Doscientos años de la Independencia

El sábado 9 de julio de 2016 se celebró los 200 años del Día de la Independencia Nacional. Y una jornada tan importante e histórica como esta que no se repetirá hasta dentro de diez décadas merecía otro sabor y otro color. Algunas cosas y acontecimientos ya eran previsibles que ocurrirían dada la identidad ideológica del Gobierno que nos preside. Empero esa previsibilidad quedó atenuada con otros elementos desopilantes que ocurrieron. Por empezar invitar a este magno y único evento al Rey de España y sobarle el lomo es lisa y llanamente una una atroz ignorancia o una hijaputes sin límite. En cualquiera de los dos casos tan inadmisible como inaudito. Quedará en los libros de historia que un Presidente argentino, un tal Macri invitó y elogio al representante del verdugo del pueblo. No conforme con esto se organizó y se montó en Tucumán un evento muy frío y anti popular, relegando con vallas y mucha policía al pueblo en su conjunto. Y sí de organizaciones y desatinos hablamos se remató cuando el domingo desfiló cual héroe el ex carapintada Aldo Rico. Y luego vino el triste show dicursivo de Mauricio. A su escasa capacidad ccomunicativa y de liderazgo se le sumaron declaraciones impropias de un primer mandatario que oscilaron entre lo ridículo y bizarro. Macri se refirió a que " ... los próceres nacionales sintieron angustia de independizarse de la Corona ". Luego estableció que " ... hay que ahorrar energía así que se tiene que acabar eso de estar en la casa en remera y en patas ". Después subió la apuesta cuando pretendió faltar a el acto del domingo en Buenos Aires escribiendo en su cuenta de una red social que " .. no concurriré al acto porque estoy cansado y tuve una gira extenuante ". Y las pocas felíces manifestaciones del Presidente asimismo estuvieron cuando bostezo en plena ceremonia. Nos hubiera agradado que en los libros de historia y dentro de cien años se hubiera recordado aeste 9 de julio de una manera más decorosa que la que sucedió. La Dirección