lunes, 10 de junio de 2019

Crecimiento en el capitalismo


El sistema capitalista esta llegando a un período crítico, a un momento bisagra que marcará el futuro de la especie. Muchos hablan del crecimiento como fuente de riqueza, pero hay cifras que contradicen esta afirmación. EE.UU. ha crecido de forma permanente en los últimos diez años, sin embargo, en los estados más empobrecidos la miseria llega a un 20% de la población, mayoritariamente negra y latina. 130 personas por día mueren por los opiáceos, es junto a La Argentina, el mayor consumidor de cocaína de América, Mientras que los CEOS ganan unas 300 veces más que un obrero mientras que en los años, 60 solo era de unas 30 veces. Los seis mayores millonarios norteamericanos ganan los mismo que la mitad de la población mundial. La revolución tecnológica, no garantiza el bienestar de la población sino la profundización de la brecha social, que acompañada al declive de la educación y la salud, nos encaminamos hacia una sociedad con ciudadanos de primera y otros, la gran mayoría de tercera o de cuarta. Países como Israel, que ha realizado una valiosa revolución tecnológica y pretende llegar a la Luna , tiene un 30% de pobreza. La revolución tecnológica y la acumulación sin límites, coloca en manos de unos pocos la producción y desarrollo de esas técnicas, y privilegia a los cerebros que llegados de todo el mundo alimentan los centros de investigación en los países centrales. Instituciones como en Conicet, Citefa, Inta e Inti, van perdiendo científicos que son tentados por mejores salarios y condiciones de vida en los países centrales. La revolución del conocimiento es mundial, pero los beneficios son por lo general solo para los países que pueden o quieren financiarla. Aún así, el crecimiento tecnológico y económico, no mejora la situación social o la " felicidad" de la mayoría de la población. Es aquí donde se bifurcan los caminos, o construimos una sociedad para unos pocos, que disfrutaran de la inteligencia artificial y de las nuevas formas del uso de la energía atómica como la fusión nuclear, o fomentamos una verdadera revolución distributiva e inclusiva. Hoy el crecimiento no es para todos, y esto lleva a una encrucijada social y política, donde van a sobrar 35.000 millones de personas, a menos que el el sistema capitalista,adopte formas de integración social, mediante la mejor distribución de la riqueza producida y la educación universalizada. Nuestros próceres como Sarmiento, Roca y Mitre, visualizaban esta necesidad, aunque nunca imaginaron que en solo cien años el hombre llegaría a la Luna y podría construir robots con pensamiento autónomo y sentimientos. La distribución de la riqueza deberá estar acompañada de una verdadera revolución ética que permita integrar a los sectores sociales más desfavorecidos dejando de lado discriminaciones por raza, origen o religión. Esta sería sin dudarlo,la verdadera revolución económica y cultural del capitalismo que fomentaría un mayor desarrollo tecnológico, al aumentar los consumidores, dignificarlos en su condición de ciudadanos y sumaría materia gris al proceso. Sin una correcta distribución de la riqueza producida y por producirse, el futuro podrá ser una verdadera pesadilla. esteban tortarolo

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