domingo, 27 de octubre de 2019

Evo Morales denuncia un golpe para distorsionar las elecciones y llama a “un estado de emergencia y movilización”


El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha calificado de "golpe de Estado" las denuncias de la oposición de fraude electoral y ha hecho un llamamiento a sus seguidores a mantenerse "en estado de emergencia" para defender la democracia ante las denuncias de fraude electoral vertidas por la oposición. Evo Morales ha comparecido este miércoles ante los medios en La Paz tras dos días de protestas en el país entre acusaciones de un fraude electoral a su favor. Morales se ha visto ya vencedor "por cuarta elección consecutiva", mientras el recuento rápido de votos llega a casi el 100%, con un 46,4% a su favor y un 37,07% para el opositor Carlos Mesa. Este porcentaje sitúa al mandatario boliviano a solo un 0,67 puntos porcentuales de votos para evitar una segunda vuelta. El presidente ha augurado que contará con mayoría parlamentaria, "a poco" de mantener los dos tercios con que cuenta ahora, y ha destacado que saca más de medio millón de votos de ventaja a Mesa. Un "gran triunfo", en palabras de Morales, quien ha calificado de "imparable" el proceso de cambio que le llevó al poder en 2006. En este punto, ha denunciado "ante el pueblo boliviano y el mundo entero que está en proceso un golpe de Estado" por parte de la derecha opositora. "Se prepararon la derecha para un golpe de Estado", ha aseverado. Los gestores del golpe tratan de impedir el conteo de las actas de votos y promueven el asalto a las instituciones. Quieren "reconocer" a un presidente estos días. No estamos en tiempos de colonias cuando se imponían presidentes. El pueblo defenderá pacíficamente la democracia. Hago un llamado a nuestro pueblo, a organismos internacionales, instituciones y personalidades a defender la democracia. Nos declaramos en estado de emergencia y en movilización pacífica, constitucional y permanente para defender la democracia que tanto le ha costado a #Bolivia Evo Morales denuncia un golpe para distorsionar las elecciones y llama a “un estado de emergencia y movilización” Evo Morales ha insistido en que su partido, el Movimiento al Socialismo, no va a entrar en la confrontación, porque aguanta "humildemente" las protestas que vive el país desde el pasado lunes. No obstante, ha llamado a los suyos a mantenerse en "estado de emergencia y movilización pacífica para defender la democracia". Morales ha acusado a los opositores de obstaculizar el recuento de votos, con actos violentos como ataques a sedes del órgano electoral en varias regiones y a locales de campaña de su partido. "No estamos en tiempo colonia y ni de monarquías para designar presidentes" al margen de la voluntad popular, advirtió antes de reiterar el llamamiento a sus bases "a organizarse para defender la democracia". "Casi segurísimo que con el voto de las áreas rurales vamos ganar en primera vuelta", ha manifestado, para denunciar que la derecha no quiere reconocer su triunfo. En su discurso, de nueve minutos sin preguntas, ha hecho hincapié en que no es responsable "del enfrentamiento entre bolivianos" y ha acusado a la derecha de "instigar al odio y desconocer el voto del movimiento indígena. Vuelve el racismo". El mandatario ha alertado de que los paros de protesta convocados en algunas regiones del país para esta jornada solo perjudican la economía y los ha calificado de políticos, "un golpe de Estado". Previamente, el gobierno de Morales ha insistido en garantizar la transparencia en el recuento de los resultados de las elecciones por lo que pidió "no cargar innecesariamente el ambiente" con protestas.

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