jueves, 27 de julio de 2017

El Gobierno de Macri aprueba ilegalmente la privatización y desnacionalización de ARSAT


El Gobierno Macri aprueba ilegalmente la privatización y desnacionalización de ARSAT por una compañía del “complejo militar-industrial Norteamericano” ARSAT pasa a manos privadas extranjeras Una investigación periodística del canal C5N reveló que ARSAT y HUGHES firmaron en junio un acuerdo para crear una sociedad conjunta para brindar Internet Satelital en Argentina. Incumplimiento de la Ley 27.208 el principal motivo de objeción. El domingo 16 de julio el Programa El Destape que se emite por la señal de noticias C5N presentó un informe sobre un supuesto acuerdo entre el operador satelital estatal ARSAT y Hughes Network Systems de Estados Unidos para constituir una empresa conjunta con el fin de brindar servicios de banda ancha satelital en Argentina. La Hughes Network Systems es una tradicional empresa proveedora del Pentágono y calificado miembro del “complejo militar-industrial norteamericano”. El presidente Mauricio Macri aprobó la venta de ARSAT de manera ilegal a una empresa de Estados Unidos. Los próximos satélites producidos en Argentina serán manejados por una firma internacional que también se quedará con el espacio orbital que le correspondía al país. En una carta de intención firmada el 29 de junio en Estado Unidos, a la que accedió El Destape, contempla la conformación de una nueva empresa a la que denominan “Newco”, el Gobierno autorizó a la compañía Hughes a que se quede con “al menos” el 51% del ARSAT 3 y también la autorizó a cambiarle el nombre. El ARSAT-3, el tercer satélite de la flota de ARSAT, que había iniciado su construcción en 2015, fue suspendido indefinidamente con el cambio de gobierno en diciembre de ese año. Según consta en el acuerdo, el primer satélite de Newco operaría en Banda Ka, con cobertura sobre el territorio argentino, para brindar Banda Ancha Satelital, algo que Hughes ya ofrece en la región con Hughes Net en Brasil. El satélite sería fabricado por INVAP y Hughes quien también es proveedor de tecnología de tierra, desarrollaría el Gateway. La inversión total rondaría los 230 millones de dólares por el satélite y 50 millones por el Gateway y la red terrestre. La nueva empresa contrataría a ARSAT para que este opere desde sus instalaciones en Benavidez, provincia de Buenos Aires, el nuevo satélite. Newco estaría comprometida a proveerse exclusivamente de tecnología de Hughes para el segmento de tierra y las antenas receptoras de los servicios. ARSAT-3 podría ubicarse tanto en la posición de 81º Oeste o de 72º Oeste, ambas asignadas a la Argentina o en una nueva posición que el gobierno argentino se encuentra gestionando en 91,5º Oeste. La determinación de la posición se debería realizar antes de la firma del acuerdo definitivo. ARSAT estaría encargada de gestionarle todos los permisos y autorizaciones a Newco. ARSAT es una empresa emblemática por haber protegido las Posiciones Orbitales Geoestacionarias (POG) de 72 y 81 grados Oeste asignadas al país que estuvieron en riesgo de perderse en 2005 por la falta de inversión del operador nacional Nahuelsat, por ese entonces de capital privado, con satélites diseñados y fabricados en Argentina por INVAP ARSAT se creó mediante la Ley 26.092 del año 2006, absorbió a Nahuelsat e inició el recorrido para desarrollar los dos satélites ARSAT-1 y ARSAT-2 para ocupar las posiciones de 72 y 81 grados respectivamente. Los satélites fueron lanzados por Arianespace en 2014 y 2015 respectivamente y entraron exitosamente en operación. En noviembre de 2015 se sanciona una nueva Ley (27.208 de Desarrollo de la Industria Satelital) que aprueba el Plan de la empresa para el período 2015-2035 el cual contemplaba la fabricación de al menos ocho satélites entre la expansión de la flota de ARSAT, la exportación y el remplazo de los ARSAT-1 y 2. Por otro lado, la ley 27.208 estableció en su primer artículo: Declárase de interés nacional el desarrollo de la industria satelital como política de Estado y de prioridad nacional La venta es ilegal: va en contra de la ley 27.208 de Desarrollo de la Industria Satelital anteriormente citada, que en su artículo 8 dicta que nose pueden ceder los derechos de este nuevo satélite y que, de hacerse cambios en el esquema que propuso el kirchnerismo, deben ser aprobados por el Congreso, según el artículo 10. Pero, sin licitación ni consulta, se le cedió la producción y explotación del nuevo ARSAT a esta compañía, que también se quedará con el espacio orbital que le correspondía al país y se podrá llevar al exterior los dividendos que se generen, que hasta ahora eran para financiar futuros satélites. La fusión fue aprobada hace días en secreto por el director de ARSAT y yerno del ministro Oscar Aguad, Rodrigo De Loredo, y los representantes de Hughes, quienes acordaron que a partir de ahora se cree una nueva empresa. Mientras que para la producción de los anteriores ARSAT se usó al menos un 30% de elaboración argentina, para el nuevo satélite se comprará tecnología a Estados Unidos, donde también se arbitrará en caso de litigio, como en el caso de los fondos buitre. La firma beneficiada por la compra de herramental, según dicta la carta de intención firmada hace dos semanas, es la norteamericana Thales Alenia Space. En esto Macri guarda coherencia: en 2006, como diputado, votó en contra del lanzamiento del ARSAT 1, al igual que Elisa Carrió y el propio Aguad. El flamante ministro de Defensa quedó en la mira desde la aprobación de la compra de Telecom por parte de Clarín, que también tiene relación con Hughes, una compañía con años en la industria satelital, cuyo manager general para la región es Hugo Frega. Argentina se transformó con el lanzamiento de ARSAT 1 en el único país americano en lograrlo, además de Estados Unidos. En el mundo no hay más de diez países que puedan construir satélites geoestacionarios de telecomunicaciones. El primer ARSAT costó cerca de u$s 270 millones, el segundo u$s 250 y el tercero estaba valuado en 230 millones de dólares. Ese monto exacto es el que se le pidió a Hughes, sin sumarle ni un dólar a la valuación. Otro de los puntos que se le criticaron a la administración macrista tiene que ver con la venta de los servicios de estos satélites. Es que, al igual que las low cost para Aerolíneas, Macri autorizó la entrada de varias compañías que ofrecen un servicio similar al que ofrecía ARSAT. Así y todo, los satélites se autofinancian: con lo recaudado en seis años, se podía construir uno nuevo. ARSAT dependió hasta 17 de julio del extinto Ministerio de Comunicaciones. Desde esa fecha pasó a depender del Ministerio de Modernización a cargo de Andrés Ibarra luego de la renuncia de Oscar Aguad para ir a la cartera de Defensa. El Ministerio de Comunicaciones había sido creado a fines de 2015 absorbiendo las autoridades federales de servicios audiovisuales y telecomunicaciones AFSCA y AFTIC respectivamente. Ahora, al volver al rango de Secretaría retrotrae su situación a 2014. La gestión de Aguad en Comunicaciones fue controvertida en materia satelital. A la autorización de 12 satélites de bandera extranjera a operar en suelo argentino se suma la suspensión de ARSAT-3 y ahora esta iniciativa de dudosa legalidad para confirmar una empresa conjunta entre ARSAT y Hughes. Se estima que el nuevo Secretario a cargo de las telecomunicaciones sea Héctor Huici, quien meses atrás publicara una propuesta de modificación del Reglamento de Gestión de Servicios Satelitales con claros lineamientos hacia la apertura de los cielos. Conclusión En la audición del 23 de marzo de 2916 de “La Otra Campana” (Nº 3/50) -en Canal TLV1- advertí como primicia de la venta del INVAP a una empresa del Estado de Israel. En ese lugar se fabricaron los ARSAT 1 y 2 y se encontraba en sus inicios el desarrollo el ARSAT 3. Resulta obvio que nuestra fuente de información era buena, aunque la firma adquirente resulta ser una empresa norteamericana. Pero en el mundo desconocido de las “sociedades anónimas”, las nacionalidades realmente no cuentan, quién podría negar hoy que finalmente Hughes no termine vendiendo ARSAT a una empresa judía. Simultáneamente, resulta obvio que esta operación estaba en las intenciones de Macri desde antes de ser electo, ya que la mencionada información me fue brindada a fines de febrero de 2015, a dos meses y días de haber asumido la presidencia.

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