domingo, 9 de abril de 2017

HUELGA GENERAL, COMIENZA LA ORGANIZACIÓN DEL PUEBLO FRENTE A LA ANTIPATRIA



El pueblo argentino tuvo su bautismo de fuego contra la usura y entrega macrista durante la primera huelga general, en desacato a las políticas de precarización en usufructo suyo. Como era de esperarse de un gobierno conformado por peligrosos delincuentes poniendo en juego el patrimonio y el futuro del país, tan mentiroso e incompetente hasta donde “lo cierto se hace dudoso”, tuvo lugar una represión sin atenuantes desde los reclamos de democracia de la Multipartidaria a la Junta Militar saliente en 1982. De nada valió la promesa de respetar a las columnas de manifestantes en caso de liberar una vía al tránsito sobre la autopista Panamericana. Camiones hidratantes, cachiporras, balas de goma; todo fue válido para tirar como “tierra bajo la alfombra” los síntomas de ingresos drásticamente diezmados, tras acentuar el creciente empobrecimiento. No hubo excepciones para nadie: Ciudadanos de a pie, del Frente para la Victoria, movimientos sociales kirchneristas o no, incluidos del trotskista Frente de Izquierda de los Trabajadores, quienes a fuerza de una letra entrada con sangre, fuego y acero, en definitiva fueron “persuadidos” de que “Macri no era igual a Scioli”. Es innecesario el desgaste de reiterar aquello de lo cual es capaz de hacer el régimen falaz macrista, con su ola de recortes, despidos, represión brutal e intentos furtivos de retrotraer al país tanto en la práctica como la sujeción mental a los tiempos de la última dictadura. Suficiente con hacer memoria para recordar los elementos asistentes a la marcha en su apoyo, celebrada días atrás. La abundancia de ropas finas, peinados producidos, no pudo disimular la escasa concurrencia ni la apología del delito perpetrada por verdaderos nostálgicos del Proceso, algunos ex integrantes de las antiguas fuerzas de “seguridad” e inteligencia vestidos de fajina, Falcon verde incluido, desplegando discursos revanchistas sin poder disimular el perverso terror que sienten a la restauración de de los derechos inalienables, hoy usurpados por el gobierno neoliberal corrupto de un empresario fraudulento. Ese apoyo, junto al de medios de comunicación “comprados”; los responsables de hacer campaña en las redes sociales a favor de la Alianza Pro – Cambiemos, recibiendo dádivas comparadas a las fortunas que día a día pierde el país y de los analfabetos políticos u “odiadores seriales gratuitos”, hizo “sentir fuerte” al gobierno “títere” de Macri y lo alentó a avanzar sobre un pueblo indefenso, abandonado por sus sindicatos aunque imbuido por una conciencia social que llegado el momento, hará rodar la cabeza de los responsables. El tiempo apremia; también la necesidad de subsistir. La ciudadanía debe a resistir y defenderse, comenzando desde señalar, delatar, aislar a quienes todavía apoyan esta verdadera desgracia que se cierne sobre la Argentina, hasta conformar organizaciones encargadas de hacer justicia ante el atropello e incumplimiento de la ley. A su vez, sus acciones deben extenderse empezando por el policía, soldado, gendarme con “sabor a sangre en la boca”, pasando por el periodista apólogo que aplaude la represión terrorista, para concluir en la cúspide de la pirámide con el político, el empresario, el ruralista, el testaferro o cualquiera sea la clasificación del criminal asociado al desfalco. Para dar inicio, debería preguntarse a cada argentino de qué lado está. CARLOS ALBERTO RICCHETTI (DNI: 20.573.717)

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