lunes, 31 de agosto de 2020

Myriam Bregman analiza todo sobre la reforma judicial, la oposición de derecha y la casta de jueces


Entrevistamos a la diputada Myriam Bregman, del PTS en el Frente de Izquierda Unidad, acerca de la reforma judicial que impulsa el gobierno nacional y está en discusión en el Senado. Desde La Izquierda Diario entrevistamos a la diputada Myriam Bregman del PTS en el Frente de Izquierda para que comparta su análisis de la reforma judicial impulsada por el gobierno, los reclamos de la oposición de derecha y la casta judicial. Como así también sobre el rol del Poder judicial en nuestra sociedad y una verdadera "reforma" a favor del pueblo trabajador. LID: Myriam un nuevo gobierno y una vez más se debate una reforma judicial. Myriam Bregman: Si, es uno de los temas que cada gobierno toma como “fundacionales”. Pero hay un dato de la realidad, la justicia está completamente desprestigiada. Tuvo su punto más álgido en aquellas jornadas del 2001 donde se ganaron el “que se vayan todos”; luego se podrán haber recompuesto un poco, pero hicieron mucho mérito para recuperar todo su merecido desprestigio. El debate que se está dando, igualmente, no cambia nada radicalmente. La “justicia” de la que se habla es una de las instituciones de una sociedad burguesa, más allá de sus miembros incluso. Citando algún viejo texto del marxismo podemos decir que “sus decisiones están reguladas de acuerdo a los estatutos donde están incorporados todos los privilegios del capital y la falta de privilegios de las masas trabajadoras”. En líneas generales, eso conserva toda su vigencia. LID: En el 2001 la propia Corte estuvo en la mira. MB: Y ahora debería estarlo nuevamente. Ese microscópico número de cortesanos que nadie votó, deciden los destinos de millones. En el último tiempo han sacado fallos de gran ataque a las masas, pero de eso nadie habla porque cuesta mucho que los intereses populares se expresen. Te pongo un ejemplo: en pleno auge macrista, la Corte decidió legalizar la precarización laboral; en un caso de un médico neurocirujano que demandó al hospital Alemán aduciendo que el vínculo que lo unía era de carácter laboral. La Corte dijo que la mera prestación de servicios para una empresa no implica que la relación sea dependiente y remarcó la vigencia de la figura de la locación de servicios en el derecho argentino. Es una vergüenza que de eso no se hable. O cuando en el 2016 en el caso conocido como “Orellano”, la Corte sin que ese sea el tema sobre el que tenía que opinar, aprovechó para decir que solo los gremios tienen el derecho de promover huelgas y no un grupo de activistas. Ni que hablar que con reforma o sin reforma, para acceder a la Corte Suprema hay que depositar 150.000 pesos. Una locura que implica un filtro de clase. LID: Entonces ¿Cómo definirías la reforma que impulsa el gobierno de Alberto Fernández? MB: Centralmente como una reorganización y ampliación de juzgados bastante incolora, que no cambia mínimamente el contenido social que guía la actuación de esta casta privilegiada que es el poder judicial, quien orgullosamente se llama “contramayoritario”, es decir, que rechaza la influencia popular. Este concepto es tomado fundamentalmente del esquema que emana de la constitución estadounidense. En ambos casos, como te decía, es considerado “contramayoritario”, o sea como un supervisor de la constitucionalidad de los otros poderes elegidos por voluntad popular. Como verás desde el vamos el concepto es ontológicamente antidemocrático. Y esto no lo decimos solo nosotros. Sino incluso Thomas Jefferson -uno de los principales autores de la Declaración de Independencia y uno de los primeros presidentes norteamericanos- señaló que eso resultaba una concentración de poder injusta. Los jueces están ahí para controlar cualquier presión o influencia de las mayorías populares, son lo contrario a “representantes del pueblo”; los privilegios que se les otorgan como la inamovilidad en su cargo, se explican porque precisamente están pensados para sostener ese criterio. Sus lujos, su pertenencia a determinadas familias (salvo excepciones), sus costosos modos de vida son parte (querida) de este esquema. No es casualidad que sean una corporación aristocrática, siempre atenta al alegato de oreja de los poderes fácticos y gobiernos de turno. Recuerdo que cuando comencé a transitar los pasillos de Comodoro Py como abogada en causas de lesa humanidad, no podía dejar de asombrarme cómo los abogados de los carísimos estudios que defienden a los genocidas tenían familiaridad y charlas sobre clubes, partidos de rugbi, polo, con los funcionarios de ese edificio. Eso me lleva a otro recuerdo histórico, que el Poder Judicial mediante sus acordadas, justificó todos los golpes militares. Yendo a la coyuntura, hay bastante acuerdo, ya sea de los especialistas convocados por el gobierno o por la oposición, en que la reforma no avanza hacia el sistema acusatorio, sino al contrario, pues prevé un aumento de juzgados igual o mayor a las fiscalías. Incluso se señala que viola la igualdad de armas porque se aumenta la acusación y no la cantidad de defensorías oficiales. Otros temas en que surgieron contrapuntos, es alrededor de las secretarías donde tramitan las causas de lesa humidad. Si bien se concedió no tocarlas, que era un reclamo de algunos organismos, no se incluyó en el dictamen la exigencia de que haya al menos tres audiencias por semana en esas causas, cuando a tantos años de los crímenes cometidos, los juicios singuen siendo fraccionados y lentísimos. Después surgieron rispideces con la “cláusula Parrilli” que se la señala como un peligro para la libertad de expresión. En el dictamen se volvió atrás en la unión del fuero Civil con el Contencioso. Pero lamentablemente no se ahondó en lo terrible que es ese fuero. Te pongo un ejemplo reciente, nosotros le presentamos un habeas data contra Patricia Bullrich porque mostrando sus conocimientos de inteligencia ilegal atacaba en los medios al dirigente social Juan Grabois; en el fuero Contencioso ignoraron el pedido y nos impusieron honorarios por haber hecho trabajar a los abogados de la AFI y del Ministerio de Seguridad pidiendo explicaciones, una vergüenza que llevó a que la Corte Suprema nos concediera un recurso extraordinario por ello. LID: La oposición de derecha salió rápido a cuestionar la reforma que se está debatiendo y a decir que busca impunidad. MB: Se presentó la reforma judicial y la oposición de derecha, rápida para tirar títulos y lerda para explicar su manejo de la justicia, servicios de inteligencia y cárceles, resopla “plan de impunidad, plan de impunidad”, y a partir de ahí aglutina a su base. Defienden un aparato judicial corrupto y vitalicio, manejado a carpetazos y por operadores como Angelici, con fondos alimentados por los servicios de inteligencia o de negocios sucios. Pero bueno, ahora el propio Daniel Sabsay, un combatiente feroz de esos sectores dijo que no hay un artículo que signifique impunidad, sino que es un problema del “espíritu de las leyes”. A mí personalmente, no me asombró tanto que la derecha haga una defensa oligárquica de la casta judicial que tiene por objetivo último la defensa de una pequeña minoría de grandes propietarios, sí las críticas que vinieron de sectores afines al oficialismo ya que nadie defiende con pasión esta reforma. Vos me preguntarás por qué un proyecto tan inocuo provoca esta reacción. En realidad, hacen una amalgama entre este proyecto y la “comisión de notables”, especulando sobre lo que ésta podría sugerir. Con todo eso, hacen un relato que les permite amalgamar su base, ubicar la corrupción exclusivamente en el campo kirchernista y dejar como impolutos a Macri y su gobierno. A partir de esto quieren generar también un status quo para que no se toquen las reformas que Macri introdujo de hecho. No está de más recordar que la derecha impugna y pide represión frente a las movilizaciones obreras, populares, de los movimientos sociales (que generan decenas de causas judiciales cada año) pero no se han privado de utilizar el recurso de la calle como “poder de veto”. Por ejemplo, los 129 días de lockout de las patronales agrarias, incluyendo cortes de ruta generalizados, durante la votación de “la 125”. O las marchas convocadas por Blumberg, que impusieron una modificación regresiva de la legislación penal bajo el Gobierno de Néstor Kirchner. Lo grave es que la derecha nuevamente recupera ese poder de veto. Pero lo dejamos para otro debate. LID: Entonces te pregunto, ¿qué opinás de la formación de un Consejo de notables para el funcionamiento de la Corte Suprema, Consejo de la Magistratura y otros órganos judiciales? Se cuestionó que allí esté el abogado de Cristina Kirchner. MB: De nuevo, ponerse a discutir eso es bastante distractivo. Lo que se necesita es menos consejos de notables y más “consejo” popular. Eso se consigue con la elección por voto popular de jueces y fiscales, que se terminen los privilegios de esa casta tan lejana a la vida del pueblo trabajador; y que se implemente urgente el juicio por jurados. Ampliando el número de miembros de la Corte o de jueces federales como se pretende, solo puede diluir el poder en otros varios, pero no cambia nada de fondo. También se dice que la actual Ministra de Justicia, Marcela Losardo, trabajó para Garavano o incluso que esta reforma es “amplia” porque toma aspectos de lo que proponía ese ex ministro macrista. No expliquen más, mejor ¿no?… Que se sometan al voto popular. Que los jurados puedan actuar en todo tipo de causas. LID: ¿Podrías explicarnos más esta propuesta de la izquierda? MB: En primer lugar, nosotros pensamos que no podemos tener más esta justicia amañada, que justifica los privilegios sociales, la existencia de la explotación, diversas formas de opresión, del capitalismo y sus injusticias. Hay que barrer definitivamente con toda la casta privilegiada de jueces, estableciendo en su lugar juicio por jurados. Los jueces tienen que pasar a ser elegidos por el voto directo del pueblo y ser revocables. No hay por qué bancarse “Oyarbides” por años. Tomando experiencias históricas verdaderamente democráticas incluso se debería debatir si para juez basta con ser abogado o se podrá llegar a ese lugar con solo contar con alguna experiencia en el trabajo político, en los sindicatos, comités de fábrica, etc., o tener alguna preparación teórica o práctica para ejercer la función. Se podría establecer la figura de “asesores populares”, que pueden ser elegidos en representación de los diferentes sectores de la comunidad, sin necesidad de ser abogados incluso. Que cobren lo mismo que cualquier trabajador y se terminen los privilegios por sobre las demás personas, que hace que no paguen ni impuesto a las ganancias. Ese debate sería más apasionante que seguir con las roscas del Consejo de la Magistratura o el senado, donde cada gobierno que está en funciones intenta inclinar la vara para tener jueces más o menos afines. Imaginate que en este país los jueces de Comodoro Py llegaron a necesitar la venia de Stiuso para poder asumir. El fiscal Delgado, además relata que Comodoro Py se ha movido con la lógica de investigar siempre al gobierno que se va y acomodarse con el que está en funciones. LID: Los juicios por jurados han sido cuestionados porque se dice que pueden influir los medios de comunicación o los poderes fácticos. MB: Para los que tienen miedo al pueblo eligiendo, que se queden tranquilos, nada puede ser peor, ni más peligroso para los intereses del pueblo trabajador que la elección por servilletas o la actividad de esa rosca costosa e inútil llamada Consejo de la Magistratura. Recordemos que entretuvieron a un Consejero en la Corte para aprovechar, por los representantes del macrismo, aprobar el inicio del proceso de remoción del juez Freiler. ¿No les parece una barbaridad un organismo de este tipo? Por eso siempre digo que es la legalización de la peor rosca. Organismo costoso e inútil. LID: Volviendo a la reforma actual, los jueces y fiscales que se designen ¿podrán actuar del mismo modo que lo vienen haciendo o tendrán que modificar su accionar? MB: Mirá este es uno de los grandes temas. Esta reforma deja en pie todo el andamiaje que armó el macrismo para incrementar la discrecionalidad de jueces y fiscales, para la manipulación o directamente para el armado de causas. Quienes luchamos, militamos, salimos a la calle en reclamo contra las injusticias de este sistema, vemos en ello un gran peligro. La legislación penal argentina cuenta desde sus orígenes con la figura de la asociación ilícita creada para la persecución arbitraria. También con la legislación antiterrorista votada por el gobierno kirchnerista y complementada por decenas de normas e instrucciones que cotidianamente dictan desde Estados Unidos a través de sus múltiples agencias de colonización de la región. O la vergonzosa ley del arrepentido que fue clave para lo que se dio en llamarse “lawfare” o las llamadas “técnicas especiales de investigación” que incluyen la posibilidad de usar agentes encubiertos, agentes “reveladores” y demás. Son un andamiaje para la persecución y para todo tipo de arbitrariedades que siguen en pie con esta reforma. Además, te agrego algo para que se entienda. Con esta reforma siguen detenidos los presos por participar en reclamos sociales, presos políticos, como Luis D’Elía o Milagro Sala. LID: Vos también has denunciado fuertemente el funcionamiento de la “mesa judicial”. MB: Las presiones y negociados del poder político con la justicia no empezaron con Macri. Pero lo que quiero remarcar es que ese entramado se expresó crudamente contra los trabajadores y trabajadoras, como fue el caso de los aprietes a jueces de la Cámara del Trabajo que terminaron dejando a decenas de trabajadores en la calle. Para que se entienda, te cuento este ejemplo. Mientras uno de esos operadores que actuó en esa mesa, Juan Bautista Mahiques fue premiado con el puesto de jefe de los fiscales de la Ciudad de Buenos Aires, más de 70 trabajadores de Pepsico siguen reclamando su puesto de trabajo, pasando todo tipo de necesidades a pesar de que uno de los jueces reconoció que fue presionado en ese caso. LID: Bueno, algo más que quieras agregar MB: Sí. Mirá, en estas democracias te llaman a votar cada 2 y 4 años, pero los capitalistas “votan todos los días”, vetan leyes, hacen lobby, deciden todos los días contra las mayorías. Nosotros no escondemos nuestras banderas, al contrario, los que luchamos por una democracia infinitamente superior a estas repúblicas capitalistas burguesas, una democracia de consejos de trabajadores y trabajadoras, sabemos que esta perspectiva se juega también, palmo a palmo, en la batalla contra las tendencias bonapartistas judiciales y en defensa de cada derecho democrático que se pretenda liquidar. Porque de lo que se trata, frente a todos los que se presentan como “guardianes de la constitución”, es de desarrollar el “poder constituyente” del pueblo trabajador. Se ha visto sobradamene en la historia reciente que para que haya una reforma democrática en serio, debemos desarrollar la más amplia movilización. Luego de esta profunda entrevista, este jueves a la mañana, en nuestro noticiero matutino #SeTeníaQueDecir, volvimos a entrevistar a Myriam Bregman, para que nos de un resumen sobre la reforma judicial, acá podés verlo nuevamente.

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