lunes, 22 de agosto de 2016

Para analizar

DE BEATRIZ CECILIA GARCIA Cuando Cristina se retiró del Gobierno de la Nación, el 9 de diciembre de 2015, entregó un país que marchaba hacia adelante pagando puntualmente una deuda heredada sobre la que se había obtenido una quita de más del 70% (algo inédito en el mundo y en la Historia). La relación entre la deuda y el PBI era la más baja de latinoamérica (sólo un 13%, contra el 60% del resto de la región), y para lo que no se había pedido un sólo centavo de deuda nueva, como había sucedido siempre en gobiernos anteriores, cuando se adquirían préstamos sobre préstamos para pagar, según ellos, tan sólo los intereses. De acuerdo a un documento interno de la Presidencia de la Nación del gobierno anterior, ( hay datos del Banco Mundial y de la CEPAL que lo corroboran), Argentina ocupaba el primer lugar en el índice latinoamericano de desarrollo humano, era la tercera economía más grande de la región (detrás de Brasil y México) de acuerdo a su Producto Bruto, y éste era el segundo per cápita más alto de América Latina. Se encontraba en el primer lugar en el índice de educación con un 98% de alfabetismo y tenía 110 mil graduados universitarios por año. En los últimos doce años, se había logrado duplicar la Clase Media, un resultado jamás igualado en el resto de la región (y no me aventuro a decir en el mundo, porque carezco de los datos, pero la crisis mundial parecería indicar que así es) y se había bajado el índice de desempleo del 25% a sólo el 6%. Todo esto, en reglas generales. Conocemos muy bien la inmensa y productiva obra del Gobierno kirchnerista, llevada a cabo laboriosamente durante esos doce años de gestión. De ella ya he hab lado en muchas otras oportunidades. No conozco los datos actuales... y por ahora no deseo conocerlos, porque sé que me voy a deprimir... y mucho. Lo más triste del caso es que nos quieren hacer creer que lo anterior fue una mentira económica que había que sincerar y que todas las medidas del gobierno neoliberal eran necesarias para poner las cosas en su lugar... cuando en realidad se trata de la destrucción sistemática de todo lo que se hizo durante la gestión "K"- Porque ellos viven y piensan de acuerdo a una filosofía en la que el Estado les permite depredar sin límites... al resto de la sociedad. Cuando aparecen quienes sostienen que hay que favorecer a los que se consideran descastados y sin derechos, y ponen en práctica esa idea, "ELLOS" los atacan y los acusan de mentirosos y corruptos. Entonces tienen derecho a cometer las peores tropelías, como tristemente lo hicieron en un pasado demasiado cercano... pero lo hacen de acuerdo a su propio e imaginado Derecho, que jamás ha contemplado los derechos de todos. Y claro que, de tan cebados, se sienten impunes como para encima cometer cantidades de ilícitos que la "Justicia" no ve y el pueblo debe soportar y sufrir. ¿Y qué sucede exactamente ahora? Ahora nos encontramos con que se cambian las decisiones de la Justicia con respecto a la prisión de los genocidas; el presidente tiene cuentas off shore en el extranjero; hay funcionarios importantes metidos en negocios non sanctos (Michetti, Lombardo, entre otros); se conocen por ejemplo los nombres de los que compraron dólar futuro, entre los que figuran los funcionarios del gobierno macrista que son los que decidieron a qué precio lo iban a cobrar luego de devaluar ellos mismos a $15 el dólar, delito que además fue avalado por el juez Bonadío, quien mendazmente investiga a Cristina por hechos similares... ¿Cómo pueden hacer todo esto? Porque cuentan con medios de prensa cómplices, que tapan su accionar delictivo... y machacan diariamente y hora tras hora los oídos de la población, con la corrupción (que no es verdad en todos los casos) de los funcionarios anteriores. Y digo que no es verdad en todos los casos... porque invito a los que creen lo contrario a que me expliquen cómo pudo hacerse todo lo que les contaba en los primeros dos párrafos, en un país devastado hasta lo más profundo por el mismo neoliberalismo que ahora "acusa"... cómo pudieron hacerlo, si además, como escucho diariamente, se robaron todo.

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