jueves, 23 de enero de 2020

El capitalismo no va más: los multimillonarios ya tienen más plata que el 90 % de la humanidad


Mientras los millonarios argentinos viajaban con el gobierno nacional al Foro de Davos, se conoció un nuevo informe de la fundación Oxfam. Los multimillonarios tienen más plata que 4500 millones de personas. Las mujeres, las más castigadas. Preocupación por “los conflictos en todo el mundo”. Un niño o niña menor de 15 años muere en el mundo cada 5 segundos por causas evitables. En Santiago de Chile si sos pobre tenés 9 años menos de “esperanza de vida”. Cada invierno mueren “hombres sin techo” a cuadras de los departamentos vacíos de Puerto Madero. Los 22 hombres más ricos tienen tanto dinero como 320 millones de mujeres africanas. Un cheto se divierte tirando chanchos a la pileta de su amigo. Vivimos en un sistema irracional. Se llama capitalismo. Cada tanto una historia o una estadística lo recuerda. Como los informes que hace la ONG Oxfam Internacional todos los años. Este lunes, ante el inicio del Foro de Davos, publicó un estudio que revela la brecha entre ricos y pobres. Allí plantea una serie de datos que impactan pero ya no sorprenden: Los milmillonarios que hay en el mundo poseen más riqueza que 4.600 millones de personas. El 1% más rico de la población posee más del doble de riqueza que 6.900 millones de personas. La mitad de la población mundial vive con menos de 5,50 dólares al día. Oxfam reconoce con preocupación que “la desigualdad económica está fuera de control”. Es cierto: el informe asegura que el número de multimillonarios se ha duplicado en la última década. O sea que la crisis capitalista que se inició en 2008 ha sido un negocio para los ricos, mientras aumentaba la pobreza de la mayoría de la humanidad. El mismo día que se publicaron los datos, Guillermo Nielsen viajó al Foro de Davos como representante del gobierno de Alberto Fernández. Fue acompañado por algunos de los más ricos de la Argentina: Bulgheroni, Eurnekian, Bagó, entre otros. Son parte de las 40 familas más ricas, que acumulan 35 mil millones de dólares de riqueza. El 6% del PBI del país, mientas la pobreza llega al 35%. Las mujeres, las más castigadas El estudio tiene un capítulo especial dedicado al carácter de género de la desigualdad capitalista. Dice, por ejemplo, que los 22 hombres más ricos del mundo poseen más riqueza que todas las mujeres de África: 326 millones. Pero además denuncia la situación de las mujeres en las tareas de cuidado, vitales para el funcionamiento del sistema de explotación. “Las mujeres están apoyando la economía de mercado con mano de obra barata y gratuita y también están apoyando al Estado al proporcionar la atención que debe proporcionar el sector público”, señala Oxfam. Según el informe, las mujeres son las que realizan más de tres cuartas partes del trabajo de cuidados no remunerado: mujeres y niñas dedican a esas tareas 12.500 millones de horas diariamente. Además estima que hay 67 millones de "trabajadores del hogar" en todo el mundo y el 80% son mujeres. Tan solo el 10% de las trabajadoras del hogar están protegidas por la legislación laboral y solo la mitad goza de la misma protección en términos de salario mínimo. La desigualdad y precariedad tienen su rostro de mujer, confirman los datos de Oxfam. Chile, Francia y el "corazón de los conflictos" En los minutos que tardás en leer esta nota morirán 150 chicos y chicas por causas evitables. En los minutos que tardás en leer esta nota el hombre más rico del mundo habrá aumentado en un millón de dólares su fortuna. ¿Hasta cuándo? Al presentar su impactante informe, los directivos de Oxfam reconocieron su preocupación. “No es de extrañar que la gente empiece a cuestionarse si los multimillonarios deberían existir”, dijo uno de ellos. Pauline Leclère, portavoz de Oxfam Francia fue más lejos: “Las desigualdades indecentes están en el corazón de las fracturas y los conflictos en todo el mundo”. Es que el crecimiento de la desigualdad es lo que explica el retorno de las rebeliones y la lucha de clases en distintos países del mundo. Los ricos quieren mantener y aumentar sus privilegios, quieren descargar la crisis sobre el pueblo, hasta que todo estalla En Chile, por ejemplo, el 1% de la población acumula el 26,5% de la riqueza generada. El 50% de los hogares de menores ingresos tiene solo el 2,1%. Entre los milmillonarios de los que habla Oxfam están por ejemplo Julio Ponce Lerou, El Rey del Litio. También Horst Paulmann, dueño del holding de supermercados y tiendas Cencosud, o el mismo presidente Sebastián Piñera. Sus fortunas las hicieron con el sudor de mineros, cajeras y jóvenes precarizados. El último 18 de octubre Chile despertó contra esa “desigualdad indecente” y el régimen político que la sostiene. Francia también está conmovida hoy por durísimas huelgas contra el ataque al sistema jubilatorio. Detrás de la “reforma” está Macron, el Piñera francés. Pero también los ricos de Francia, que quieren exprimir a la clase trabajadora hasta sus últimos días. Como el CEO de Louis Vuitton, Bernard Arnault, que superó a Bill Gates como el hombre más rico del mundo: tiene una fortuna de más de 100.000 millones de dólares. El 3% del PIB de Francia. Según un informe de la consultora Bloomberg, las 100 personas más ricas de Francia han aumentado su riqueza en un 15 por ciento en el último año. Pero no están conformes: desde hace años vienen empujando los planes de ajuste de Macron resistidos por la rebelión de los “chalecos amarillos” y las huelgas del transporte. La desigualdad está fuera de control, es cierto. Pero a pesar de su interesante aporte a desnudar esta situación, Oxfam aconseja aumentar los impuestos a los ricos y recuperar los servicios sociales como base “para construir una economía más humana”. Es una utopía. Ante la desaceleración del crecimiento económico y las disputas comerciales, los empresarios y sus gobiernos solo piensan cómo saquear el planeta y sacarle una tajada más al pueblo trabajador. Así despiertan las “fracturas y conflictos” que advierte Oxfam. Ecuador, Chile, Francia, Irán o El Líbano muestran que el ajuste capitalista tarde o temprano llama a la lucha de clases. A principio de enero, uno de los activistas de la huelga francesa gritaba su megáfono en la estación de tren de París-Lyon, “los ricos no deben nunca olvidar: ¡siempre habrá sudor de los pobres en su dinero!”. Esa es la explicación sencilla de los brutales números de la desigualdad. Y la lucha que llevan adelante es un ejemplo, también sencillo, de la potencialidad de la clase trabajadora para enfrentar los planes de los millonarios y sus gobiernos. Porque la única forma de conquistar una "economía más humana" es terminar con este sistema de explotación y miseria.

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