumplir 38 años, sigue funcionando con la Ley de Entidades Financieras de la dictadura? Fortuna Hacia el 2019, Vicentin era la primera exportadora de cereales y derivados de la Argentina y, en forma paralela, la revista Forbes ubicaba a la familia compuesta por casi 130 integrantes, que se reparten en los clanes Vicentin, Buyatti, Padoán, Nardelli y Boschi, ocupaba el puesto 29 entre las 50 mayores riquezas del país. Su fortuna estaba valuada en 560 millones de dólares. Cuando se declaró la cesación de pagos el 4 de diciembre de 2019, los principales acreedores particulares eran integrantes de la gran familia Vicentin. El conglomerado, hoy al borde de la quiebra, tiene un grupo de trabajadores que llega casi a 30 mil familias de manera indirecta, de acuerdo a lo que publica la propia página de la empresa Renova. Según los números de sus directivos, 5 mil puestos de trabajo estable, aunque en los últimos informes hablan de menos de 1300 empleados. Aunque la deuda con el Banco Nación sea de 300 millones de dólares, fueron 791 millones los que los directivos de la empresa se llevaron de la entidad entre agosto de 2019 y enero de 2020. Ese dinero tiene que ser devuelto al pueblo argentino para terminar con las nuevas versiones de Estado bobo y cómplice y también para que alguna vez vayan a la justicia los delincuentes de guante blanco. PuertosVicentin. Desaparecedores y fugadores. Capitalismo argentino es una múltiple denuncia de la construcción de poder económico, político, cultural y educativo al servicio de un proyecto de minorías durante 92 años. Es difícil imaginar el futuro de la Argentina en general y la provincia de Santa Fe, en particular, si no se recuperan los resortes básicos de la política económica para que las riquezas que produce el pueblo queden para la gente. No hay poder económico sin impunidad política. También queda abierta la necesaria investigación sobre lo que entra y sale por los puertos. La desarticulación del Senasa, a partir de varias resoluciones del macrismo desde enero de 2016, facilitó la subfacturación de exportaciones, la sobrefacturación de importaciones y también generó la multiplicación de denuncias sobre envío de sustancias ilegales y la recepción de armas en distintos lugares de la Argentina. Empresas del grupo se hicieron cargo durante años de las terminales portuarias de Rosario y Reconquista. Lugares que luego fueron motivo de noticias policiales a lo largo de las últimas dos décadas. La rutilante aparición del grupo Glencore, denunciado por distintos delitos en diferentes países del mundo, que van desde el lavado de dinero, el contrabando, la contaminación ambiental y la violación a los derechos humanos y laborales, marca una de las consecuencias de lo que puede generar la desaparición de Vicentin. Algunos de nosotros insistimos en hacer de Vicentin una empresa pública no estatal, con participación de los trabajadores, las cooperativas y los productores en su directorio, junto a un Estado ágil y al servicio de los intereses de las grandes mayorías, la producción y el empleo. * Periodista y diputado provincial de Santa Fe.

Editorial de Aliverti del 13 de febrero, retorno a clases

Editorial de Aliverti del 6 de febrero, Fallas comunicacionaales

Nota de Atilio Boron.

Puede parecer un consejo vano, pero hay que recordar el torrente de ilusorias expectativas que despertó el triunfo de Barack Obama en 2008. Reflejo de la profunda penetración del mensaje neocolonial, los cánticos triunfalistas que destacados intelectuales de la “progresía” europea y latinoamericana entonaran en vísperas de la inauguración de su mandato fueron rápidamente acallados ni bien el afro-americano puso manos a la obra (secundado por Joe Biden) y dedicó ingentes esfuerzos a salvar a los bancos de la “crisis de las hipotecas sub-prime” olvidándose de los millones que fueron estafados por aquellos. Dado que ya se escuchan, si bien con un tono aflautado, algunas letanías parecidas a las del 2008, parece oportuno recordar estos antecedentes para no caer en nuevas –y previsibles- frustraciones. El Jefe del Pentágono propuesto por Biden es un afro-descendiente, Lloyd Austin, un general de cuatro estrellas con 41 años de actividad en el Ejército y cuya ratificación en el Senado puede verse comprometida por dos razones. Primero porque la ley establece que ese cargo sólo lo puede ocupar un militar que haya abandonado el servicio por lo menos siete años antes, y Austin recién lo hizo en el 2016. Segundo, porque hasta fechas recientes era miembro del Directorio de Raytheon, uno de los gigantes del complejo militar-industrial, gran proveedor de las fuerzas armadas de EEUU. Además Austin, un hombre con buen olfato para los negocios, es también socio de un fondo de inversión dedicado a la compraventa de equipos militares. Pequeñas incompatibilidades, dirán los medios hegemónicos, siempre tan complacientes con lo que ocurre en Washington.Biden llega a la Casa Blanca con un equipo étnicamente más heterogéneo que el de Donald Trump, casi en su totalidad conformado por varones blancos. Pero en todos los casos se trata de personas que más allá de su diversidad étnica y cultural están íntimamente ligadas al gran capital norteamericano. El Departamento de Estado será dirigido por Anthony Blinken, un halcón moderado, pero halcón al fin, que cree que su país tendría que haber fortalecido su presencia en Siria para evitar la llegada de Rusia. Blinken apoyó la invasión a Irak en 2003 y la intervención armada en Libia que culminó con la destrucción de ese país y el linchamiento de Muammar El Gadafi. Ha dicho que “la fuerza debe ser un complemento necesario de la diplomacia”, en línea con el pensamiento tradicional del establishment. Por lo tanto, a no confundirse. La segunda línea del Departamento de Estado tiene como figura estelar, en el cargo de subsecretaria para Asuntos Políticos, nada menos que a Victoria Nuland. Este personaje es un super-halcón que en la Plaza Euromaidan de Kiev alentó y repartió botellitas con agua y pastelitos a las hordas (similares a las que asolaron el Capitolio el 6 de enero en Washington) que sitiaban la casa de gobierno de Ucrania y, en febrero de 2014, derrocaron al legítimo gobierno de ese país. Una conversación telefónica entre el embajador de EEUU en Ucrania y Nuland, inesperadamente filtrada a la prensa, quedará para siempre en los anales de la historia diplomática porque cuando aquel le hizo saber que la Unión Europea no estaba muy de acuerdo con derrocar al gobierno de Víktor Yanukóvich la Nuland respondió con un seco “Fuck the European Union!” No está demás agregar que esta bella persona está casada con Robert Kagan, un ultraderechista autor de varios libros en donde exalta el Destino Manifiesto de Estados Unidos, defiende sin tapujos la ocupación israelí de Palestina y recrimina a los gobiernos europeos por su cobardía en acompañar a Estados Unidos en su cruzada civilizatoria universal. Todo queda en familia. Por si lo anterior no fuera suficiente para disipar cualquier esperanza en relación al recambio presidencial en Estados Unidos termino con dos citas de un artículo que Joe Biden publicara en la revista Foreign Affairs.[i] Se titula “Por qué EEUU debe conducir nuevamente. Rescatando la política exterior después de Trump” y allí lanza un rabioso ataque en contra de Rusia y China. De la primera dice que la sociedad civil rusa resiste con valentía la opresión del “sistema autoritario y la cleptocracia de Vladimir Putin”. Sobre China, reafirma la necesidad de “endurecer nuestra política” hacia el gigante asiático. De lo contrario, asegura, China continuará “robando la tecnología y la propiedad intelectual” de nuestras empresas. [ii] [i] En Foreign Affairs, Marzo-Abril 2020, Volumen 99, Nº 2, pp. 64-76.Difícil que con personas como las que ha reclutado para los cargos clave de su administración y con una retórica como la que brota de su puño y letra el mundo pueda respirar tranquilo y confiar en que, ahora sin Trump, las tensiones del sistema internacional disminuirán significativamente. [ii] El periodista Rick Gladstone, en un artículo publicado en el New York Times del 7 de noviembre de 2020, después de su artículo en Foreign Affairs, asegura que Biden se refirió a Xi Jinping como “un matón”. Puede parecer un consejo vano, pero hay que recordar el torrente de ilusorias expectativas que despertó el triunfo de Barack Obama en 2008. Reflejo de la profunda penetración del mensaje neocolonial, los cánticos triunfalistas que destacados intelectuales de la “progresía” europea y latinoamericana entonaran en vísperas de la inauguración de su mandato fueron rápidamente acallados ni bien el afro-americano puso manos a la obra (secundado por Joe Biden) y dedicó ingentes esfuerzos a salvar a los bancos de la “crisis de las hipotecas sub-prime” olvidándose de los millones que fueron estafados por aquellos. Dado que ya se escuchan, si bien con un tono aflautado, algunas letanías parecidas a las del 2008, parece oportuno recordar estos antecedentes para no caer en nuevas –y previsibles- frustraciones. El Jefe del Pentágono propuesto por Biden es un afro-descendiente, Lloyd Austin, un general de cuatro estrellas con 41 años de actividad en el Ejército y cuya ratificación en el Senado puede verse comprometida por dos razones. Primero porque la ley establece que ese cargo sólo lo puede ocupar un militar que haya abandonado el servicio por lo menos siete años antes, y Austin recién lo hizo en el 2016. Segundo, porque hasta fechas recientes era miembro del Directorio de Raytheon, uno de los gigantes del complejo militar-industrial, gran proveedor de las fuerzas armadas de EEUU. Además Austin, un hombre con buen olfato para los negocios, es también socio de un fondo de inversión dedicado a la compraventa de equipos militares. Pequeñas incompatibilidades, dirán los medios hegemónicos, siempre tan complacientes con lo que ocurre en Washington.Biden llega a la Casa Blanca con un equipo étnicamente más heterogéneo que el de Donald Trump, casi en su totalidad conformado por varones blancos. Pero en todos los casos se trata de personas que más allá de su diversidad étnica y cultural están íntimamente ligadas al gran capital norteamericano. El Departamento de Estado será dirigido por Anthony Blinken, un halcón moderado, pero halcón al fin, que cree que su país tendría que haber fortalecido su presencia en Siria para evitar la llegada de Rusia. Blinken apoyó la invasión a Irak en 2003 y la intervención armada en Libia que culminó con la destrucción de ese país y el linchamiento de Muammar El Gadafi. Ha dicho que “la fuerza debe ser un complemento necesario de la diplomacia”, en línea con el pensamiento tradicional del establishment. Por lo tanto, a no confundirse. La segunda línea del Departamento de Estado tiene como figura estelar, en el cargo de subsecretaria para Asuntos Políticos, nada menos que a Victoria Nuland. Este personaje es un super-halcón que en la Plaza Euromaidan de Kiev alentó y repartió botellitas con agua y pastelitos a las hordas (similares a las que asolaron el Capitolio el 6 de enero en Washington) que sitiaban la casa de gobierno de Ucrania y, en febrero de 2014, derrocaron al legítimo gobierno de ese país. Una conversación telefónica entre el embajador de EEUU en Ucrania y Nuland, inesperadamente filtrada a la prensa, quedará para siempre en los anales de la historia diplomática porque cuando aquel le hizo saber que la Unión Europea no estaba muy de acuerdo con derrocar al gobierno de Víktor Yanukóvich la Nuland respondió con un seco “Fuck the European Union!” No está demás agregar que esta bella persona está casada con Robert Kagan, un ultraderechista autor de varios libros en donde exalta el Destino Manifiesto de Estados Unidos, defiende sin tapujos la ocupación israelí de Palestina y recrimina a los gobiernos europeos por su cobardía en acompañar a Estados Unidos en su cruzada civilizatoria universal. Todo queda en familia. Por si lo anterior no fuera suficiente para disipar cualquier esperanza en relación al recambio presidencial en Estados Unidos termino con dos citas de un artículo que Joe Biden publicara en la revista Foreign Affairs.[i] Se titula “Por qué EEUU debe conducir nuevamente. Rescatando la política exterior después de Trump” y allí lanza un rabioso ataque en contra de Rusia y China. De la primera dice que la sociedad civil rusa resiste con valentía la opresión del “sistema autoritario y la cleptocracia de Vladimir Putin”. Sobre China, reafirma la necesidad de “endurecer nuestra política” hacia el gigante asiático. De lo contrario, asegura, China continuará “robando la tecnología y la propiedad intelectual” de nuestras empresas. [ii] [i] En Foreign Affairs, Marzo-Abril 2020, Volumen 99, Nº 2, pp. 64-76.Difícil que con personas como las que ha reclutado para los cargos clave de su administración y con una retórica como la que brota de su puño y letra el mundo pueda respirar tranquilo y confiar en que, ahora sin Trump, las tensiones del sistema internacional disminuirán significativamente. [ii] El periodista Rick Gladstone, en un artículo publicado en el New York Times del 7 de noviembre de 2020, después de su artículo en Foreign Affairs, asegura que Biden se refirió a Xi Jinping como “un matón”.

La prueba concluyente de que Nisman se suicidó con ambas manos, y la explicación de la ausencia de pólvora en ellas

Este informe exclusivo fue presentado por el diputado (MC) Mario Cafiero ante la fiscal Viviana Fein en la causa de la muerte de Nisman. En él se revela que el cadáver de Nisman tenía en su mano izquierda una herida de “mordedura de corredera” proveniente del disparo que se efectuó sosteniendo la pistola con ambas manos, lo que prueba palmariamente su suicidio. Explica también porqué las pericias para detectar rastros de pólvora en las manos de Nisman dieron resultados negativos. Y además señala las gravísimas e inaceptables contradicciones en las que ha incurrido la querella encabezada por la jueza Sandra Arroyo Salgado. Por Javier Llorens – 28/10/2015 Oscar Raffo, el perito forense de la querella en la causa de la muerte del fiscal Nisman, es el autor de un libro clásico en la materia, titulado “La muerte violenta”. En él, en contra de lo que sostiene en sus dictámenes en la causa, arriba a conclusiones y pistas que avalan definitivamente la tesis del suicidio y no la del homicidio que a toda costa pretende afianzar la querella. Tanto en aspectos generales, como en dos factores específicos que serían pruebas concluyentes del suicidio. Uno es la herida de “mordedura de corredera” provocada por la pistola que mató a Nisman, que quedó registrada en el dedo índice de su mano izquierda. El otro está relacionado con la cuestión de la aparente ausencia de rastros de pólvora en las manos del fiscal fallecido, que según la querella encabezada por la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, sería una prueba indubitable de su asesinato. Pese a que -contradictoriamente al mismo tiempo- sus peritos encabezados por Raffo, afirman que Nisman empuñaba el arma que le quitó la vida, solo que asistido por otra persona, por lo que en ella deberían haber quedado rastros del disparo. Consideraciones generales de Raffo que avalan el suicidio En la Parte Tercera, Sección C de su libro, bajó el título “Lugar del hecho y muerte por armas de fuego”, Raffo realiza una serie de consideraciones generales que avalan la existencia de suicidio. Como por ejemplo (pág. 171) “… el suicida puede desplazarse y arrojar el arma más allá del punto en que ha tenido lugar el disparo” (pág. 169). Controvirtiendo así las afirmaciones realizadas por la querella, referidas a que el arma se encontraba en un lugar extraño. También dice que “el suicida se ubica, por lo general, cómodamente, acostado o sentado y, veces, frente a un espejo, como ocurre en el degüello”. En este caso no fue un degüello, pero la posición frente al espejo habría sido a los fines de asegurar el disparo en el lugar adecuado, sin apoyar el arma contra la cabeza, con el objeto de dotar de mayor velocidad y poder letal a la pequeña pistola que Nisman usó. (pág. 171). En tal sentido más adelante afirma: “En todos los casos, sin excepciones, para que un disparo sea considerado suicida debe haber sido hecho a boca de jarro, a quemarropa, o al menos a corta distancia. Nunca una distancia superior a la longitud del brazo de la víctima, según dicen los clásicos; yo opino que nadie puede dispararse con precisión, si la intención es eliminarse, a más de 30 cm de distancia.” (pág 173). Afirmación que echa por tierra la de quienes afirman que un suicida se dispara siempre apoyando firmemente el arma contra el cuerpo. Para más adelante agregar: “Para el médico forense tiene gran importancia la localización y los caracteres del orificio de entrada. La mayoría de ellos se ubican en la cabeza, especialmente en la región temporal derecha (para los diestros), ligeramente por delante y arriba del pabellón auricular.” (pág. 172). O sea en la zona aproximada en la que se habría disparado Nisman, aunque quizás un poco más atrás, como consecuencia del giro de la cabeza que habría efectuado para poder dispararse con ambas manos, mirando simultáneamente al espejo. Motivo por el cual la trayectoria de la bala fue hacia adelante y levemente ascendente. Además previamente expresa: “En la mano opuesta del suicida pueden encontrarse rastros de pólvora, y hasta quemaduras y contusiones cuando con ella sostiene el cañón apuntando hacia la zona elegida con el objeto de asegurar la puntería” (pág. 172). Dando así pábulo a que Nisman empleó ambas manos para quitarse la vida, que también es objetada por extraña. Y a la tesis que seguidamente se plantea, de la existencia de una “mordedura de corredera” en la mano opuesta de Nisman. La “mordedura de corredera” en la mano izquierda de Nisman Un punto de enorme importancia, que da pie a este informe es cuando Raffo afirma en su libro: “Debe examinarse también el espacio interdigital comprendido entre el pulgar y el índice, especialmente cuando se trata de armas semiautomáticas; la prehensión inadecuada, ya sea por nerviosismo o por falta de experiencia en el manejo, expone los tegumentos de esa zona a la atrición que el retroceso del martillo, o el reborde inferior de la corredera producen contra la armadura. En ocasiones puede observarse en el lugar una impronta excoriativa muy característica; los tiradores deportivos llaman a esa lesión “mordedura de corredera”. Lo que Raffo afirma en definitiva, es que si bien la bala sale para adelante produciendo daños letales, la corredera sale también violentamente hacía atrás, y puede producir daños en las manos de quién la empuña, si este lo hace inadecuadamente, o de manera atípica, tal como le habría sucedido a Nisman. Siendo estos rastros en consecuencia, una prueba determinante que empuñó y disparó el arma, conforme la siguiente reconstrucción, que explica la peculiar mancha de sangre que quedó en su mano derecha.En las siguientes dos imágenes se pueden ver claramente los daños que habría producido la “mordedura de corredera” en la mano izquierda de Nisman, al haber empuñado la pistola con la que se quitó la vida con la mano derecha, asistiéndola con la mano izquierda. De forma que se ajuste a la mancha de sangre triangular que quedó en su mano derecha. Siendo esta “mordedura” no exactamente la prevista por Raffo en su libro, dado que está en su mano opuesta, pero que aporta conclusiones exactamente iguales.En ellas se puede ver que la “mordedura de corredera” al desplazarse esta violentamente hacía atrás, habría afectado el nudillo o articulación entre la falange y la falangeta (proximal y media) del dedo índice de la mano izquierda de Nisman. Quedando la parte superior del mismo, encerrada entre el espacio vacío que dejan entre sí las guías de la corredera de la pistola BERSA calibre 22. Por lo que presuntivamente esas guías deberían haber dejado pequeñas heridas, contusiones, excoriaciones, o tumefacciones en esa zona del dedo índice. La existencia de estas heridas se pueden verificar en la siguiente imagen, tomada del video forense hecho público en el programa PPT de Jorge Lanata, que habría sido suministrado por la querella encabezada por la ex esposa de Nisman, Arroyo Salgado. Estando claramente empecinados ambos en sostener a ultranza la hipótesis del homicidio, sin contar con prueba directa alguna que lo avale.La prueba concluyente que Nisman se suicidó.odt

EL SÍNDROME DE DOÑA FLORINDA

(por @JonKokura, sobre ciertas miradas tan presentes entre los sectores populares) Cuando en 1973 Roberto Gómez Bolaños (Chespirito) creó la serie de humor "El Chavo del 8" no imaginó que su personaje Doña Florinda iba a dar pie a uno de los tres síndromes que infectan al pueblo trabajador de América Latina y, por qué no, al mundo entero. El síndrome de Doña Florinda fue acuñado por #RafaelTon, que escribió un libro con ese título. Los "Doña Florinda" o "Don Florindo" son las personas pobres que odian o desprecian a sus pares. Es decir a sus vecinos o gente de su clase social. Los doña Florinda no son de clase media... son pobres. Algunos de ellos (ellas) viven en barrios de clase media para creerse lo que no son. Todos en la vecindad del Chavo del 8 eran pobres, porque todos ellos eran dueños de nada. No tenían casa propia y debían pagar mes a mes el derecho a un techo a un obeso recaudador llamado Señor Barriga. Doña Florinda era tan pobre como todos, excepto por una pensión que le dejó don Federico (el papá de Quico), un marino mercante que se perdió en alta mar. Con esa pensión pagaba religiosamente la renta y mantenía muy limpio y elegante a Quico en su traje de marinerito, además de comprarle todos los juguetes y caramelos que a Quico se le antojaban. Mientras lo miraba el Chavo... siempre con hambre. Como detestaba a sus vecinos, doña Florinda andaba siempre enojada. Con una mueca en el rostro, como oliendo caca. Sólo sonreía cuando aparecía el profesor Jirafales, con un humilde ramo de rosas. El maestro Longaniza también era pobre, cobraba el salario mensual de un profesor de la educación pública. Como odian a los de su clase los doña Florinda votan a la derecha... o a los intereses de la derecha. Putean cuando escuchan la palabra socialismo o populismo, mientras le meten más papas a la olla para hacer rendir el guiso. Repiten como loros "no queremos ser Venezuela", como si vivieran en Manhattan o el Principado de Mónaco. Y no se juntan con la chusma. Aunque Doña Florinda colgaba sus calzones en el mismo tendal donde don Ramón colgaba sus calzoncillos. Los tres síndromes que infectan la clase obrera y trabajadora son: -El síndrome del Tío Tom. -El síndrome de doña Florinda. -Y el síndrome de Stephen Candie (el peor de todos, en referencia al criado negro de la película "Django encadenado", interpretado por Samuel Jackson) Demasiados síndromes están enquistados en la clase trabajadora, para suerte de los ricos y poderosos. Y para desgracia de tantos niños con hambre y sin futuro, como el Chavo del 8.

El escalofriante testimonio del ex conscripto Pedro Trejo, testigo de la partida de un vuelo de la muerte

Su testimonio fue tan breve como preciso: ubicó a dos de los acusados en el escenario de Campo de Mayo de donde partieron aviones con cuerpos de víctimas del genocidio, vivos o muertos. Fue el primer testigo de esta mañana en el juicio que investiga esa práctica aberrante por parte de 5 militares durante la última dictadura cívico militar. Por Ailín Bullentini
“Trejo, ¿sabe qué llevan esos camiones? Fiambres. Muertos de la subversión.” Pedro Trejo fue quien rescató esta frase de su memoria, un “rumor” que le compartieron mientras era chofer de un coronel en el marco de su cumplimiento del Servicio Militar Obligatorio en Campo de Mayo, durante la última dictadura cívico militar eclesiástica. El ex soldado conscripto fue el primer testigo de la audiencia de esta mañana en el juicio por los vuelos de la muerte que partieron de esa guarnición del Ejército durante el terrorismo de Estado. Su testimonio fue tan breve como preciso: ubicó a dos de los acusados, Delsis Malacalza y Luis del Valle Arce en el escenario del predio de donde partieron aviones con cuerpos de víctimas del genocidio, vivos o muertos. E indicó que presenció, a lo lejos, la partida de uno de esos vuelos. Trejo fue conscripto en 1977. Primero estuvo a cargo de Arce. Luego, chofer del coronel Briel. En esa estructura ubicó a Malacalza como “segundo jefe”. “Yo andaba manejando todo el día, no me bajaba casi”, explicó Trejo durante su testimonio, que ofreció vía remota al Tribunal Oral Federal número 2 de San Martín, y que transmitió el medio autogestivo La Retaguardia a través de su canal de Youtube. Ante las consultas del fiscal Marcelo García Berro, el testigo recordó que manejó camionetas F1000, camiones Unimog, camiones Reo y hasta un colectivo. Antes, cuando su superior era Arce, “hacía guardias en Campo de Mayo. “A veces me tocaba en la torre de control o en las entradas del aeródromo” de la guarnición militar, sumó. Dijo que vio aviones Fíat, Pipper, Twin Otter. “Ese manejaba el jefe”, por Briel, destacó. Una vez, contó, voló arriba del Fiat. Malacalza era el piloto y llevaba un copiloto. Nadie más. “Fue un vuelo por la zona. Habrá volado diez minutos. Salieron de Campo de Mayo y volvieron a Campo de Mayo. Lo probaron nomás”, aclaró. Era la primera vez que participaba de un vuelo en avión, contó que le llamó “la atención la altura, como se veían los autos, los caminos”. Recordó que subió por atrás “por una especie de rampa” que tenía el avión a la que llamó “la puerta”. Y también recordó que esa puerta “se abría durante el vuelo” ya que mientras estaba en el aire la abrieron: “Me pegué un julepe de aquellos. Me imaginaba que me iba a succionar el aire. Me enredé las manos con las cintas que tenía los asientos. Del julepe que tenía. Malacalza se daba vuelta, me miraba y se reía”, sostuvo. Un vuelo desde lejos Luego, describió lo que podría haber sido uno de los vuelos de la muerte que se están analizando en este debate oral. Él estaba a la orden del Coronel Briel, era su chofer. Eran las 16 o 17 de un día que no definió. En eso, “por una calle interna de Campo de Mayo (...) cerca del Batallón (que era su base)”, un paso obligado que los vehículos deben hacer desde el ingreso del Batallón hasta la pista del aeródromo, “llegaron unos camiones de la (Policía) Federal, que eran tipo 350, con cajas grandes, tipo celulares como los que llevan a los presos”. Entonces, su jefe lo llama. “Soldado, vamos arriba”, lo que significaba que debía trasladarlo hasta la pista. Lo hizo frenar antes. “Me hizo parar antes, donde hay una barrera y un puesto de control. Me ordenó que lo esperara ahí. ‘¿Quiere que lo acerque coronel?’, ‘No, quédese acá’, me dijo. Se acercó a la punta de la pista, en donde estaban los camiones y un avión Fiat. A la punta de la pista es donde empezaban a carretear los aviones”. Trejo dijo que nunca supo qué llevaban los camiones esos que vio a lo lejos estacionados en la pista de aviación, pegados a un avión Fíat. Pero alguien, entonces, le dio una idea: “Vino un cabo primero, que no me acuerdo como se llamaba, y se acercó y me dijo ‘ Trejo, ¿sabe lo que lleva ese camión? Subversivos, fiambres, muertos de la subversión’”. Trejo, sentado al volante de la camioneta en donde trasladó a Briel, vio al Fíat despegar y a los aviones salir de la pista. El debate oral y público sobre la existencia de vuelos de la muerte que partieron desde Campo de Mayo durante la última dictadura comenzó en octubre pasado a repasar la responsabilidad de cinco militares retirados que se desempeñaron en esa guarnición en la organización y concreción de aquel método de exterminio y desaparición de personas. Además de Santiago Riveros, quien fue jefe de Institutos Militares y es, a esta altura, un número puesto en todas las causas que investigan delitos de lesa humanidad cometidos en Campo de Mayo, integran la nómina de acusados Luis del Valle Arce, Delsis Malacalza, Eduardo Lance y Alberto Conditi. Los cuatro, ex aviadores, integraban diferentes áreas del batallón de Aviación 601, con sede en el Cuerpo IV del Ejército, y que funcionaba en la guarnición militar. Los testimonios de ex soldados conscriptos que cumplieron el Servicio Militar en Campo de Mayo aquellos años son el eje central del juicio. A fines del año pasado, jueces, fiscales, abogados querellantes y familiares de víctimas corroboraron aquellos dichos en una inspección ocular que realizaron al predio militar, la pista de aviación, los hangares. En el marco del plan sistemático de represión ilegal practicado durante la última dictadura cívico militar, se los acusa de “organizar, planificar y materializar los denominados ‘vuelos de la muerte’ o ‘vuelos fantasmas’”, indica el auto de elevación a juicio elaborado por la Fiscalía, a cargo de Marcelo García Berro. Están imputados directamente por el secuestro, las torturas y el homicidio de cuatro víctimas: los estudiantes secundarios Adrián Rosace y Adrián Accrescimbeni; Rosa Novillo Corvalán y Roberto Arancibia. Todos fueron secuestrados entre 1976 y 1977 y sus restos fueron hallados en las costas de Magdalena, Punta Indio y Las Toninas.